sábado, 27 de agosto de 2016

EL PULIJÓN EN TORO
Fecha para recordar. El Pulijón recupera una actividad que en tiempos pretéritos se desarrolló durante varios años y con muy buena acogida. Se ha vuelto a organizar una salida turística y el lugar elegido ha sido la ciudad de Toro para asistir a la exposición de las “Edades del Hombre”.
Gracias al trabajo encomiable de nuestro presidente, Alberto, se han superado con matrícula los objetivos programados. A las 8,30 de la mañana tomaban el autobús en la Plaza Vieja los 60 socios que habían solicitado su participación.
El primer destino fue a Morales de Toro para visitar la bodega “Francisco Casas”. Atendidos magníficamente por un operario de la misma recorrimos todas las instalaciones de la empresa recibiendo una explicación muy completa de todo el proceso de la elaboración del vino desde la llegada de las uvas a la tolva externa  hasta el embotellado de los diferentes caldos y su comercialización.
Posteriormente se regresa a Toro y más concretamente a Queserías Chillón Plaza. Recibidos por Gustavo, uno de los hijos del patriarca propietario de la quesería accedemos al Museo del Queso, recientemente inaugurado. Durante todo el recorrido hace un panegírico continuo de su bisabuelo Manuel Chillón con quien arranca la tradición quesera y su abuelo Valentín que funda la quesería como firma comercial en 1.943. Expone los procesos de elaboración del queso desde que es leche, pasando por la transformación en cuajada y posterior concreción en el queso en sus diferentes sabores. En el recorrido se muestra una interesante colección de  recipientes, moldes, fotografías, documentos, etc. relacionados con los 125 años en que los Chillón llevan fabricando queso.
La visita finaliza con un audiovisual que recoge una amplia selección de imágenes que ayudan a entender el proceso de fabricación y el mimo con el que la familia Chillón trata su producto final.
La guinda de la visita la pone la cata de siete clases de quesos desde los más suaves a los más fuertes que hizo la delicia de pequeños y mayores. Se acompañó con embutido y vino denominación de Toro propios de la quesería.
A mediodía corresponde la visita a las Edades del Hombre. En grupos de 20 y tras colocar  los audios pasamos a la Colegiata, sede de las cuatro primeras partes de la exposición. Los guías trabajaron a fondo para mantener la atención de los pequeños que durante la explicación de  cada pieza preguntaban hasta lo más inverosímil. El conjunto de obras de arte religioso que bajo la denominación de AQUA se exhiben tanto en la colegiata como en la iglesia del Santo Sepulcro (quinta parte) sorprendieron gratamente a los visitantes.

La jornada finiquitó con una comida de hermandad en la terraza del  restaurante la Sepia con muy buen sabor y servicio. A las 7 de la tarde recalamos en Fermoselle para asistir a la romería del emigrante.

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