viernes, 30 de noviembre de 2018

UNA PINTORA FERMOSELLANA EN EL MUSEO DEL PRADO
La pinacoteca madrileña abrió al público por primera vez el 19 de noviembre de 1819 y ya han comenzado los actos para celebrar su bicentenario. La representación de las mujeres pintoras con obras en el museo, algo más de medio centenar, está muy por debajo de los hombres que suman un total de 5.071. 
Pues bien, entre las mujeres artistas nos encontramos con una fermosellana. Así, como suena. Se trata de JOAQUINA SERRANO Y BARTOLOMÉ que nació en Fermoselle en 1.857 falleciendo en la localidad a la edad de 30 años, en 1.887.
Joaquina tuvo como profesor al pintor Joaquín Espalter en la Escuela de Artes y Oficios de Madrid y posteriormente continuó sus estudios en la de Bellas Artes de San Fernando. Fue premiada  con mención honorífica en una exposición de la Asociación de Escritores y Artistas. También participó en varias Exposiciones  Nacionales de Bellas Artes. Aunque era especialista en plasmar bodegones, también dominó el retrato y las escenas de costumbres.
En el Prado se conservan ejemplos de esas tres especialidades. Entre los bodegones encontramos los titulados “Un racimo de uvas”,  de 1.875, depositado en el museo de Murcia y “Una perdiz y pimientos”, de 1.875, depositado en el museo de arte de Gerona. Uno de sus mejores retratos es el de  “El duque de Montemar”, hacia 1.879, que representa a D. José Carrillo de Albornoz y Montiel, actualmente en depósito en el Instituto de España en Madrid. En cuanto a las escenas costumbristas destaca “Una charra” portando un traje idéntico a algunos de los que se conservan en Fermoselle.
Existe una obra de su maestro, Espalter, con la denominación de “Joaquina Serrano pintando en su estudio” de 1.876 en la que aparece la pintora fermosellana trabajando en su cuadro costumbrista de “Una charra”.
Y llegados a este punto, tal vez sería oportuno que por parte del ayuntamiento investigara sobre esta fermosellana para reivindicarla como uno de los personajes célebres de nuestro pueblo. Espero que así sea.
Agradezco a nuestro amigo Félix Cuellar su información.

jueves, 22 de noviembre de 2018

BIBLIOTECA POST-ESCOLAR EN FERMOSELLE 1.945
Tengo ante mí un documento con el nombre de “Registro de salidas y entradas de libros de la Biblioteca Post-escolar – “Antiguos alumnos”. ¡Casi nada con el título del Registro! Consiste en una especie de cuadernillo o cartilla que consta de 10 páginas en las que figuran, en perfecto orden, los lectores que se acercaban a la biblioteca de la “Escuela Nacional de Niños, Nº 1” de Fermoselle para instruirse una vez que habían finalizado su escolaridad. Viene estructurada en cuatro columnas en las que se recogen: nombre y apellidos del lector, título del libro, fecha de salida y fecha de entrada. Aparecen reseñados los lectores, todos varones al ser una escuela de niños,  desde el 21 de octubre de 1.945 hasta el 14 de abril de 1.951 con un total de 340 títulos retirados.
El autor  más leído era  Julio Verne (Una ciudad flotante, Un drama en los aires, El maestro Zacarías, Cinco semanas en globo, Los hijos del capitán Grand, etc) y en títulos algunos muy conocidos en otros tiempos: Los episodios nacionales, El lazarillo de Tormes, Las mil y una noches, La araucana, La Eneida, La vida del Buscón, Cuentos de Navidad, El diablo cojuelo…lo que nos viene a decir que los intereses literarios de aquella generación de hace más de 70 años se inclinaban principalmente por los temas de aventuras.
Me detengo en el día 17 de febrero de 1951 en el que se sacaron 6 libros: Vitilio Fermoselle solicitó “el Tigre del mar”, Ezequiel Vicente Fuentes “Gogó el pingüino”, José Pinto Luis “Miska, la foca”, César Mascarell Carrasco “La mano del hombre”, Vitilio Fermoselle Barrueco “Jaime I el Conquistador” y Manuel Laguno Berdión “El conde Lucanor”. El día que salieron de la biblioteca el mayor número de libros corresponde al 15 de marzo de 1.951 con 7 volúmenes.
Por los datos escritos se percibe que los lectores conformaban un pequeño grupo que se repiten mes tras mes (hay que tener en cuenta que ya no iban a la escuela) y que fue variando a través de los años. Por ejemplo, durante el mes de diciembre de 1.945 estos fueron los lectores: Octavio Calles Maldonado, Perfecto Díez Moralejo, José Castaño Ramos, Antonio Píriz Regidor, Luis Castaño Ramos. Entre los cinco sacaron un total de 15 libros.
A destacar que en el mes de febrero de 1.951 fueron 48 libros los prestados: César Mascarell Carrasco con 10, José Pinto Luis con 9, Ezequiel Vicente Fuentes con 8 y Emiliano Ramos de la Peña con 5.
Congratula constatar que muchos de los adolescentes y jóvenes de hace tantos años gustaban de disfrutar de la lectura como los de hoy día, a pesar de vivir en una zona tan rural.