lunes, 15 de agosto de 2016

CON SONES DEL SUR
Se esperaba con cierta expectación a la “Escuela de Folclore Reina Ángeles” de Alájar (Huelva) en su presentación en la plaza mayor de Fermoselle. El alma mater del grupo, Antonio Rodríguez, conocido en el mundo del folclore como Antonio de Huelva, dejó hace unos años su impronta como maestro tamborilero, acompañado por tres mujeres tocando la flauta y el tamboril en esta misma plaza y posteriormente en los locales de la Peña El Pulijón. Los que tuvieron la oportunidad de escucharles en aquella ocasión les recuerdan como verdaderos maestros en esta especialidad de la música tradicional.
De acuerdo al programa de las fiestas patronales de Fermoselle, el pasado día 13, en  su plaza mayor comenzaba a recibir a partir de las siete de la tarde a los amantes del folclore puro. El astro rey calentaba sin piedad lo que no fue obstáculo para que con cierto retraso, aceptado de buen grado por los presentes, el grupo de 16 componentes iniciaran el “paseíllo” hasta el centro de la plaza siendo recibidos por un cálido aplauso.
Tras el saludo del presidente de la Asociación de Tamborileros “Juan de la Encina” de Fermoselle, organizadores del evento, fue Antonio, con guitarra en mano, el encargado de presentar a su agrupación a la vez que agradecía tanto a la Asociación de Tamborileros como al Ayuntamiento,  el que posibilitaran su presencia en nuestro pueblo.
Durante una hora ofrecieron la esencia de un repertorio inesperado ajeno a las típicas sevillanas y que poco a poco fue calando en los espectadores. Antonio concedió una clase teórico-práctica que facilitó el conocimiento de este folclore enraizado en la comarca de Aracena. A base de fandangos, seguidillas, jotillas y otras piezas variadas fue transcurriendo su actuación siempre acompañada por las muestras de agrado del respetable.
Combinando voces  con toques de tamboril y danza consiguieron que los asistentes, unos acomodados en los tendidos y otros en las terrazas, permanecieran hasta el final del acto disfrutando y aprendiendo de unos ritmos desconocidos por estos lares.
El momento cumbre de la jornada coincidió con la interpretación grupal de la “Salve Rociera” que en la plaza mayor de Fermoselle sonó acompañada de un silencio sepulcral.

Como colofón y a petición popular, Antonio, al son de la flauta y el tamboril, ofreció su versión de “Entre dos aguas” de Paco de Lucía arrancando los aplausos de los fermosellanos.



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