lunes, 11 de febrero de 2013

LLEGÓ EL CARNAVAL
Efectivamente. El carnaval ha llegado a Fermoselle. El carnaval, antruejo o carnestolenda es una celebración pública que tiene lugar inmediatamente antes de la cuaresma cristiana, y que combina algunos elementos como disfraces, desfiles y fiestas en la calle.
En nuestro pueblo tiene cuatro momentos importantes: El carnaval en el colegio, el desfile del domingo, la noche carnavalesca del lunes para adultos y el baile de los niños el martes. Todos ellos son muy participativos y ricos en colorido.
Roberto Fariza nos informa de la actividad en el Colegio: El C.E.I.P. de Fermoselle celebra con una chocolatada y bizcochos el comienzo del carnaval. El chocolate, elaborado por algunas de las madres de los alumnos, fue repartido a los niños y asistentes en el mismo patio del colegio. A continuación se inició el desfile con los escolares y las profesoras disfrazados de personajes de cuentos. Como el mismísimo Hamelín hiciera en el famoso cuento de los Hermanos Grimm, los niños siguieron a los tamborileros, -en esta ocasión Roberto, Ángel Linos y Paco-, por las principales calles de la localidad hasta la misma Plaza Mayor. Allí cantaron y bailaron canciones típicas de Fermoselle, como la Coronela, Venimos de Santa Cruz y otras de Zamora, como las Habas Verdes”.

Pero la manifestación más sobresaliente es el desfile general del domingo con la intervención de cuantos viven esta fiesta, bien sea en agrupaciones o individualmente. El inicio y el final se ubica en la Plaza Mayor donde se acumula la mayor parte de espectadores que vibran al son de la música y el ritmo frenético que imprimen los disfrazados. Los niños lo disfrutan  de manera especial el martes en el baile que se hace exclusivamente para ellos con dulces obsequios para todos
Y como de Fermoselle y sus carnavales hablamos, reproducimos un texto de un fermosellano internacional. Nos referimos al poeta, músico y autor teatral del prerrenacimiento español conocido como Juan de Fermoselle o de la Encina nacido en la villa el 12 de julio de 1468. Se trata de la “Segunda Égloga de Antruejo, Carnal o Carnestollendas” y dice así:
Hoy comamos y bebamos
y cantemos y holguemos,
que mañana ayunaremos.
Por honra de San Antruejo
parémonos hoy bien anchos,
embutamos estos panchos
recalquemos el pellejo.
Que costumbre es de concejo
que todos hoy nos hartemos,
que mañana ayunaremos.
Comamos, bebamos tanto
hasta que nos reventemos
que mañana ayunaremos.
DÍA DE LAS ÁGUEDAS
Águedas en la Plaza Mayor
Fermoselle se ha metido de lleno en las tradicionales  fiestas de invierno conocidas como las Águedas y Carnavales. Nos sentimos orgullosos de las gentes de nuestro pueblo que siempre están prestas a superar la monotonía de la vida rural con estas actividades que durante muchas horas añaden novedades al quehacer diario.
En el caso de la celebración en memoria de Santa Águeda (virgen y mártir  italiana nacida en Catania por el año 230. Esta santa ofreció su virginidad a Dios, pero el procónsul Quinciano se enamoró profundamente de ella y como Águeda lo rechazó,  mandó cortarla los pechos y que la quemaran en la hoguera) medio centenar de mujeres vistiendo sus vistosos y lujosos trajes folclóricos animaron la atmósfera de Fermoselle con sus cánticos y bailes. 
Bailando en la carretera
Durante la mañana recibieron las flores de manos de las anteriores damas-águedas, cumpliéndose así el rito del relevo. La ceremonia religiosa tuvo lugar en la parroquial de la Asunción a cuya titular le ofrecieron los ramos de flores. A la hora concertada tomaron el bastón de mando, cedido por el alcalde en el salón de plenos municipal. En su recorrido por las calles y plazas de la localidad acompañadas por Ángel Marcos y Dani, afamados tamborileros de la escuela de folclore vestidos a la usanza tradicional, repartieron dulces típicos de la época, a cuantos se fueron encontrando por el camino. Avanzada la mañana se acercaron a la residencia Conchita Regojo donde rindieron homenaje a las personas mayores compartiendo la fiesta aguedeña. El almuerzo de mediodía, al que se añadieron otra veintena de mujeres, sirvió para reponer fuerzas y la larga sobremesa fue aprovechada para mostrar las cualidades interpretativas de muchas de las “águedas” en las diferentes artes de la canción, el humor y la recitación.
Pasado el Arco de la Villa
La fiesta continuó por la tarde en la plaza mayor donde se concentró un variado público que se contagió del ánimo festivo de las mujeres fermosellanas. El Día de las Águedas finalizó a altas horas de la madrugada después de compartir cena y sorpresas en uno de los restaurantes del pueblo.
Las fotos que recogen algunos de los momentos de la actividad son gentileza de Sara Garrido.