jueves, 31 de marzo de 2011

FERMOSELLE EN CENTINELA
SONETOS
ALFREDO MARCOS
Alfredo Marcos, "Silax", otrora Presidente del Pulijón durante varios años, es un gran amante y dominador de la métrica y la rima. Nos ha dado a conocer una serie de trabajos relacionados con nuestro Fermoselle en los que canta, de forma magistral, lugares y vivencias del terruño. Poco a poco iremos publicando algunas muestras de su quehacer literario. 

Fermoselle, a lomos de dos ríos,
Naufrago que se salvó de sus furias,
Luchando por librarse de penurias,
Altivo sobre los riscos bravíos.

Hijo tuyo por derecho proclamo,
Que eres tierra de gente tan bragada,
Que el Mundo conquistaste con tus garras,
Y al Mundo tú tuviste como amo.

Vigía en estratégica atalaya,
Oteas el horizonte con sigilo
En una duermevela de campaña.

Delante Portugal, atrás España,
No consientas quedar en el olvido.
Pide el pago por todas tus hazañas.

Con lágrimas tus hombres se marcharon
Buscando su condumio y nuevos lares.
Colonos incansables se afincaron
Allende se terminan grandes mares,

Sentaron sus raíces por el Mundo,
En tierra donde todo le era extraño,
Forjaron propio imperio con sus manos,
Viva su morriña hacia el terruño

Que nunca se les fue de su memoria
El paisaje que guarda sus arcanos
De otrora que se esconden en la Historia.

Gritad con vuestra voz fermosellanos:
Mi Pueblo se merece bien la gloria
Tus hijos, de verdad se la han ganado.
Silax M. enero 2010



martes, 22 de marzo de 2011

EL PULIJÓN CON LA JORNADA DE SENDERISMO 2011

La Asociación de Tamborileros “Juan de la Encina” de Fermoselle organiza la X JORNADA DE SENDERISMO E INTERCAMBIO CULTURAL DE FOLKLORE para el día 10 de abril, domingo. La salida se dará a las 9,45 después de haber pagado la inscripción de 12 €. En esta ocasión se descenderá hacia el cauce del Duero utilizando caminos de tierra y veredas. Se estima una duración de tres horas transitando por parajes de extrema belleza, coincidiendo con la explosión primaveral, lo que hace que la exhuberancia de la naturaleza se muestre en todo su esplendor. Finalizada la caminata y ya en la localidad, se podrá degustar la riqueza y variedad de tapas en el recorrido por los diferentes bares. Sobre las dos del mediodía y en los diferentes restaurantes se ofrecerá la comida, con el mismo menú en todos ellos, y que va incluida en la cuota de participación.
A media tarde, en la Plaza Mayor, será la muestra de folklore que este año acoge un acontecimiento de gran relevancia; nada más y nada menos que un homenaje a D. Ángel Garrote, tamborilero veterano que ha sabido mantener la esencia de la flauta y el tamboril hasta la apertura de la escuela de folklore que desde el año 2.000 viene funcionando en Fermoselle con unos resultados excelentes. Ángel conserva el sabor por lo tradicional, por lo más profundo de nuestras raíces, por lo verdaderamente auténtico de nuestras costumbres. Ángel, con sus toques magistrales en romerías, procesiones y todo tipo de fiestas, hizo y hace las delicias de cuantos lo escuchan. Vaya nuestra más cordial enhorabuena de la Peña El Pulijón y que tenga salud para seguir deleitándonos con sus sones durante muchos años.
Como colofón a este día los socios de “Juan de la Encina” y el personal invitado se reunirán en los locales del Pulijón para una cena de hermandad a base de vinos y viandas de la tierra. En la sobremesa no faltarán los cánticos y los bailes típicos de esta zona de los Arribes.
La Asociación Cultural El Pulijón colabora con los tamborileros a través de una ayuda económica y la cesión de su sede social.
ROBERTO FARIZA Y SU DICCIONARIO FERMOSELLANO
Nuestro socio Roberto está metido de lleno en un proyecto altamente interesante relacionado con el acervo cultural de Fermoselle y por extensión de Sayago. Desde el Pulijón le damos la enhorabuena y deseamos que lo haga realidad en breve, incluyendo el término “pulijón” con la acepción de “antorcha festiva”, en caso de que no lo haya contemplado. La Opinión de Zamora ha recogido la noticia en los siguientes términos:

«Diccionario fermosellano». Así se denomina una pequeña pero etnográfica recopilación de vocablos utilizados por los habitantes de la villa de Arribes del Duero, elaborada sin ninguna presura por Roberto Fariza. A modo introductorio, explica que «en la raya fronteriza con Portugal, en concreto en la zona de Arribes del Duero, se habla con un acento diferente, utilizándose palabras y frases desconocidas en otros lugares». Son, expresa el autor, «palabras o expresiones cuando menos curiosas». Precisa, además, que «el fenómeno es conservado principalmente por la situación geográfica y por el aislamiento que supuso estar rodeados de los ríos Tormes y el Duero». La vida en este recóndito escenario ha favorecido la conservación de tan peculiar habla, «que contribuye a un enriquecimiento del vocabulario castellano». Roberto Fariza indica que «muchas de estas palabras y frases siguen utilizándose hoy día, aunque otras han pasado ya al olvido».Fariza ha ido anotando de un tiempo a esta parte los vocablos escuchados a las personas con quienes comparte sus conversaciones y entretenimientos, y especialmente a las personas mayores, un sector social que siguen siendo portador de un lenguaje muy ligado a una vida de campo y de tradiciones. Estas personas de avanzada edad son una importante fuente de expresiones. Con su modo de expresarse dan contenido al breve pero peculiar «Diccionario Fermosellano», ofreciendo términos como «lambujo», referido a la meruja, una planta que crece en los manantiales y que constituye un majar de las ensaladas; o «ajunjera», otra planta igualmente del plato, como ensalada, y también «para alimento del ganado». Otra planta de la zona es conocida como «rumiaco», que según expone el autor es un alga acuática que nace en el río o en las charcas. Para gastar bromas a los jóvenes se utilizaba una planta que produce un jugo lechoso irritante llamada «untapijas», El mundo animal también tiene sus propias denominaciones. El saltamontes es llamado por algunos fermosellanos como «sartigallo»; y el jilguero es conocido como «fina». El ave petirrojo nada menos que lo llaman algunos del lugar «cagamangos», y el por todos conocido chotacabras como «pagañera». La garduña, que va al alza en la comarca de Sayago, es llamada «papialgo».En una villa donde el vino y el aceite tienen un relieve y una impronta, por ello las denominaciones propias del sector también tienen su calado y así, «zapatera» se dice de la aceituna que se queda blanda e insípida; «zambullo» es el olivo silvestre y la «cantarera» es el hueco abierto en la pared para colocar vajillas o la tinaja.En cuanto a expresiones, como medida utilizada para calcular las cepas que tiene una viña se emplea en Fermoselle «el obrero de cava».Es un breve diccionario integrado por únicamente dos centenares de vocablos y expresiones, que Roberto Fariza va colmando y enriqueciendo a medida que las conversaciones cotidianas con los habitantes de Fermoselle sacan a relucir algún vocablo o expresión típica del lugar. Fariza lleva su vocación lingüística, casi filológica, porque además es una persona que vive y disfruta del campo y sus bonanzas. Y lo hace en un núcleo vinculado de lleno con la naturaleza y en un escenario declarado Parque Natural por los valores físicos, etnográficos y vitales que aglutina.

lunes, 7 de marzo de 2011

MANUEL RIVERA, "PULIJÓN DE ORO 2.009"

«Fermoselle es una villa histórica y debemos archivar todo su fondo documental»
«Antes la localidad tenía tanta vida que proporcionaba emigración al mundo entero, hoy es un pueblo de quietud»

NEREA VILLORIA Fermosellano de corazón, hace muchos años que Manuel Rivera Lozano decidió compartir los resultados de su investigación sobre los aconteceres de la villa con todo aquel lector interesado. El pasado mes de agosto su labor de divulgación fue reconocida con el galardón que otorga la asociación «El Pulijón» en un gesto de agradecimiento por su compromiso con Fermoselle, a la que define como «la cuna de la que nunca voy a renegar».

-Tras cuatro años desierto, el Pulijón de Oro ha recaído en usted, ¿se lo esperaba?

-No, la sorpresa ha sido grande porque me considero un fermosellano más pero actualmente no resido allí. El acto de entrega fue muy entrañable con una cena castellana en la que nos reunimos un centenar de personas. Tuve que serenarme para leer mi discurso porque esos momentos de alabanzas me emocionaron. Todo era un perfecto adobado para pasar una noche feliz en un día señalado.

-¿Por qué decide divulgar la historia de Fermoselle?

-Sé que resulta pesado leer cuatro folios de ordenador en un periódico, pero mi intención era conocer y dar a conocer todos los fondos que se guardan de la localidad, que son muchísimos. No sé si algún día pasarán por mis manos todos los legajos que se guardan en los archivos porque ha sido una villa muy rica en producir documentos. Igualmente la frontera generaba tal pasos de mercancías, contrabando, estraperlo y accidentes que ordenarlo todo supone mucho trabajo.

-¿Cómo es ese proceso de recogida de datos?

-Llevo estudiados 250 años de la vida diaria de Fermoselle y voy haciendo un inventario, una guía para que el día en que yo no pueda continuarlo otra persona pueda hacer uso de ellos. En el archivo histórico provincial se conservan todos los protocolos notariales desde 1545 y en el archivo diocesano he consultado todos los libros parroquiales de nacimientos, defunciones, matrimonios y también he estudiado la genealogía y el censo.

-En los últimos años cada vez son más los pueblos que dejan su historia por escrito en publicaciones.

-Lo lógico es que todos la conservaran, por eso pido a mis vecinos que guarden todo lo publicado. Hay que archivar todos los documentos habidos y por haber, da igual que sea un papel escrito a mano que una fotografía o un trabajo en piedra o en piel. Fermoselle en ese sentido no se ha esmerado lo suficiente pero todavía hay tiempo para recoger todos los fondos documentales, aunque existe cierto reparo en cederlos. La Junta de Castilla y León puede hacer una copia o puede incluso comprar el material a particulares y siempre es preferible cederlo a un archivo o a un museo a que se pierda para siempre.

-¿Qué soluciones ve más viables ante la pérdida de población en el mundo rural?

-Fermoselle ha llegado a tener casi 6.000 habitantes por lo que hoy confío poco en un resurgir. La casa del parque y el castillo son grandes atractivos y si el vino volviera a ser un producto interesante en el negocio, si se llenara de olivos que fueran capaces de ofertar un millón de litros de aceite y no 50.000 al año Fermoselle podría ser de nuevo lo que fue. Antes era un pueblo bullicioso, alegre y trabajador y ahora es un pueblo de quietud, que llena por sí mismo una residencia de mayores. Yo fui maestro durante seis años y de los 500 niños que había en la escuela ahora quedan 60. Es la diferencia de un pueblo que tenía esperanza, que como tenía tanta vida proporcionaba emigración al mundo entero y hoy somos los que estamos fuera quienes lo llenamos en las fiestas.

-¿Deben potenciarse más las relaciones con Portugal?

-Con Portugal siempre ha habido muy buenas relaciones, pero tienen que llegar a los gobiernos autonómicos y centrales de España y Portugal a través de las nuevas vías de comunicación e incluso por la política, en el sentido de que una gran comarca que abarcaría Galicia, Asturias, Castilla y León y todo el Norte de Portugal, es decir, la zona Norte del Duero, recabe ayudas europeas para que sigan manteniéndose esos aportes de dinero que tanto se necesitan, por ahí también podía surgir un despegue.

-La concentración popular por la falta de agua durante las pasadas fiestas, ¿tenía antecedentes en la localidad?

-Hace años cuando desapareció el coche de línea los domingos también se manifestó la gente de manera similar. Hoy la falta de agua no la concibe nadie, por eso también hay que recordar a aquel alcalde, Francisco Galiana Hernández, que subió el agua de 5 kilómetros de distancia y 350 metros de desnivel cuando no había medios. Ahora es lógico que al faltar el agua la gente la pida, probablemente de haber estado yo también la hubiera pedido.

-¿Cuáles son sus proyectos de futuro?

-No voy a escribir más libros, si alguna institución o algún interesado quiere todo mi material documental para publicarlo lo cedo desinteresadamente. Pero no busco negocio, sólo busco mi tranquilidad y pasarlo bien en la investigación.

Fermoselle, 1942. Antiguo profesor de Ciencias Sociales, jubilado hace seis años, ha publicado dos libros sobre la historia de su localidad natal y actualmente es colaborador de LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA con sus artículos de divulgación sobre la villa en el dominical, con un total aproximado de 300 páginas escritas. El pasado mes de agosto fue galardonado con el mayor premio que otorga la asociación cultural «El Pulijón», cuyo presidente, Alberto Gavilanes, destacó «el fermosellanismo» con el que impregna todo su trabajo.
NUEVA CARA DE LA CALLE JUAN DE LA ENCINA
Aunque con retraso, nos hacemos eco de la mejora de la calle en la que nuestra Peña tiene su domicilio social. La obra emprendida por el ayuntamiento el mes de agosto, una vez finalizadas las fiestas patronales, concluyó en un par de meses y hay que decir que la imagen que presenta la calle, vista desde la entrada al Pulijón hasta la confluencia de la que baja del Arco o viceversa ha ganado muchos enteros. Su enlosado con la piedra de sayago ofrece sus colores ocres clarooscuros dando sensación de mayor amplitud. Se ha mejorado el alcantarillado y la Peña ha aprovechado la oportunidad para instalar los servicios de desagüe y agua corriente en el pajar situado bajo el sotechado de las viviendas. Expresamos nuestra gratitud al ayuntamiento por esta iniciativa y esperamos que no se tarde mucho en hacer lo mismo con la plazoleta anexa y así reforzar el firme que tantos problemas de seguridad nos ha dado.

domingo, 6 de marzo de 2011

AL PULIJÓN
LUIS COLINO
En memoria de Luis Colino (autor del poema), de Manuel Porrino (rapsoda vehemente) y de los inolvidables y auténticos personajes de las fiestas y vida de Fermoselle Manuel “el Choto” y Paco “el Marujo” (portadores del PULIJÓN) transcribimos esta loa a la antorcha festiva fermosellana.
 “ Pulijón “ de Fermoselle, 
vieja antorcha de las fiestas, 
¡Ay, el “Choto“ y el “Marujo”,
 cómo te traen y te llevan! 
Mefistofélica púrpura
 de pincelada grotesca
 uniforma el garabato
 de la cómica pareja.
 Su simiesca zarabanda, 
sus muecas y zapatetas
 son adornos espectrales
  que al “Pulijón” ornamentan. 
Y bajo el dosel de lumbre 
que alumbra y chisporrotea, 
sus gargantas inacordes 
aúllan “La Coronela”.
 Coro de infantiles voces
 entre sus voces disuena
 y en humorística acústica
 por los tejados se eleva.
 La noche, rugiente,
 lanza mensajes de pirotecnia, 
mientras lusitanos ojos
 guiñan desde la frontera.
 Augurios de tauromaquia,
 encierros, sustos, carreras,
 talanqueras, torerillos,
 bellas mujeres, verbenas.
 Por caminos de ilusiones, 
con alas de amor y seda,
 corazones del terruño
 hacia Fermoselle vuelan.
 Otrora mirando al Duero
 con altivez agarena,
 el castillo, desmochado,
 llora pasadas grandezas.
 Sudorosos, renqueantes,
 ebrios de fuego y zalemas,
 van el “Choto” y el “Marujo”
 por las angostas callejas. 
Calle arriba, calle abajo, 
del Terradillo a las Eras, 
de Santa Colomba al Seco, 
del Arco a la Plaza Vieja... 
Del Castillo a la Portilla, 
del Cristo a la Palombera, 
sin que falten en la ruta 
paréntesis de bodega. 
Calle arriba, calle abajo
 va la incansable pareja
. El anochecer los trae,
 la media noche los lleva.
 “Pulijón” de Fermoselle,
 vieja antorcha de las fiestas,
 sin el “Choto” y el “Marujo”,
 yo no sé quién te encendiera.


La Peña “EL PULIJÓN”, en el momento de su fundación, tomó su nombre, forma parte de su anagrama y como dice Manuel Rivera Lozano en su libro “FERMOSELLE”, editado en 1982…”Aunque murió Paquito Marujo y el Choto ya no portea la antorcha, no por ello se ha perdido esta tradición fermosellana, porque se encarga de ello y lo hace con seriedad y acierto la peña que lleva su nombre” cada Sábado de Toros.