viernes, 17 de abril de 2020

"EL PULIJÓN" CON LOS QUE NOS PROTEGEN

Nuestro presidente, Alberto Gavilanes, quiere hacer llegar a todos los socios, familiares y simpatizantes de la asociación cultural "El Pulijón" de Fermoselle el siguiente mensaje de aliento y cercanía ante la situación tan dura que estamos padeciendo:
"Queridos socios/as y amigos/as.
Espero que estos días confusos los estéis pasando lo mejor posible y sobre todo con buena salud y protegidos de este mal bicho que nos mantiene encerrados en casa.
A pesar de las distancias que nos separan, en la junta directiva no nos olvidamos de ninguno de vosotros y especialmente tenemos en mente a los que habéis tenido la mala suerte de enfermar y por supuesto, también nos acordamos de los que estáis en primera línea luchando para que esto acabe cuanto antes.
Gracias a todas esas enfermeras y médicos que tenemos por los diferentes hospitales, a los que estáis trabajando en residencias y centros de acogida, a los que sois miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, a los que tenéis vuestras empresas abiertas o estáis trabajando para que otros podamos estar tranquilamente en casa, en general a todos.
Para todos vosotros,  El Pulijón también os quiere mandar un aplauso.  Y para que los oigáis, os mando estos aplausos que bien podrían ser de Fermoselle  y ofrecidos por la Junta Directiva."


domingo, 12 de abril de 2020

¡RESUCITÓ, ALELUYA!
Felices Pascuas de Resurrección
Escribía  Floyd W. Tomkins, diácono episcopal estadounidense, que la alegría de la RESURRECCIÓN nos levante de la soledad, la debilidad y la desesperación a la fuerza, la belleza y la felicidad.” Bonitas y significativas palabras que nos recuerdan la rabiosa actualidad, los días tan extraordinariamente difíciles que vivimos, las horas que nos presentan un camino pleno de malas noticias que a veces paralizan nuestra existencia. Parece como si todo fuese un caos incontrolable en nuestro entorno y en el mundo entero. 
Pero como muy bien dice Floyd, “la fuerza, la belleza y la felicidad” deberán ser los tres pilares que nos refloten de esta situación. 
¡Cristo ha resucitado, Aleluya! 

Y con ello, para los creyentes y no creyentes, un nuevo amanecer se  nos presenta con todo su esplendor, una nueva vida nos convoca a reforzarnos ante la brutalidad con la que nos ataca esta pandemia y contra la que uniremos nuestros esfuerzos para derrotarla con la esperanza de que vuelva la felicidad. En Cristo resucitado depositamos la confianza de conseguirlo. Que así sea. Y que el Señor nos ayude a todos, en especial a aquellos que trabajan para curarnos y que no nos falte nada, a los enfermos y sus familiares, y que acoja en su santo seno a cuantos han fallecido.

¡¡Jesús ha resucitado!
Demos gracias al Señor
esa llaga en su costado
es la prueba de su amor.
Gloria a Dios Santo inmortal
poderoso Santo fuerte
para salvar al mortal
tuvo que enfrentar la muerte.
Y ese sendero de espinas
limpió con bendito amor
y dejó rosas divinas
sin las sombras del dolor.
Su santa resurrección
nos trajo la eternidad,
con su hermoso corazón
desbordante de bondad.
Por esa alma tan hermosa
cargada de eterna luz,
por tu acción tan generosa.
(Cristina Oliveira)

viernes, 10 de abril de 2020

DETALLES
Para finalizar el tríptico de la Semana Santa virtual de 2.020 de Fermoselle me detengo en lo que llamo DETALLES. Con ellos quiero reflejar situaciones y elementos que no se observan cuando se participa en las procesiones. Al final aparecen dos audiovisuales correspondientes a la procesión del Santo Entierro del Viernes Santo. Salud para todos.



Manso, con la cruz acuestas,
los ojos mirando al suelo,
en actitud compasiva
va doblado y sin aliento.
El cabello por la espalda
en cascada va cayendo
y un trenzado, por corona,
a sus sienes pone cerco.







     Qué espada de dolor, 
Virgen María,
mirar a Dios, tu hijo, maltratado,
el verlo con la cruz desamparado!
¡Qué luz de sufrimiento 

en negro día!


Cuerpo de Cristo yacente
sobre brocado y madera.
El silencio se supera
mudo…terrible…imponente.
¡Dios ha muerto!


     


Tendido así en el suelo,
en urna de cristal,
Cristo Yacente,
a ti, con gran anhelo
y espíritu doliente,
te implora Fermoselle penitente.


      Tras morir en el Calvario,
descendieron con amor
a Jesús, tras desclavarlo
de la cruz donde expiró.

Se despidieron llorando
y su bendición les echa;
hasta la resurrección
que con mucha fe 
la esperan 


Es noche de silencio
cautivadora de ideas.
La luz que se hace cirio
desparrama sombras, sendas
en iluminadas piedras
para recostar palabras
como gritos proclamando 




 Hoy, que con los hombres voy,
viendo a Jesús padecer,
interrogándome estoy:
¿Somos los hombres de hoy
aquellos niños de ayer?





miércoles, 8 de abril de 2020

¡¡MOMENTOS!! 
En Fermoselle siempre se han celebrado las procesiones de Semana Santa con mucho fervor, respeto y cariño. Se trata de unas procesiones, 5 en total (la del Nazareno, la del Silencio, la del Encuentro, la del Santo Entierro y la de la Resurrección), muy humildes, sin boatos y muy participativas. Se inician en la parroquia y después de largos recorridos finalizan en el mismo punto de partida. En cada una se procesionan dos pasos y durante su desarrollo se alternan las marchas de una banda de música con las canciones tradicionales semanasanteras entonadas por las gentes participantes dirigidas por el sacerdote, siempre revestido. Ninguna tiene cofradía propia por lo que todas las tareas que implican su desarrollo recaen sobre personas voluntarias.
La procesión del Cristo de la Agonía se diferencia de las demás porque se realiza a media noche del Jueves Santo después de que los cofrades “juran guardar silencio”, se procesiona solamente una talla, el recorrido sigue las principales calles de la Villa y los componentes de la cofradía visten túnica y capirote de color morado junto a una capa blanca.

Recordemos varios  MOMENTOS que seguro nos traerán recuerdos que este año no podremos contemplar en directo. Completan las imágenes unas citas de los Libros Sagrados.

“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”












“El cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a qué aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz”.












“Jesús sabía que ya había hecho todo lo que Dios le había ordenado. Por eso, y para que se cumpliera lo que dice la Biblia, dijo: «Tengo sed». Había allí un jarro lleno de vinagre. Entonces empaparon una esponja en el vinagre, la ataron a una rama, y la acercaron a la boca de Jesús. Él probó el vinagre y dijo: «Todo está cumplido». Luego, inclinó su cabeza y murió”.

“El cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a qué aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres".




“Jesús le contestó: —Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie puede ir al Padre si no es por medio de mí”.




“Dios amó tanto a la gente de este mundo, que me entregó a mí, que soy su único Hijo, para que todo el que crea en mí no muera, sino que tenga vida eterna.” 



“Después de esto, sabiendo Jesús que ya todo estaba consumado, dijo, para que la Escritura se cumpliese: Tengo sed. Y estaba allí una vasija llena de vinagre; entonces ellos empaparon en vinagre una esponja, y poniéndola en un hisopo, se la acercaron a la boca. Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu”.



“Señor Jesús, reconozco que eres Dios y que moriste por mí, en esta hora te pido perdón por todos mis pecados, te pido perdón por todo el tiempo que estuve lejos de ti, hoy quiero que me aceptes en tu redil, 



¡Si él murió por mí, hoy yo quiero vivir para Él!

“Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte.” 


















martes, 7 de abril de 2020

MISERERE AL CRISTO DE LA AGONÍA
El canto religioso del Miserere fue creado por Gregorio Allegri en torno al año 1.638. Lo compuso para ser cantado en latín el miércoles y el viernes de Semana Santa en la Capilla Sixtina (Basílica de San Pedro en el Vaticano). Musicaliza el Salmo 51 en el que se narra la visita del profesa Natán al rey David por haber cometido un adulterio, de ahí que también se le conozca como el Salmo de David.
En Fermoselle siempre se lo oí interpretar a capela a Ramiro, sacristán de la parroquia, los días de Semana Santa dirigiendo a los cofrades de la “Orden Tercera de San Francisco”. Posteriormente también la entonaron, con mucho acierto, Anselmo Fortuna y Jesús Varas. En la actualidad el coro de los cofrades de Nuestro Señor de la Agonía la canta el Miércoles Santo durante la “Procesión Nocturna del Silencio” en diferentes momentos del recorrido.


 Ten piedad de mí, oh Dios,
Conforme a tu misericordia:
Conforme a la multitud de tus piedades
Borra mis rebeliones.


Lávame más y más de mi maldad,
Y límpiame de mi pecado.
Porque yo reconozco mis rebeliones;
Y mi pecado está siempre delante de mí.


A ti, a ti solo he pecado,
Y he hecho lo malo delante de tus ojos:
Porque seas reconocido justo en tu palabra,
Y tenido por puro en tu juicio.


He aquí,
En maldad he sido formado,
Y en pecado me concibió mi madre.


He aquí,
Tú amas la verdad en lo íntimo:
Y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría.
Purifícame con hisopo, y será limpio:


Lávame, y seré emblanquecido más que la nieve.
Hazme oír gozo y alegría;
Y se recrearán los huesos que has abatido.
Esconde tu rostro de mis pecados,
Y borra todas mis maldades.


Crea en mí, oh Dios,
Un corazón limpio;
Y renueva un espíritu recto dentro de mí.
No me eches de delante de ti;



Y no quites de mí tu santo espíritu.
Vuélveme el gozo de tu salud;
Y el espíritu libre me sustente.
Enseñaré á los prevaricadores tus caminos;


Y los pecadores se convertirán a ti.
Líbrame de homicidios, oh Dios,

Dios de mi salud:


Cantará mi lengua tu justicia.
Señor, abre mis labios;
Y publicará mi boca tu alabanza.


Porque no quieres tu sacrificio,
Que yo daría;
No quieres holocausto.


Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado:
Al corazón contrito y humillado
No despreciarás tú, oh Dios.
Haz bien con tu benevolencia á Sión:


Edifica los muros de Jerusalén.
Entonces te agradarán los sacrificios de justicia,

El holocausto ú ofrenda del todo quemada:
Entonces ofrecerán sobre tu altar becerros.