LOS
TAMBORILEROS DE FERMOSELLE
EN
SANTIAGO
Con
sus sones conquistan la plaza del Obradoiro
La Asociación de
Tamborileros Juan de la Encina de Fermoselle ha cumplido un año más con la
organización de una de las actividades más esperadas por sus socios como lo es
la excursión. En esta ocasión la Junta Directiva eligió el largo fin de semana
del Día del Pilar para desplazarse hasta Galicia con el objetivo de disfrutar
de sus paisajes, sus monumentos y su gastronomía. Durante esos 4 días han
tenido tiempo para visitar puntos tan emblemáticos como La Guardia y Santa
Tecla, la isla de Arosa, O Grove, La Toja, Bayona, sin faltar Santiago de
Compostela.
El grupo conformado
por una treintena de asociados, todos uniformados, han hecho revivir nuestro
folclore fermosellano allá por donde han paseado. No faltó a la cita la
profesora enamorada de Fermoselle Iza Flores llegada desde Oporto. El paseo
marítimo de Bayona, donde dispusieron del hotel como base de operaciones, fue la primera localidad en percibir la valía
de esta sección de tamborileros (Roberto, Ángel, Toño y Paco), percusionistas
(Pili, Sara y Ángela) y con el complemento especial del acordeonista (Paco),
que fueron desgranando parte de su amplio repertorio ante la mirada atenta y un
tanto perpleja de las personas que allí se encontraban. No faltaron las
correspondientes fotos y los aplausos de los viandantes como agradecimiento a
la actividad musical.
Pero sin lugar a
duda fue en Santiago de Compostela donde los músicos fermosellanos dejaron su
impronta de su buen hacer. Las plazas del Obradoiro y de las Platerías recogieron
sus actuaciones llenándose de canciones y
ritmos típicos de nuestro terruño pero que allí son totalmente desconocidas.
Tocaron, cantaron y bailaron a rabiar mientras los espectadores los acogieron
con simpatía y hasta les solicitaron diferentes poses fotográficas para
llevarlas como recuerdo. Jotas, pasodobles, fandangos, charradas, pasacalles y
hasta La Coronela ambientaron con aroma folclórica los espacios tan jacobeos
repletos de peregrinos y turistas. Los del Juan de la Encina demostraron, una
vez más, que saben dejar el pabellón de Fermoselle en lo más alto allá donde se
presentan.
