domingo, 30 de abril de 2023

 EL DESCENDIMIENTO

En Fermoselle, a pesar de haber finalizado los días de la Semana Santa, queda un vestigio que nos recuerda durante cincuenta días lo sucedido con la persona de Cristo, es decir, su pasión, muerte y resurrección. Ese vestigio o señal lo podemos contemplar en el templete de cuatro sencillas columnas dóricas de fuste liso situado en las cercanías del cementerio. Me refiero al lienzo o ropaje que se mantiene atado a la cruz de madera clavada en una base de piedra de mampostería justamente en el centro del templete. 



Tal vez, en otros tiempos, se ejecutaría allí el descendimiento, que no era más que el “Descenso de la Cruz”, una escena que forma parte del ciclo de la Pasión y que se sitúa entre la Crucifixión y el Llanto sobre Cristo muerto. Narra el episodio en que el cuerpo de Cristo es desclavado y bajado de la cruz por José de Arimatea y Nicodemo, que se ayudan con escaleras y una tela de lienzo de algodón. 

Esta tela, Esta tela, Fermoselle, permanece “al viento” hasta el Domingo de Pentecostés siendo respetada por cuantos pasan ante ella. Según nos cuenta Roberto Fariza en su libro “Historias y Leyendas de Fermoselle” en una ocasión no ocurrió así, pues una cigüeña se lo llevó a la torre del campanario de la iglesia para construir su nido.

Desconozco si existen datos de cuál pudo ser el Cristo articulado con el que se hacía tiempos atrás el Descendimiento en Fermoselle, por lo que me atrevo a plantear la siguiente pregunta: ¿No pudo haber sido nuestro “Señor de la Urna” o Cristo Yacente que se procesiona la tarde del Viernes Santo en la procesión del Santo Entierro?


domingo, 16 de abril de 2023

 EL MARTES DE PASCUA…SAN ALBÍN

En Fermoselle el Martes de Pascua de Resurrección se vive con intensidad inusitada. Es un Martes diferente a los del resto del año. Es una fecha muy esperada por el vecindario porque se celebra  la romería de San Albín, una de las primeras en el calendario provincial. Constituye un día en el que se mezcla lo religioso con lo gastronómico y lo folclórico. Aunque en el calendario laboral no figura como festivo, ello no es óbice para que las gentes se lo tomen como una jornada cargada de alegría y jolgorio.


La mañana se presentó totalmente primaveral lo que colaboró para que antes de las once, hora anunciada para el comienzo de la Eucaristía, la ermita se encontrara prácticamente ocupada por un numeroso grupo de fieles. D. Mariano, párroco encargado de oficiar la misa (por cierto, la primera vez, pues lleva poco tiempo en Fermoselle) hizo hincapié en su homilía de que  debemos ser persistentes en la consecucción de los objetivos que nos marcamos en la vida. Finalizó con tres “Vivas a San Albín”.


Posteriormente, en el atrio de la ermita, el ayuntamiento ofreció periquillos, licor café y refrescos a todos los asistentes, pues es considerado como “mayordomo perpetuo”. Mientras, los tamborileros del grupo “Juan de la Encina” animaron la fiesta a base de jotas y otras piezas coreadas y bailadas por los más animosos.

A media tarde los vecinos volvieron al entorno de San Albín para rematar la jornada festiva. Tras el acostumbrado rosario se degustaron las meriendas, individualmente y en grupo, a base de hornazo, huevo cocido y lomo cular que es lo acostumbrado y típico del “DÍA DE SAN ALBÍN”. Nuevamente hicieron acto de presencia los Tamborileros y las Pandereteras del “Juan de la Encina” caldeando el ambiente de forma muy notable.

El próximo Martes de Pascua se volverá a rendir homenaje a este Santo tan carismático para la Villa de Fermoselle…Allí estaremos bajo el amparo del Santo.