sábado, 31 de agosto de 2019

SE BAJÓ EL TELÓN FESTIVO
Con la presentación del libro “Conversaciones con el latonero” de Manuel Jesús de Pedro y el regreso en procesión de nuestra Señora la Virgen de la Bandera a su Santuario del Convento se pone fin a este mes de agosto, mes lleno de actividades y festejos para todos los gustos y que a decir de los fermosellanos ha sido muy diferente al de los últimos años.
Se cerró el telón de la Ferias y Fiestas “Fermoselle 2.019” y damos la bienvenida a otro periodo que nos llevará sin pausa al 2.020. Atrás quedan muchas cosas para el recuerdo: la emoción de los encierros, los siempre esperados festejos taurinos, el sonido de la Campana Torera, el deambular de las peñas dando colorido a las calles, los abrazos y despedidas a los familiares y amigos, las fiestas gastronómicas, las tapas de los bares junto a los cafés y refrescos en las terrazas, el paseo por las bodegas y la feria hispanolusa, 
la música tradicional y la decena de discomóvil, los hinchables y la fiesta de la espuma, los encierros infantiles, las noches sin fin, los atardeceres con el sol entregándose a Portugal en lontananza, las atracciones de las ferias y los churros reconfortantes al amanecer, el descanso en los tendidos, 
la pose en las talanqueras para las fotos, la juerga y el cansancio formando un todo, los juegos para niños y mayores, la Virgen de la Bandera y San Agustín, las rutas medioambientales, las marchas solidarias, los conciertos, las fiestas religiosas y las profanas, las reivindicaciones del ayuntamiento y las pancartas de las peñas cubriendo la circunferencia de la plaza, el pregón de un niño muy listo y el ofertorio de todo un pueblo, los pasacalles del Pulijón con la Cucú Band y su famosísima lotería…todo un gran conglomerado de actos y eventos que se iniciaron un 1 de agosto y finalizan el 31 del mismo mes.
Fermoselle ya reposa de tanto ajetreo. Los coches van desapareciendo del casco antiguo cada vez con menos gentes. Ahora tocan unas horas de descanso y a emprender el ritmo algo más monótono que nos imponen nuestros deberes cotidianos. No importa. 
Ya queda menos para el “agosto 2.020” que nos recibirá en Fermoselle para, una vez más, llenarnos de felicidad junto a los nuestros, a los que queremos, a los fermosellanos. Así os lo deseamos los del Pulijón desde estas páginas. Buen regreso a casa y a ser felices.

LA CAMPANA TORERA HA ENMUDECIDO
Y se lo tiene bien merecido después de comunicar con diligencia y puntualidad exquisita a los fermosellanos del inicio de las diferentes actividades comprendidas en la exhaustiva programación de los festejos patronales. Ahora toma un largo periodo de descanso de 11 meses que pasará inadvertida a excepción de las horas del reloj o, Dios no lo quiera, de  alguna circunstancia excepcional peligrosa para la localidad. En estos dos casos su tañido suena de manera diferente para los fermosellanos y que lo perciben de manera clara.
A nuestra Campana Torera le corresponde olvidar el ajetreo de estos días en las que Emilio, el campanero oficial, la ha hecho trabajar con mucha intensidad y una duración superior a la que nos tenía acostumbrado. Diez minutos continuos, en cada sesión, trasmitiendo a los cuatro vientos la emoción y el carisma   de los que se iban a celebrar en la plaza mayor o cualquier otro punto de la Villa. Se nota que los años no pasan por ella. Siempre el mismo sonido, el mismo timbre, la misma intencionalidad, los mismos ritmos que arrastran a las gentes que durante el mes de agosto viven y disfrutan en Fermoselle.
Ella, desde lo alto de la torre del ayuntamiento, vigilará en silencio todo cuanto ocurre en el ágora fermosellana, en el mentirote, en los bares. Estará atenta a las fiestas y saraos que se ejecutan en Fermoselle durante el año. Señalará el paso inexorable del tiempo a cuantos dirijan su mirada hacia la rejería que la abraza en lo alto. Permanecerá inmutable a los avatares del día a día en el pueblo. Guardará en su “memoria” lo que ha realizado durante el mes de agosto sumándolo a la tranquilidad que le rodeará a partir de ahora. Le pedimos que nos espere como ángel de la guarda a los amantes de la fiesta y de las emociones.
Que tengas un reparador  y largo descanso, amiga Campana Torera.

jueves, 29 de agosto de 2019

¡¡VIVA SAN AGUSTÍN!!
Han pasado muchos años en los que el día de San Agustín, que al fin y al cabo continúa siendo el patrón de las fiestas de Fermoselle, como reza en la contraportada del “Libro de Ferias y Fiestas“ con el titular de “San Agustín 2019” quedaba desdibujado al situarse fuera del periodo festivo y por lo tanto sin ningún tipo de conmemoración.
Pues este año no ha ocurrido así. Su onomástica se ha llenado con cierto contenido tanto religioso como  festivo. A media mañana se celebró  la correspondiente eucaristía presidida y oficiada por el párroco D. Isaac. En su homilía destacó los valores del Santo de Hipona, nacido en Tagaste (Argelia-Imperio romano) el año 354, Padre y Doctor de la iglesia católica siendo uno de los más grandes genios de la humanidad.
Posteriormente a la misa y aprovechando la excelente temperatura que ofrecía el tiempo a esa hora se llenaron los bares y terrazas de la localidad para en torno a los vinos de las tierras y las sabrosas tapas conversar sobre las fiestas que están a punto de finalizar.
Por la tarde, en  la plaza de toros del Paseo se presentó un espectáculo un tanto inédito en Fermoselle teniendo como protagonista al caballo. La empresa “Duende Ecuestre”  con los preparadores de los équidos hizo vibrar a los fermosellanos, que ocupaban toda la zona de sombra. Cabriolas inverosímiles, movimientos acompasados, desplazamientos calculados, coreografías de ensueño, bailes sincronizados, y otros tipos de piruetas embriagaron a los espectadores que aplaudieron a rabiar. Y sin olvidarnos del trabajo de la pareja de ponis que enloquecieron a los más pequeños.
La noche, muy cálida, animó a los vecinos a salir a la calle para seguir disfrutando del “Día del Patrón” que este año sí tuvo su recompensa festiva.
Finalizo con los últimos versos del Himno al Pulijón, compuesto por Paulino Hernández que dicen así:
¡Viva el Pulijón!
¡Los fermosellanos!
La Virgen de la Bandera
Nos acoja con su manto.
¡Viva el Pulijón!
¡Los fermosellanos!
¡Y viva San Agustín!
Que por él lo celebramos.

(Las fotografías corresponden al archivo de Roberto Fariza)
   

miércoles, 28 de agosto de 2019

UN MAGO EN EL PULIJÓN
La Asociación de Tamborileros Juan de la Encina de Fermoselle quiso finalizar su programación de las fiestas patronales 2019 con una tarde de sonrisas y magia. Para ello utilizaron la sala de usos múltiples del Pulijón. 
Ángel, un cocinero fermosellano que trabaja en Barcelona es un gran aficionado a los juegos de manos y otras habilidades mágicas. Aunque en un principio se había programado para un número limitado de espectadores, porque al mago le “gusta trabajar en  la cercanía y con la participación directa del público”, al final se congregaron más de sesenta personas  con el ánimo dispuesto a disfrutar durante la hora y media que duró el espectáculo.
Ángel combinó una serie de trucos con utilización de  cartas, monedas, pañuelos, cajas, abanicos, cuerdas, etc. que colmó la ilusión tanto de los pequeños como de los mayores. En cada uno de los juegos intervinieron una buena parte de los asistentes. 
Entre su amena y graciosa palabrería y su dominio y finura en cada uno de los juegos se paso la jornada mágica con monedas que desaparecían, con cartas que cambiaban de color, con cajas que se vaciaban por encanto, y hasta con la levitación de una mesa que se convirtió en la traca final.
Tarde mágica, tarde para recordar, tarde repleta de ilusión, tarde “embobados” por el trabajo de un aficionado que bien podría ser un auténtico mago profesional. Gracias, amigo Ángel.  E igualmente a los Tamborileros de Fermoselle.

















martes, 27 de agosto de 2019

EL PULIJÓN CIERRA LAS FIESTAS 2.019
El Pulijón remató sus fiestas el Lunes de Toros con dos reuniones gastronómicas ya tradicionales en los últimos años. La de mediodía consistió en un suculento y apetitoso “arroz a la zamorana”. 
En honor a nuestra provincia nos encanta despedirnos con este plato típicamente zamorano elaborado por una experta en la cocina como es  Mary Carmen (por algo fue finalista junto a Roberto, otro socio del Pulijón, en el programa de RTVCYL “Duelo de Fogones”). 
Para su confección utilizó, junto a sus colaboradoras, dos paelleras preparadas para atender a 250 comensales bien servidos. Como ingredientes esenciales en su receta aparecen el arroz, la costilla y la panceta que tratados con mucho “mimo” producen un óptimo resultado.
Mientras las cocineras se afanaban en los fogones, los socios de la “comisión de apoyo” se dedicaron al montaje de los tres comedores disponibles: la panera, el asador y el bar. Había que atender a todos los asistentes y liberarles de la llovizna que apareció por la mañana y amenazaba con persistir también por la tarde. 
Con todos los elementos cuidadosamente preparados se recibió a los comensales que degustaron con fruición tan exquisito plato.
Pero faltaba la cena. 35 kilos de sardinas esperaban en los frigoríficos del Pulijón para ser asadas en las planchas preparadas al efecto. El “asado de sardinas” siempre es el último en celebrarse para evitar los olores que despide posteriormente este pescado. 
Esta reunión, tal vez la menos numerosa, se convierte en la más esperada por la dificultad de obtener tan buenos resultados si se intenta en las viviendas habituales.
Aun así, centenar y medio se socios se sumaron a la despedida de las fiestas patronales con el regusto de haber disfrutado de unos días de asueto en confraternización de tantas personas que solamente se pueden ver  en esta ocasión festiva.
Desde aquí, buen regreso a casa a todos y que el recuerdo del “San Agustín 2019” permanezca en el corazón hasta  el próximo 2.020.  

EL PULIJÓN LLEVÓ LA FIESTA A LA CALLE
El Pulijón, una vez más, llenó las calles de Fermoselle de alegría y diversión, sobreponiéndose a una mañana con nublados y lluvias que amenazaban con entorpecer las actividades programadas.
Finalizado el encierro, rápido y sin incidentes, comenzaba el “vermú charanguero” por los bares de la localidad. Encabezados por la charanga de Medina del Campo “CUCÚ BAND” y seguida por un buen número de “pulijoneros” con ganas de marcha se dirigieron en primer lugar al barrio situado en lo alto de la Villa, más concretamente en la plazuela de Santa Colomba. 
A pesar del “chirimiri”, el ritmo charanguero no faltó durante más de media hora junto al bar “La Colomba” que en ese momento se encontraba abarrotado de clientes, algunos de los cuales bailaron al son de los músicos medinenses. Había que seguir, ahora hacia la zona de los bares de la parte baja de Fermoselle. La lluvia desapareció y  animó a los “desfilantes” a escenificar las diferentes piezas bullangueras que se marcaban los de la charanga. 
El paso por el Arco fue apoteósico. Pero lo mejor y más espectacular estaba por llegar. En la zona del Paseo  el jolgorio se desbordó. La gente salió de los bares y se unió a los del Pulijón en la fiesta. Todo se convirtió en un torbellino de saltos, cánticos, vueltas y revueltas que no había forma de pararlo. Y  en cada descansillo de la charanga la gente les solicitaba “más madera”.
La parte final de desarrolló junto a la iglesia parroquial. Más de un centenar de  fermosellanos   se divirtieron a rabiar y mostraban sus ganas de que aquello no debería acabar. 
La banda, contratada por el Pulijón, cumplía con sus dos horas de gratificante trabajo y dio por cerrada su actuación. Una foto para el recuerdo quedó como muestra de testigo de lo que ocurrió en Fermoselle un lunes de toros un tanto apagado por las malas condiciones meteorológicas y por el éxodo que ya había comenzado el domingo.
Agradecer desde aquí a los bares que ofrecieron bebida y tapas a los nueve músicos que componían la CUCÜ BAND. Para el próximo año más y mejor.

lunes, 26 de agosto de 2019

NOCHE MÁGICA RECREANDO EL MEDIEVO
Se cumplieron los peores augurios. La tarde noche del domingo de todos se puso imposible meteorológicamente con tormentas continuas impidiendo la realización de algunas actividades, como la verbena. La peña El Pulijón había programado una cena medieval y el posterior desfile. 
Con las dependencias decoradas recordando el medievo y con la suculenta alubiada elaborada por Adela y ayudantes se presentaba una noche estupenda para disfrutar. Arreciaba el chaparrón y llegaban noticias de la suspensión de la verbena. Parecía difícil poder salir en esas condiciones con los trajes medievales. Faltaba, a media cena, la recreación de los avatares del obispo Acuña y el alcaide Ronquillo en la fortaleza de Fermoselle, argumentada y dirigida por la socia Adriana,  protagonizada por varios actores del Pulijón. Resultó de una originalidad adaptada al momento y al lugar. Durante este ínterin y como por arte de magia, el tiempo mejoró, desapareciendo la lluvia y el vendaval.
Ello nos permitió cumplir con el reto de realizar un breve desfile hasta la plaza mayor. Se encendieron las antorchas, sonaron las canciones medievales de los músicos y los participantes, de dos en dos, iniciaron el recorrido en perfecto orden. 
Nos habíamos trasladado a épocas pretéritas que estamos seguros se cumplieron por estas angostas calles de Fermoselle. Faltaban los espectadores pero los ánimos de los intervinientes siempre estuvieron muy altos. Foto oficial en la plaza mayor y regreso a la sede social del Pulijón para continuar con la representación de unos “romances de ciegos” muy aplaudidos y vitoreados. Antonio, “el ciego” y Roberto “el lazarillo” cumplieron con su papel a la perfección. La noche lóbrega se convirtió en mágica para los del Pulijón. Fue el Domingo de Toros.