jueves, 15 de agosto de 2019

AL SON DE TAMBORILES, GAITAS Y PANDERETAS…
Miércoles, 7, 30 de la tarde en Fermoselle. Al son de gaitas, tamboriles y panderetas iniciaron un pasacalles desde el Arco hasta la Plaza Mayor la Asociación de Tamborileros Juan de la Encina. Comenzaba, así, la primera parte de la  XXV Muestra de Música y Danza Tradicional organizada y patrocinada por la Asociación Cultural “El Pulijón”. 
Por delante esperaba una hora larga en la que se mostraría el trabajo de esta agrupación que ensaya desde el año 2.000 para estar a punto ante sus vecinos y visitantes en estas fechas festivas. Siempre es desbordante la ilusión que ponen sus componentes para que todo lo programado resulte del gusto de los espectadores.
Para que la tarde resultase más entretenida para el numeroso público asistente se fueron intercalando piezas de bailes con las instrumentales de los tamborileros. No faltaron los brindis, la actuación de un gaitero, los solos de las pandereteras y la colaboración especial del acordeonista Paco.
Se abrió la Muestra con interpretación de “El torito cariñoso” una de las canciones toreras más conocida y cantada por los fermosellanos. La sección de baile continuó con “los labradores”, “el charro de Mayalde”, “los toritos”, “la araña” y “la pajera”, entre otras de su amplio repertorio. La maestría en la ejecución de cada danza caló entre los espectadores que correspondían con calurosos aplausos.
Los tamborileros y el grupo de percusión ofrecieron en una mixtura músico-vocal una buena selección de su trabajo. “El tío Babú”, “los pastores”, “a la luz del cigarro”, “la molinera” y “cómo dormirás Manolo” resonaron en el coliseo fermosellano. La voz  templada de Agustín junto a las de sus compañeros arrastró al público haciéndole partícipe de la fiesta.
A destacar la interpretación del gaitero con “la Adelaida” y una  tarantela del acordeonista junto a las pandereteras.
Como broche  final, como ya es costumbre, y con la intervención directa de los espectadores más “atrevidos”, se entonó “la Coronela”, se danzó en torno a “la botella” y no faltó un pasodoble torero bailado a la antigua usanza.
El reloj de la torre del ayuntamiento marcaba las 9 cuando los actuantes se retiraban a los locales de la peña El Pulijón para degustar unas sopas de ajo, huevos fritos con choricillos a la cerveza, regados con tinto y clarete de los Arribes que alegraron el cuerpo para aguantar el tirón de  sobremesa nocturna con las típicas canciones de bodega.
Y el próximo sábado, a las 8 de la tarde y en el mismo auditorio nos espera la Asociación Etnográfica “Don Sancho” de Zamora.

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