LAS PEÑAS FESTIVAS DE FERMOSELLE
“EL ALMA MULTICOLOR DE
SAN AGUSTÍN”
Cada agosto, Fermoselle deja de ser un pueblo y se convierte en un estallido de vida. Las peñas festivas —auténticas columnas vertebrales de las Ferias y Fiestas de San Agustín— hacen que la Villa respire algarabía, tradición y comunidad.
Las barandillas que rodean el coso taurino se llenan de pancartas, coloridas y orgullosas, como estandartes de un ejército pacífico de alegría. Este año, se contabilizaron 38 visibles, aunque el libro oficial de fiestas recoge hasta 52 peñas. Muchas de ellas muestran el símbolo del toro, homenaje a las raíces taurinas de la celebración, junto con nombres e imágenes que revelan su identidad única.
Algunas rinden tributo directo a las fiestas agosteñas como El Pulijón, La Coronela o La Talanquera. Otras, como Los Aviscueros y Los Pirifuelles, rescatan palabras del léxico local, recordando que las fiestas también son cultura viva.
Y luego están esas peñas que, con nombres como Desakato, Desmadre, Descontrol, Descoloke, Desertores, Depravaos, Escándalo, retratan con humor la efervescencia de la juventud y los momentos que rompen con lo cotidiano. No faltan los guiños a estados alterados, como Resakón, Desenfreno o Colocón, donde el exceso se convierte en parte del ritual colectivo.
Cada grupo, grande o pequeño, contribuye a un mosaico humano que transforma el paisaje urbano en una obra maestra festiva. Porque en Fermoselle, las peñas no sólo se reúnen: vibran, cantan, saltan y hacen que el calendario cobre sentido.
Las fiestas son un ritual para desatar lo que el año reprime, para abrazar lo compartido y recargar el alma para lo que vendrá. Que viva el toro, que vivan las peñas… y que nunca falte el Pulijón.
¡¡Hasta el
próximo 2.026!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario