¡EL PULIJÓN HUELE A FIESTA!
Cocina, risas y
tradición en marcha
Hoy, el domicilio social del Pulijón ha dejado de ser ese rincón tranquilo que respira paz durante el año. El silencio se ha roto, y lo ha hecho con el mejor de los sonidos: el de las risas, las charlas y el bullicio de quienes trabajan con ilusión por las fiestas que se acercan.
Un grupo de mujeres —las guardianas de los fogones festivos— se ha puesto manos a la obra para adelantar tareas culinarias que les permitirán disfrutar más adelante de los momentos de ocio junto a todos los socios. A ellas se han sumado Nico y Víctor, siempre dispuestos, que han actuado como ayudantes en todo lo que se les ha requerido. Y como broche de ternura, tres niños han pelado y troceado ajos con esmero, demostrando que el espíritu del Pulijón se transmite desde pequeños.
Dos faenas se han resuelto con matrícula de honor:
- Un guiso de costillas que se congelará hasta el lunes de toros, cuando se transformará en un sabroso arroz a la zamorana.
El desmigado de tres hogazas que, junto a los choricillos a la cerveza, formarán parte del menú del sábado 16 de agosto, justo después de la primera parte de la XL Muestra de Música y Danza Tradicional, a cargo de los Tamborileros de Fermoselle “Juan de la Encina”.
La jornada ha transcurrido en un ambiente de camaradería auténtica, entre bromas, comentarios y muchas ganas de compartir. Porque en el Pulijón, cada gesto cuenta, cada ayuda suma, y cada encuentro fortalece lo que somos: una comunidad que celebra con sabor, con música y con corazón.
Gracias a todas y todos los colaboradores. Hoy, el Pulijón ha vuelto a
latir… y huele a fiesta.
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