sábado, 1 de agosto de 2020

LA CAMPANA TORERA SE SUBLEVÓ…
levantando el vuelo sobre el virus y animando a los fermosellanos en esta época de penurias varias. En esta ocasión no nos ha vencido el maligno. Ha sido dominado en toda regla. Nuestra Campana siempre ha estado presente en los momentos importantes, buenos o malos, y ahora lo hace sin tener miedo a nada ni a nadie para comunicar a los cuatro vientos que en Fermoselle se respira aire de fiesta contenida y limitada, aire de fraternidad con la llegada de los familiares que durante todo el año han estado alejados y añorando el reencontrarse con sus seres queridos, aire de cercanía con los amigos (guardando las distancias) para compartir las experiencias habidas durante el periodo de confinamiento, aire de pasearse  sin prisas por el callejero medieval, aire para sentarse junto a la puerta saboreando los pareceres del vecino, aires para hablar del gobierno y otros asuntos en el mentirote, aire de disfrutar del medio natural y  ambiental en este rincón acariciado por el Duero y el Tormes, aire de tantas cosas que esta sabia Campana transmite a los fermosellanos.
¿Y a qué viene este preámbulo un tanto nostálgico? Pues a que hoy, 1 de agosto de 2.020, a las 12 del mediodía, la Campana Torera, como cada año en esta fecha, ha expandido su sonido inconfundible por el mundo entero. A esa hora del Ángelus se ha producido el abrazo fraternal y esperado durante mucho tiempo entre ella y Emilio, campanero fiel y muy avezado en estas lides. 

Nada más aparecer a través de la minúscula y angosta puerta que da acceso a la torre del Ayuntamiento sus miradas se han cruzado casi sin saber qué decirse. Algo raro se produce frente a ellos. Observan que no existen ni las talanqueras ni los tendidos que cada año conforman la plaza de madera, que el “abuelo” ha renunciado a estar presente en esta tan extraordinaria cita y que los asistentes, encabezados por las autoridades, les dirigen sus miradas con una separación entre unos y otros que no es frecuente y cubriendo parte de sus rostros con un atuendo un tanto misterioso conocido como mascarillas que casi les amedrentan.

Pero la pareja de Campana y Campanero deciden de forma instantánea dedicarse a lo suyo. Emilio sujeta con seguridad la soga que cuelga de su badajo e inicia el enérgico repiqueteo a la vez que los vecinos de abajo aplauden y vitorean largamente y con entusiasmo el trepidante sonar de las alturas. El campanero, que se ha deshecho momentáneamente  de su mascarilla para poder respirar sin dificultad, imprime, a petición de su compañera, un frenético y continuo tan tan con la trascendental misión de trasladar a los fermosellanos y simpatizantes de la Villa de dentro y fuera que también este año 2.020 hay que vivir la fiesta, aunque de otra forma, con precaución y seguridad. Los de abajo así lo entienden y se felicitan “coco con codo” para que así sea después de 9 minutos de duración.
Simultáneamente, en la plaza de Santa Colomba, sonaron las campanadas desde la torre del campanario.
Video cedido por Alberto Gavilanes
 Ha comenzado el mes festivo en Fermoselle. Es una realidad aunque mal acompañados por el temor al COVID 19. Felices días desde “El Pulijón”. ¡Disfrutad!
Video cedido por Francisco Marcos


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