martes, 31 de julio de 2018

CON LA TRADICIÓN: 

SUENA LA CAMPANA TORERA

De forma escrupulosa se cumple la tradición en Fermoselle de que llegado el primer día de agosto la Campana Torera debe de repiquetear como adelanto y aviso del inicio de un mes festivo en su totalidad. Esto ocurre a las doce del mediodía del citado mes. A esa hora tan angelical se rompe el silencio anual transformándose en miles de pedazos sonoros que a través del viento  y siguiendo los cuatro puntos cardinales se expanden por los cinco continentes con la mágica intención de refrescar el corazón de todos los fermosellanos con el anuncio del arranque de sus fiestas.
La última campanada que marca las 12 de la mañana se une a la enérgica reacción del campanero, que en estado de atención absoluta, le da una sucesión continua produciéndose un resonido que enerva especialmente a los que participan de forma activa desde la zona sombreada del coso maderil intentando frenar los latidos del corazón que afloran espontáneamente transformándose en un mar de aplausos dirigidos y ofrecidos a partes iguales para campana y campanero.
Los cinco intensos minutos que aproximadamente dura el retiñir son aprovechados   por muchos de los asistentes para ponerse en contacto con familiares y amigos a quienes, utilizando las nuevas tecnologías, les retransmiten instantáneamente la ansiedad, la emoción y el regocijo que se experimentan en esos momentos. 
Todo ha pasado en un abrir y cerrar de ojos. Campanero y campana se toman unos días de asueto que les vendrán muy bien para aguantar las laboriosas jornadas que les esperan a partir de la segunda quincena de agosto.

Ese mismo día y a la misma hora se repiten idénticos  rituales en el campanario que se encuentra sobre el edificio del consultorio en la plaza de Santa Colomba. Aquí los vecinos lo celebran degustando chochos, cacahuetes y limonada al son de la charanga que da paso a cánticos y bailes tradicionales hasta bien entrado el mediodía. Decir que este acto se inició en épocas recientes.
Escuchemos nuestro símbolo taurino y festivo por excelencia, en esta ocasión en horario nocturno, que le da un aura especial y sobrecogedora. ¡¡A vivirlo con pasión!!

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