LA LIMONADA,
ELIXIR
FERMOSELLANO PARA DIOSES
Si ayer fue el “licor café” hoy le ha tocado el turno a la limonada, uno de los quehaceres que el Pulijón mantiene desde la fecha de su fundación, camino de los 51 años, dándole un trato exquisito en su elaboración, pues no en vano se sigue aplicando la fórmula dejada por Emilio García el que fuera una de las columnas básicas de esta gran asociación.. Ahora es su yerno Roberto Fariza quien, junto a un equipo competente, se ha encargado de esta honrosa tarea de elaborar esta típica bebida que no falta en ninguna de las reuniones gastronómicas organizadas por el Pulijón.
Es más, cuantos
fermosellanos y visitantes de la Villa pasan ante la sede del Pulijón (en la
Calle Abajo) durante sus fiestas patronales son obsequiados por unos riquísimos
y saludables tragos de limonada bien fría, por supuesto, que se acompañan con
un buen “puñao” de altramuces o “chochos” como se les denomina por estos pagos.
Fariza, acompañados por Urko, José, Ina y Toño han realizado la componenda en una de las bodegas del Pulijón, alejados del apabullante calor que estos días azota nuestra tierra del oeste zamorano. El combinado de un buen vino tinto con la cantidad de agua y azúcar correspondientes, junto a los limones y frutas varias, una vez reposado se transforma en un elixir apto para los paladares más exigentes.
Finalizado el trabajo enológico, pasaron a la planta noble del Pulijón para dar buena cuenta a unos trozos de jamón y chorizo, suavizados con una fantástica ensalada de tomate, mientras se cataba la limonada para dar el visto bueno.
En los próximos días se
elaborarán, como es costumbre, en baño de madera, los 30 cántaros de vino que
se degustarán a lo largo de la “semana grande fermosellana”.
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