sábado, 1 de agosto de 2015

AGOSTO EN FERMOSELLE
Hoy es el día. 1 de agosto. Se cumple la hora. Una hora redonda. Son las 12 de la mañana. Momento en el que miles de fermosellanos en la diáspora dirigen sus pensamientos y sus emociones  hacia esa tierra que les vio nacer o los ha visto crecer ( a los más jóvenes provenientes del exterior) y en el que los residentes en la villa salen a la plaza mayor o a las calles con la alegría desbordante que se produce cuando algo importante ocurre en el entorno. Y es que ese símbolo taurómaco y festivo que conocemos como “Campana Torera”, la “Campana”,  lanza a los cuatro vientos sus tañidos de hermandad que poseen una fuerza de convocatoria inigualable. Comienza el mes de agosto, el mes más esplendoroso del año durante el que los fermosellanos, aparcando sus quehaceres diarios, se reúnen en su pueblo para disfrutar de los festejos de toda índole: gastronómicos, taurinos, deportivos, musicales y culturales, entre otros, organizados por el Ayuntamiento y las Peñas que dan vida y colorido a las fiestas.
Pero volvamos a las 12 del mediodía. Mientras suenan las 12 campanadas aflora desde lo más profundo de nuestro ser estos versos con rima popular y que se cumplen cada año:
“Señor Alcalde Mayor,

Por favor se lo pedimos
¡Mande tocar la Campana!
“Pa” que sepan los vecinos
Que las fiestas ya se inician,
Que preparen lo debido,
Que avisen a familiares,
Amigos y conocidos,
Para que de inmediato
Se pongan en camino
Hacia esta hermosa villa
Donde serán recibidos
Como ellos se merecen:
Con alegría y buen vino,
Con verbenas y vaquillas
Y encierros de novillos.
¡Sed bienvenidos, follacos,
Por el mundo repartidos,
Que disfrutéis de estas fiestas
Con vuestros seres queridos!

Suena la última campanada de las 12 y el “maestro campanero” ha iniciado con un ritmo frenético el golpeteo del badajo metálico. Las gentes situadas en el coso frente a la fachada del ayuntamiento no pierden ripio de lo que ocurre en lo alto del campanario. Han sido unos minutos de éxtasis colectivo sin casi tiempo para hablar. Aplausos finales y felicitaciones entre los asistentes.
A esa misma hora en  la Plazuela de Santa Colomba un numeroso grupo de fermosellanos celebraban el inicio del mes festivo compartiendo viandas y vino de la tierra.
 Han dado comienzo las fiestas anuales de San Agustín en Fermoselle. En la villa ya todo es jolgorio y frenesí. No esperemos más. Son las 12 y cinco del día 1 de agosto del año 2.015. En Fermoselle...en estos instantes.

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