lunes, 15 de diciembre de 2025

 DourOliva:

La familia que ha devuelto el alma aceitera a Fermoselle con su Museo del Aceite

Si difícil es encontrar una familia de emprendedores en lo que se ha dado en llamar la España vaciada, más difícil aún es hallar un verdadero ejemplo de emprendimiento familiar arraigado al territorio. Sin embargo, en Fermoselle, corazón de los Arribes del Duero, la familia Díez Ramos —Tomás Díez, Isabel Ramos y su hijo Alberto— está demostrando que la innovación, la tradición y la pasión por la tierra pueden convivir y prosperar.




Desde hace unos años, estos emprendedores apostaron por un producto tan valioso como simbólico: el aceite de oliva virgen extra, ese “oro líquido” que comercializan bajo la marca DourOliva. Su proyecto ha crecido con fuerza, consolidándose día a día gracias a la calidad del producto y al compromiso con la identidad local.

Pero la visión de la familia iba más allá de la simple comercialización. Mientras DourOliva tomaba forma, Tomás Díez decidió adquirir un edificio cargado de memoria: la última almazara que molturó aceitunas en Fermoselle, propiedad de Ricardo Regojo y conocida popularmente como la “Tahona del Tío Largo”. ¿El objetivo? Nada menos que rescatar del olvido un oficio ancestral y transformarlo en un espacio vivo de divulgación.



Así nació el Museo del Aceite de DourOliva, inaugurado el 27 de julio de 2024 en una fábrica que data de 1883 y estuvo en funcionamiento hasta 1999. Un lugar donde pasado y presente dialogan a través de máquinas, aromas y recuerdos que, de otro modo, habrían quedado perdidos.



El proyecto ha supuesto un enorme esfuerzo de recuperación y restauración. Bajo la dirección de Alberto —hoy alma visible de la iniciativa— la familia rescató piezas originales de la tahona y reunió, gracias a vecinos y amigos, numerosos utensilios relacionados con la elaboración del aceite. El resultado es impresionante: molinos trituradores, vasijas, tinajas decantadoras, romanas, sinfines, zafras, prensas hidráulicas con sus capachos, bombas de pistón, batidoras, filtros, calderas, infernillos… Una colección completa que permite revivir el proceso tradicional, incluso con algunas máquinas funcionando ante los visitantes.



En la antigua almazara se recuerda cómo las aceitunas se trituraban hasta obtener una pasta que luego se prensaba para separar el aceite del alpechín —o alperujo, como también se denomina en la zona— siguiendo técnicas que durante generaciones definieron la economía local.

El recorrido museístico se completa con un aula de formación y catas gastronómicas donde los visitantes pueden degustar aceites, vinos, mermeladas y otros productos locales. Aquí se desvelan los secretos del AOVE, se transmiten conocimientos y se celebra la riqueza culinaria de los Arribes. En ocasiones, la experiencia culmina con cenas maridadas y actuaciones profesionales, convirtiendo el museo en un punto cultural y social único en la comarca.


El esfuerzo no ha pasado desapercibido. Pasado el verano, el Museo del Aceite de DourOliva recibió el premio al Mejor Oleoturismo con Experiencia Maridaje en los Premios a la Excelencia Turística 2025. Un logro que otorga prestigio nacional e internacional a esta iniciativa familiar, capaz de fusionar tradición olivera con propuestas gastronómicas y culturales de vanguardia.




Lo que la familia Díez Ramos ha creado va más allá de un museo: es un compromiso con la memoria, la identidad y el desarrollo sostenible de Fermoselle. Su labor demuestra que el patrimonio no solo se conserva, sino que puede reactivarse para generar riqueza, turismo y orgullo local.



La última almazara privada de Fermoselle vuelve a respirar, no como un vestigio del pasado, sino como un faro para el futuro. Y todo gracias a una familia que creyó en su tierra, en su historia y en el poder del emprendimiento rural.

Desde la Asociación Cultural El Pulijón, entidad a la que pertenecen Isabel y Tomás, felicitamos a toda la familia por el éxito de esta iniciativa a la vez que le deseamos un futuro prometedor y duradero.

jueves, 11 de diciembre de 2025

 PANCARTA DEL PULIJÓN…AGOSTO 1983

El año 1983 quedó grabado en nuestra memoria colectiva como una fecha decisiva para el futuro del Pulijón. No era un año cualquiera: celebrábamos una década de vida, diez años que rompían los augurios de aquellos que, movidos por la envidia o la incredulidad, habían pronosticado que nuestro espíritu se disiparía con el tiempo, como ceniza llevada por el viento. Pero no fue así. Lejos de diluirse, la esencia pulijonera había echado raíces profundas durante esa primera decena, consolidándose con una fuerza difícil de ignorar.

La pancarta de aquel año hablaba por nosotros. Sin adornos ni imágenes, solo con una frase que resumía a la perfección la respuesta a los agoreros:
“…Y AL DÉCIMO DESCANSO. EL PRÓXIMO HABLAREMOS…”



Era una declaración de intenciones. Habíamos llegado al décimo, y sí: hablaríamos en el siguiente, y en el otro, y en los que vinieran. Lo demostramos cumpliendo veinte, treinta, cuarenta y, finalmente, cincuenta años. La historia ha sido testigo de que la fortaleza del Pulijón nunca dependió del azar ni de favores externos.




Y es que nadie nos regaló nada. A lo largo de aquellos primeros años hubo momentos complicados, intentos de zancadillas y obstáculos que amenazaron con truncar el camino. Pero cada uno de ellos fue sorteado con la misma determinación que caracteriza a nuestra Junta Directiva, cuya firmeza y buen hacer mantuvieron el rumbo siempre claro.

Como símbolo del entusiasmo y la buena salud de la asociación, en aquel X Aniversario se decidió obsequiar a cada socio con una pequeña “escultura”: el anagrama metalizado del Pulijón, cuidadosamente anclado sobre una peana donde figuraban grabados el nombre y los apellidos de su destinatario. Un detalle sencillo, pero cargado de significado, que muchos aún conservamos como un recordatorio tangible de la fuerza de nuestros inicios.




1983 no solo fue un año de celebración; fue el año en que confirmamos que habíamos llegado para quedarnos. Un punto de inflexión que marcó la senda por la que el Pulijón seguiría avanzando durante décadas.

Otros detalles que complementan a este año:

-El número de socios se situó en los 81.

-Se aprueba el reglamento de concesión del “Pulijón de Oro”.

-Estreno del uniforme actual: camisa y pantalón o falda blancos con chaleco azul celeste.

-Se modifican las cuotas anuales estableciendo la cantidad de 4.000 ptas.

-El poeta fermosellano Alfredo Silva Almeida presenta uno de sus libros en el espacio de usos múltiples de la Asociación.



-Presentación del estandarte con el anagrama confeccionado por las monjas dominicas de Zamora ubicadas en el Monasterio de Santa María la Real de las Dueñas, en el barrio de Cabañales

jueves, 27 de noviembre de 2025

 ¡¡AQUELLOS BAILES EN MI PUEBLO, FERMOSELLE!!

En Fermoselle, hace ya algunos años, el baile no era solo una simple actividad de ocio, sino una auténtica tradición que formaba parte del día a día del pueblo. Aquellas generaciones que vivieron en el siglo XX, especialmente las mayores, se caracterizaban por su afición al baile, y no solo por disfrutarlo, sino por su destreza en los ritmos tradicionales de la época. Se les conocía con cariño como "los bailones" y esa fama de expertos bailarines no era en absoluto exagerada.


A lo largo del siglo pasado, el pueblo fue testigo de la existencia de varios salones de baile que daban vida a las noches fermosellanas del fin de semana y también durante las fiestas patronales de agosto y de navidad. En la entrada de la plaza, a la derecha, se encontraba el baile del Chanquero, un lugar mítico para los habitantes de entonces. Más allá, en lo alto del castillo, estaba el baile de la Sociedad y también el Chapi, unos espacios amplios para la música y la danza que se convirtieron en áreas de encuentro de generaciones enteras.

Otro de los lugares en el que se podía disfrutar de una noche bailonga, aunque en momentos esporádicos durante el año, era el Casino, el cual, en su época fue un verdadero centro social. El acceso a la zona de cafetería, de juego y de baile estaba reservado solo a los socios, lo que le confería un aire exclusivo. Y aunque los tiempos de juventud de muchos de nosotros fueron diferentes, había una regla tácita: corbata obligatoria para asistir a las diferentes sesiones. No era negociable. Durante el mes de agosto, se organizaban grandes reuniones con orquesta, aunque antes de que la tecnología llegara para quedarse, el sonido lo proporcionaba una gramola que estuvo muchos años en el centro del Casino.

Las orquestas, daban vida a las tardes de baile. La de Pereruela, la de Amador de Cibanal, la de Fermoselle y especialmente la famosa de los Hermanos Moya, de Cabeza de Caballo, conocidos popularmente como "Los Chupaligas" llenaban con su música el ambiente y convertía el salón en un espacio donde se entrelazaban historias de amor, amistad y risas.

El baile no solo era un acto de diversión, sino también una verdadera prueba social. Alrededor de la pista, siempre había un círculo de butacas, donde se sentaban las madres y, a veces los padres, de los jóvenes que participaban en la danza. Su presencia no era casual, ya que, en muchos casos, servían de "vigilantes" discretos de las relaciones de sus hijos e hijas. Era casi un ritual social, una forma de asegurarse de que todo estaba en orden, de que las parejas se comportaban correctamente y de que los jóvenes obraban con respeto.


Una de las costumbres más peculiares de aquellos bailes era la forma en que se iniciaba el acto en sí. El joven –siempre eran los chicos- que quería sacar a bailar a una chica debía primero hacer la invitación, pero no siempre recibía una respuesta afirmativa. En muchos casos, las chicas rechazaban educadamente la propuesta, lo que se conocía como "dar calabazas". Pero si la invitación era aceptada, la costumbre era que el baile se hiciera en tres piezas seguidas. Aunque el chico o la chica pudieran sentirse incómodos o no disfrutar completamente de la pareja, debían aguantar la aprobación hasta el final, sin mostrar malestar.



A medida que avanzaban las horas, aquellos que se atrevían a bailar más de tres piezas se convertían en los verdaderos valientes de la pista. Además, de cara a los asistentes era tomado como una relación más seria como encaminada a algo más serio, es decir al noviazgo. Bailar en aquellas épocas era un acto de compromiso y determinación, y para los más jóvenes, un verdadero reto social. Aquellos momentos, tan llenos de tensión y emoción, quedaron grabados en la memoria colectiva del pueblo como una de las tradiciones más queridas. Así, a través de la música, el baile y las costumbres que pasaban de generación en generación, Fermoselle vivió y respiró al ritmo de sus bailes tradicionales. Los salones, las orquestas y las gramolas de antaño ya no están, pero el recuerdo de aquellos momentos sigue vivo en los corazones de los fermosellanos que, hoy más que nunca, siguen sintiendo el pulso de esa tradición de la que formaron parte. Aunque ya no se celebren tantos bailes, el alma de Fermoselle sigue bailando al son de aquellos recuerdos y las historias de los “bailones” que, con sus pasos, marcaron el ritmo de toda una época.

Los locales citados continúan en pie pero con otras actividades. El Casino alberga el hotel Rural Antiguo Casino de los Arribes, el Castillo solamente ofrece unas vistas magníficas de Fermoselle y del arribanzo (su construcción interior se encuentra abandonada) y el del Chanquero no es visible.

viernes, 21 de noviembre de 2025

 EL PRESIDENTE Y LA SECRETARIA DEL PULIJÓN RECOGEN SENDOS PREMIOS A PROYECTOS DE EDUCACION AL DESARROLLO

El CEIP Fermoselle y el CEIP Pedro I de Tordesillas reciben en Valladolid un reconocimiento a sus proyectos de educación para el desarrollo

La asociación celebra con enorme orgullo el reconocimiento recibido hoy en Valladolid por dos de sus miembros: Alberto, presidente de la asociación y maestro del CEIP Pedro I de Tordesillas, y Begoña, secretaria del Pulijón y Directora y docente del CEIP Fermoselle. Ambos han visto premiados los proyectos de educación para el desarrollo que sus centros llevan impulsando durante el último curso.

El acto tuvo lugar en el PRAE de Valladolid, donde el consejero de la Presidencia, Luis Miguel González Gago, hizo entrega de 21 galardones destinados a proyectos educativos y trabajos académicos sobre cooperación internacional al desarrollo. En total, se otorgaron 65.000 euros, una ayuda que permitirá a los centros seguir desarrollando sus iniciativas y profundizar en nuevas líneas de investigación y sensibilización.

Durante la entrega, González Gago destacó que estos premios buscan servir como “guía práctica” para que otros centros educativos de Castilla y León incorporen la cooperación al desarrollo de manera transversal en su día a día. Subrayó además el papel transformador de la educación, recordando que quienes impulsan estos proyectos —docentes, directores, alumnos y universidades— son “los auténticos protagonistas por ir más allá del sistema tradicional”.


Los 13 premios destinados a centros educativos han llegado a colegios e institutos de Burgos, León, Salamanca, Valladolid y Zamora, y reconocen propuestas muy diversas: uso de tecnología, semanas culturales, guías educativas o proyectos acompañados por ONG. En todos ellos, los estudiantes han ocupado un papel central.

Para nuestra asociación, este reconocimiento es motivo de especial satisfacción. El trabajo de Alberto y Begoña refleja un compromiso profundo con una educación que mira al mundo, fomenta la solidaridad y tiende puentes entre culturas. Sus proyectos no solo enriquecen a los alumnos de sus centros, sino que también inspiran al resto de docentes que creen en una escuela capaz de transformar su entorno.

Desde aquí enviamos nuestra más sincera enhorabuena a ambos y a toda la comunidad educativa que respalda estas iniciativas. Seguiremos trabajando para que la educación para el desarrollo sea un pilar estable en nuestros colegios y una oportunidad real para nuestros estudiantes.

https://comunicacion.jcyl.es/web/jcyl/Comunicacion/es/Plantilla100Detalle/1284663638052/_/1285582186452/Comunicacion

miércoles, 19 de noviembre de 2025

 EL PULIJON REAFIRMA SU PAPEL EN LA APERTURA Y DIFUSIÓN DE LAS BODEGAS HISTÓRICAS DE FERMOSELLE

La Asociación Cultural El Pulijón, una de las entidades con mayor trayectoria en la defensa del patrimonio local, vuelve a situarse en el centro de la actualidad cultural de Fermoselle al reivindicar su labor como pionera en la recuperación, conservación y apertura al público de las bodegas históricas que se esconden bajo el casco antiguo de la villa. Su implicación en este ámbito se remonta a más de cuatro décadas, cuando en 1979 la Asociación adquirió una vivienda tradicional que, dos años después, sería acondicionada como sede social y punto de partida para su proyecto de divulgación patrimonial.
Desde 1981, año en el que se completaron las obras de adecuación del inmueble, El Pulijón ha mantenido una actividad continuada, abriendo sus puertas a cientos de visitantes procedentes tanto de la propia comarca como de otros puntos de la provincia y del país. Muchos de ellos han descubierto, por primera vez, las galerías subterráneas que conforman uno de los elementos más singulares del urbanismo fermosellano: un entramado de bodegas excavadas en la roca que durante siglos sirvieron como espacios de elaboración y conservación del vino, así como de despensa-almacén familiar y que hoy constituyen un atractivo turístico en auge.

Entre los momentos más relevantes de esta trayectoria destaca la visita institucional de agosto de 1982. Aquel día, el entonces ministro de Obras Públicas, acompañado por el gobernador de Zamora y el alcalde de Fermoselle, Hermenegildo Píriz, recorrió las instalaciones de El Pulijón. La comitiva culminó el acto con un simbólico brindis “porrón en mano”, un gesto que quedó grabado en la memoria local como un reconocimiento al potencial histórico y cultural de estas cavidades. Las autoridades, según recuerda la asociación, auguraron entonces un futuro prometedor para unos espacios que en el pasado formaron parte esencial de la vida económica y social de la villa. 



Ese pronóstico no parece equivocado. En la actualidad, y en un contexto de crecimiento sostenido del turismo rural y cultural, Fermoselle se encuentra inmersa en una creciente demanda de visitas a su subsuelo, donde se estima que existen más de un millar de bodegas. En este escenario, las instalaciones de El Pulijón continúan destacando como uno de los referentes más consolidados y accesibles para el público general, abriendo brecha en una “carrera turística” en la que el patrimonio enológico se ha convertido en un reclamo de primer orden.

El balance más reciente confirma esta tendencia. El mes de octubre, que acaba de concluir, ha sido especialmente prolífico en lo que respecta a las visitas grupales organizadas por la asociación. Vecinos, turistas nacionales e incluso grupos llegados de otras regiones se han adentrado en las galerías históricas gracias a los recorridos guiados por el socio Roberto Fariza, experto en esta materia, que El Pulijón ofrece de forma regular. La entidad valora muy positivamente la afluencia registrada y subraya que este interés refuerza su compromiso de seguir trabajando en la conservación y difusión de un legado que, cada vez más, se reconoce como símbolo de identidad de Fermoselle.

Mostramos un listado de los visitantes:

-Recital poético de Asociaciones de la comarca de Sayago.


-Alumnado de primero a cuarto de Primeria del Colegio Santísima Trinidad Pinilla Amor de Dios de Zamora.



- Un autobús de asturianos hospedados en el balneario de Almeida.

- Un numeroso grupo procedentes del Pais Vasco.


-Participantes en el proyecto Iberlobo on Bike celebrado en la Casa del Parque


-Alumnos del CRA Tierras de Sayago, centro con acreditación Erasmus+ y con aulas en Muga de Sayago, Villar del Buey, Fariza, Torrefrades y Torregamones, celebró los Erasmus Days en la localidad de Fermoselle.



-Autoridades participantes en la presentación de las II Jornadas Gastronómicas “Cruzando La Raya. Sabores de la Frontera” organizadas conjuntamente por la Junta de Castilla y León y las regiones Norte y Centro de Portugal.

-Las visitas guiadas puestas en marcha por la Diputación de Zamora con motivo de la celebración de las XXVIII edición de las Edades del Hombre “EsperanZa”.



La tercera de ellas partirá hacia Fermoselle los días 29 de octubre y 19 de noviembre y con los siguientes lugares a visitar: la Plaza Mayor de la localidad sayaguesa, la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, las bodegas históricas del Pulijón y el mirador panorámica de los Arribes del Duero.

Estos datos demuestran fehacientemente que la apuesta realizada por el Pulijón hace ya 44 años ha resultado fructífera.

martes, 11 de noviembre de 2025

 HERMINIO RAMOS, AMIGO DEL PULIJÓN:

EN SU CENTÉSIMO ANIVERSARIO

Hay vidas que se confunden con la historia del lugar al que pertenecen. Y la de D. Herminio Ramos Pérez —nacido en La Tuda el 4 de noviembre de 1925— es, sin duda, una de ellas. A sus cien años recién cumplidos, su nombre se pronuncia con respeto, con afecto y con una gratitud compartida en toda la provincia de Zamora, donde su figura se ha convertido en un símbolo de cultura, identidad y amor por la tierra.



1.997-Homenaje a la Hilandera - Biblioteca de Fermoselle

Sayagués por excelencia, hijo de un paisaje de encinas, piedra y memoria, D. Herminio representa esa estirpe de hombres que comenzaron su vida en la dureza del campo —fue pastor en su infancia— y, a fuerza de empeño y curiosidad, hicieron del conocimiento una vocación de servicio. De pastor a profesor, de historiador a Cronista Oficial de la Ciudad, de Concejal de la corporación de Zamora a Delegado Provincial de Cultura, su trayectoria resume una vida entregada a la transmisión del saber, la defensa de las tradiciones y la preservación del patrimonio.


1.978 - Primer Concurso de Tamborileros del que fue Jurado - Fermoselle

Su labor, extensa y variada, ha dejado huella en cada rincón de la provincia. Profesor, escritor, articulista, investigador, concejal, Delegado Provincial de Cultura, conferenciante incansable y divulgador apasionado, Herminio Ramos ha sabido tender puentes entre la erudición y el pueblo, entre los libros y la palabra hablada. Su verbo claro, su tono cercano y su infinita paciencia para explicar lo complejo desde lo sencillo lo convirtieron, hace décadas, en una referencia obligada para todo aquel que quisiera conocer la historia de Zamora y de sus comarcas.


1.985 - Charla en la Planta Noble del Pulijón

En cada charla, en cada acto o tertulia, D. Herminio ofrecía no solo datos y fechas, sino también el alma del territorio: anécdotas, leyendas, canciones, costumbres y personajes que forman parte del patrimonio inmaterial zamorano. Y lo hacía, casi siempre, de forma altruista, con la generosidad de quien entiende que el conocimiento cobra sentido cuando se comparte.

Con respecto a la Asociación Cultural El Pulijón de Fermoselle destacar algunas de las ocasiones en las que nos prestó su sabiduría:

1978 -Formó parte del jurado del 1º Concurso de Tamborileros del “Bajo Duero”.

1985 -Impartió una charla en nuestra planta noble.

1997 -Intervino como conferenciante en el “Homenaje a la Hilandera” en la Biblioteca de Fermoselle.

2013 -Colabora con un artículo en la revista editada por la Asociación con motivo del 40 Aniversario de su fundación.

2017- El 1 de abril se le dedica un post de nuestro blog en la sección de “A vuela pluma”. https://elpulijon.blogspot.com/2017/04/a-vuelapluma-herminio-ramos-perez.html


2013 - Artículo dedicado al Pulijón en el  40 Aniversario de su fundación

Por eso, desde la Asociación Cultural El Pulijón de Fermoselle, queremos rendirle un reconocimiento muy especial. Porque también nosotros hemos tenido la fortuna de contar con su colaboración, con su palabra siempre dispuesta y su entusiasmo inagotable. En más de una ocasión, D. Herminio atendió nuestras invitaciones para ofrecer conferencias, por lo que agradecemos desde esta página su relación con El Pulijón, siempre dispuesto a colaborar en cualquier tipo de actividad cultural. Tenemos presente su último artículo que aparece en la Revista que la Asociación editó con motivo del 40 Aniversario de su fundación titulado: “EL PULIJÓN COMO BANDERA” y que finaliza con este párrafo: “Quede en este breve comentario, mi admiración, y en ella y con ella mi felicitación, a quienes desde sus principios me obsequiaron con su atención y su afecto, circunstancias que marcan y quedan grabadas para siempre en esos rincones vivos. Siempre, de las más sincera amistad, mi felicitación y enhorabuena para todos.”

Como símbolo de la amistad mantenida en el tiempo, cada año por la Pascua de Navidad nos cruzamos la correspondiente felicitación.


Alumna  junto a la escultura de su Profesor en la plaza de San Ildefonso erigida en 2.009 


Hoy, cuando celebramos su centenario, miramos su ejemplo como se mira a un faro antiguo: sólido, firme y luminoso. Su vida demuestra que el amor a la tierra y a la cultura es una forma de servicio público, y que la memoria colectiva necesita guardianes como él para no desvanecerse con el tiempo.

Desde Fermoselle, desde la ribera del Pulijón, enviamos nuestro abrazo más sincero y nuestro agradecimiento profundo.
Felicidades, maestro. Enhorabuena, D. Herminio.
Por su magisterio, por su palabra y por su vida entera dedicada a Zamora.

lunes, 10 de noviembre de 2025

 EL PULIJÓN COLABORA
CON LA EXPOSICIÓN ETNOGRÁFICA DE LA “RAYA”

Las actividades incluidas en las II Jornadas “Cruzando la Raya”, organizadas por la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte de la Junta de Castilla y León en colaboración con las regiones Norte y Centro de Portugal, continúan desarrollándose según lo programado. Entre ellas destaca la exposición etnográfica inaugurada el pasado 1 de noviembre en la ermita de San Sebastián de Aldeadávila de la Ribera (Salamanca), que podrá visitarse hasta el próximo 11 de enero.


Arado romano. Colección particular del Pulijón - Fermoselle

La muestra ofrece una visión amplia y detallada de la riqueza etnográfica de los Arribes del Duero, un territorio donde la historia, la tradición y las costumbres compartidas a ambos lados de la frontera han dado lugar a una identidad cultural única. Los visitantes pueden recorrer un conjunto de objetos vinculados tanto a la vida cotidiana como a las celebraciones festivas, con especial atención a elementos emblemáticos como las capas de honras y los llamativos atuendos utilizados en las mascaradas tradicionales que aún se conservan en los pueblos de La Raya.


Tonel y bota de copa. Colección particular del Pulijón - Fermoselle

La exposición, caracterizada por su diversidad y valor patrimonial, ha sido posible gracias a la colaboración de numerosas instituciones y coleccionistas particulares de España y Portugal. Entre las entidades participantes figuran museos locales, asociaciones culturales y ayuntamientos de ambos países, que han cedido temporalmente piezas representativas de su patrimonio popular.

 Aquí va el listado de los colaboradores:

·        Colección particular Carmen Granado

·        Asociación Cultural el Pulijón, de Fermoselle

·        Câmara Municipal de Miranda do Douro

·        Associação Genuíno Cobertor de Papa

·        Câmaras Municipais de Castro Daire, Fundão, Gouveia e Seia

·        Colección particular Daniel Cruz Sagredo (cedidas por el Ayuntamiento de Aldeadávila de la Ribera)

·        Colección particular de Roberto Fariza, de Fermoselle

Fuelle inflador de los pellejos. Colección particular del Pulijón - Fermoselle

 Con esta iniciativa, las II Jornadas “Cruzando la Raya” consolidan su propósito de estrechar los lazos culturales entre Castilla y León y las regiones portuguesas vecinas, fomentando el conocimiento mutuo y la valorización de un legado compartido que sigue vivo en las tradiciones, los oficios y la memoria de sus gentes.


La Asociación Cultural El Pulijón ha contribuido con  esta exposición aportando una serie de objetos procedentes de sus bodegas históricas situadas en Fermoselle. Se pueden contemplar un arado romano (en latín aratrum) un tonel, un fuelle inflador de pellejos, una bota de brocal de madera o de copa y un pellejo. Por su parte, Roberto Fariza, vitivinicultor de Fermoselle y socio del Pulijón ha colaborado con un par de esnales o asnales y un hacha podón.

Esnales o asnales. Colección particular de Roberto Fariza- Fermoselle

Una vez más, nuestra asociación hace gala de su generosidad, esta vez con el noble propósito de rescatar del olvido aquellos elementos antiguos que conforman la esencia misma de su acervo cultural.