lunes, 8 de abril de 2024

 DIAS DE CAPAS Y ROMERÍA EN FERMOSELLE

Efectivamente, “días de capas y romería en Fermoselle”. Recién estrenada la primavera en la localidad se celebran dos acontecimientos muy particulares y entrañables para todo el vecindario: el día de las capas correspondiente al Domingo de Resurrección y la festividad de San Albín el Martes de Pascua. 


DÍA DE CASPAS: Auspiciado por la asociación de tamborileros “Juan de la Encina” y desde hace tres años se convoca e invita a los vecinos a rescatar y desempolvar las capas de los armarios y de los baúles para con esa prenda de tanta tradición en la Villa confeccionada con paño puro de lana y cashmere, asistir a la eucaristía del Domingo de Resurrección y, posteriormente, participar en el encuentro de Cristo resucitado frente a su Madre celestial en el centro de la Plaza Mayor. 


En esta procesión toman cierto protagonismo los tamborileros de “Juan de la Encina”, todos portando dicha prenda, haciendo sonar sus gaitas y tamboriles marcando el ritmo apropiado para los portadores y portadoras de ambas imágenes. 


Cumplidas las tres venias reglamentarias emitidas con energía por uno de los vecinos proveniente de una familia que lo vienen realizando desde hace muchísimos años se da paso al momento tan esperado y, en cierta manera espectacular, en el que se despoja a la Virgen de su manto negro  de luto para pasar a lucir su cara inmaculada como símbolo de la resurrección. Y finalizado el acto vuelta a la parroquia.


Muchos de los capistas, formando grupo de los tamborileros, recorrieron los bares degustando sus tapas variadas y los vinos de los Arribes.

DÍA DE ROMERÍA: Se pierde en el tiempo la celebración festiva del Martes de Pascua en Fermoselle, aunque es más conocida como el Día de San Albín. 


Con todo el boato que requiere una festividad tan popular, es el propio ayuntamiento, como institución, la encargada de dar realce a la misma. Todo se desarrolla en torno a la ermita del Santo, aunque el centro del altar lo preside la virgen de la Merced. Desde hace unos años ya no se realiza la procesión a pie, junto a las autoridades, desde la plaza hasta el templo. Mesa para recogida del óbolo, eucaristía presidida y animada por el párroco D. Mariano, la fidelidad de los devotos (a pesar del tiempo desfavorables) y por supuesto, ambientando el cotarro, la música del grupo de tamborileros antes y después del oficio religioso. 


Como colofón mañanero invitación del consistorio a base de hornazo y huevos cocidos, rematando con los típicos periquillos y otras pastas variadas irrigadas con el licor café y el vino dulce, que, por cierto, ayudaron a mantener el tipo en el soportal de la ermita. Se echó en falta, para completar el menú de otros tiempos, el chorizo  o lomo cular.


Por la tarde, concluyó el día de romería con cánticos y bailes interpretados por los del “Juan de la Encina” y dignamente bailados por algunos de los romeros presentes.



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