miércoles, 28 de mayo de 2025

 CHOCHOS, CHIRRI, LICOR CAFÉ Y LIMONADA

(REVISTA 50 ANIVERSARIO)


En el corazón palpitante del Pulijón, esa fiesta donde el alma popular se mezcla con el humo de las brasas y el rumor de las canciones viejas, hay cuatro pilares que sostienen la experiencia sensorial: el sabrosado de los chochos, la limonada, el chirri y el licor café. No son simples bebidas ni comestibles: son herencias vivas, fórmulas que se transmiten en susurros entre generaciones, signos de identidad de un pueblo que se reconoce en sus sabores.




Todo comienza en la bodega y en la planta del asador, santuarios donde el tiempo se condensa en calderos, alambiques y manos que no olvidan. Allí se elaboran con mimo estos cuatro manjares, cada uno con su misterio y carácter.



Los chochos sabrosados, cocidos y aderezados con un aliño secreto, son la entrada perfecta al ritual. De textura tierna y gusto potente, se reparten gratuitamente junto al domicilio social, donde los vecinos y forasteros se entremezclan en una liturgia de bienvenida. Lo mismo ocurre con la limonada, cuya receta –que mezcla cítrico, vino y especias con la sabiduría de los mayores– refresca cuerpos y memorias. Su dulzura es un guiño, pero su fondo tiene la fuerza de lo ancestral.




El chirri, más esquivo, es un brebaje de los iniciados, oscuro y denso, con cuerpo de tradición y alma de misterio. Nadie revela del todo su composición, pero se bebe con respeto y risas. Y finalmente, el licor café, de sabor profundo y abrazo cálido, que corona el banquete y deja en la boca el regusto de lo inolvidable.



Son cuatro símbolos, cuatro llaves para entrar en el espíritu del Pulijón. Y lo mejor: dos de ellos –chochos y limonada– se ofrecen sin pedir nada a cambio, en plena vía pública, como señal de hospitalidad.


Así que, ya lo sabéis: ¡¡estáis invitados!! Porque el Pulijón no se explica, se vive… con la boca, con el alma, y con las manos untadas de historia.

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