¡¡A VIVIR LAS FIESTAS
CON ENTUSIASMO Y RESPONSABILIDAD!!
En el mismo mes, el mismo día y a la misma hora se rompe la cortina del silencio. Estamos en Fermoselle donde cada año, cada mes, cada día y cada hora se repite idéntica ceremonia. 12 de la mañana del día 1 de agosto de 2021, instante que como es tradicional en Fermoselle se abren las puertas a un mes cuajado de fiestas, emociones y recuerdos. Todo esto se concentra en la plaza mayor en torno a un instrumento de percusión conocido como “Campana Torera”. Parece que su sonoridad mejora con los años, al igual que el vino añejo de los Arribes. Esta Campana tiene el poder y la fuerza de atraer hacia ella a cientos y miles de fermosellanos, unos en la Villa y otros en la diáspora, consiguiendo conjugar el verbo confraternizar que une corazones de toda índole, con la finalidad de retornar por unos instantes hasta el terruño y sentirse abrazados por doquier, en vivo o a distancia, por tantas personas que forman parte de la entidad de este pueblo.
A las doce en punto se produce el milagro. Los dos elementos que se elevan en el frontispicio de la fachada de la casa consistorial, cada uno cumpliendo con su función, dejan boquiabiertos a cuantos se sitúan en la plaza mayor. Arriba el Campanero y la Torera, dúo mítico festivo por excelencia, no reparan en mostrar sus encantos a los congregados abajo, que esperan impávidos el momento del éxtasis comunitario. La danza, el vértigo y la locura desatada por el dúo mágico que parece levitar sobre el pináculo de la torre metálica transmiten al pueblo la esperada noticia de que las fiestas patronales se inician a partir de los diez minutos de repiqueteo constante.
Hoy, dos de agosto…¡Se cumplió la tradición! ¡Ya estamos de fiesta y de las
grandes! ¡Que viva San Agustín, Patrón de las mismas! ¡A disfrutar,
fermosellanos!
(Video reenviado por Ángel Marcos). Gracias.
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