domingo, 10 de noviembre de 2024

 ISAÍAS HERNÁNDEZ MARINO

IN MEMORIAM

La peña “El Pulijón” se encuentra apesadumbrada tras recibir la triste noticia del fallecimiento de ISAÍAS HERNÁNDEZ MARINO. Y es que Isaías era y será un símbolo  festivo para todos sus socios, no en vano convivió 30 años consecutivos animando todas nuestras reuniones gastronómicas y de ocio. 

Ya en el año 1978 participó en el I Concurso de Tamborileros, junto a su hija Montserrat de 9 años (recientemente fallecida). Para entonces, Isaías había pasado a formar parte de esta gran familia “pulijonera” manteniéndose activo los cuatro o cinco días que era contratado para actuar como tamborilero y dulzainero. Y la verdad es que cumplió con creces en su trabajo.

Isaías fue un hombre íntegro, cumplidor, amigo de todos, cercano a cuantos se encontraran a su lado, dicharachero, siempre dispuesto a echar una mano en lo que se le solicitara, entendido en la cultura tradicional de su querida Salamanca…

En todos esos años no solo se dedicó fundamentalmente a lo suyo, es decir a tocar la flauta, el tamboril y la dulzaina, sino que nos enseñó a cantar muchas tonadas, animaba los ratos libres con sus chascarrillos, nos descubría aspectos hartamente interesantes de las tradiciones y costumbres salmantinas. 

Era un músico incansable. Un verdadero “todoterreno”. Resistía, siempre acompañado por la percusión de aficionados del Pulijón, los largos pasacalles por las calles empinadas de Fermoselle, tocó en alguna ocasión en la procesión de la Virgen de la Bandera el “domingo de toros”, por tres veces participó en los festejos taurinos para avisar de los cambios de tercio y animar la novillada. Aunque nada tenga que ver con el Pulijón, intervino dos años en el desfile de faroles de Tordesillas con la panda el “Niloko” y alegró bastantes bodas de los hijos de socios.

Desde agosto de 2000 su foto con traje charro permanece enmarcada en una de las paredes del domicilio social. En el mes de agosto de 2013 y durante la XXIX Muestra de Música y Danza Tradicional se le entregó una placa como reconocimiento a su compromiso con nuestra Asociación


Isaías fue maestro de tamborileros en las aulas de cultura tradicional de la Diputación de Salamanca y uno de los últimos referentes de aquellos tamborileros autodidactas que han sido modelos para cientos de aficionados a la gaita y el tamboril. Son incontables las personas que disfrutaron escuchándole en la plaza mayor de Salamanca.


En su memoria, vayan estos versos de la canción “el tamborilero” de Félix Grande

Para ser tamborilero

se necesita tener,

corazón muy jaranero

y un alma para querer.

Hay que ser como los robles

de la hidalga tierra charra,

que siempre miran al cielo

y no les arredra nada…

Amigo Isaías, ahora que ya estás junto al Padre Celestial seguro que te dedicarás a reunir a cuantos “pulijoneros” se encuentran en ese “lugar” para desfilar al son de tu tamboril.

Descansa en paz y siempre con nosotros…en el corazón del PULIJÓN.

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