jueves, 2 de febrero de 2023

 CAMINO DEL 50 ANIVERSARIO

Año histórico este 2.023 que acabamos de iniciar para la Asociación Cultural “El Pulijón”. Nos encaminamos a celebrar su  50 cumpleaños que coincidirá con la segunda quincena del mes de septiembre (la fecha concreta fue el domingo, 23 de septiembre de 1.973). No es frecuente que una sociedad de este tipo llegue a la media centuria de existencia con tanta salud como lo hace “El Pulijón”. Y siempre con nuestro principio a seguir: “NADIE MÁS QUE NADIE, ENTUSIASMO Y BUEN HUMOR”. Esa ha sido una constante que ha marcado a nuestros asociados, que nos ha guiado durante tantos y tantos años y que ha producido frutos fecundos.

Habían trascurrido las fiestas patronales de 1.973 con más pena que gloria, y algunos fermosellanos comprometidos con el pueblo ya hablaban sobre la necesidad de dar un empujón a los festejos con una serie de actividades que complementaran a las taurinas. Esta idea cuajó entre un grupito de hijos del pueblo en el exterior, más concretamente residentes en el entorno de Basauri, abanderados por Alfredo Marcos, que sería el primer presidente, acordaron reunirse en el bar Fermoselle, propiedad del Sr. Tomás “Calero”, enclavado en esa localidad vizcaína. Ese fue el germen que dio vida a un ser que poco a poco creció, no sin dificultades de muy diverso tipo, pero que se hizo adulto y que ha llegado a lo que es en la actualidad.

Pocos, en aquellos inicios, apostaban por el éxito de la asociación recién fundada; más bien auguraban un corto periodo de tiempo de existencia comparándola con algunos otros intentos asociativos de muy diversa índole que se constituyeron en la Villa.

A nadie se le pidió nada y nada debemos a nadie. El tesón de los socios fundadores se extendió con fuerza por muchos de los lugares de España, incluso del extranjero, donde los fermosellanos, que emigraron en su momento buscando mejores condiciones de vida para su familia, habían enraizado con firmeza su vivir diario pero sin olvidar su terruño y éste fue el momento de aglutinarlos en torno a una enseña que sirviera de guía de cara al futuro. Ese símbolo o enseña se materializó en  el “pulijón”, como antorcha, no solo festiva, sino que su llama se transformaría en la luz que prendió en la conciencia de muchos de los hijos del pueblo, unos residentes y otros en la diáspora, con vistas a las mejoras que redundarían en beneficio de todos los que decidieran disfrutar de los actos festivos durante el mes de agosto.

Y en eso estamos y en eso continuaremos avanzando. Hasta cuatro generaciones han convivido en esta gran familia que es el Pulijón. Desde hace varios años, vienen tomado las riendas de la sociedad un grupo de mujeres y hombres de mediana edad, plenos de  entusiasmo y con ideas renovadas que van aplicando con seriedad, armonía y eficacia. Y vaya si se nota esta renovación. Ya han adquirido la experiencia suficiente para dar  continuidad y mejorar  lo que han vivido y compartido junto a sus mayores. El futuro es de ellos y de todos en comunidad.

Vamos a celebrar cincuenta años de trabajo por y para Fermoselle. Cincuenta años que ya son historia no solo del Pulijón, sino del mismo pueblo. Cincuenta años que darán pie a otros cincuenta de éxitos. Cincuenta años que servirán para rendir cuentas ante los socios y ante los fermosellanos con una serie de actividades que se irán desgranando a medida que avance el 2023.

¡¡SUERTE EN ESTE PROYECTO Y FELICIDADES ANTICIPADAS!!

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