sábado, 23 de abril de 2022

 DOMINGO DE RESURRECCIÓN

Y EXALTACIÓN DE LA CAPA CASTELLANA

Nunca antes, desde que tenemos conocimiento e información de ello, se habían hermanado dos tradiciones populares enraizadas en Fermoselle: la procesión del Encuentro el Domingo de Resurrección, dos años suspendida por la pandemia, y el Día de la Exaltación de la Capa, prenda que ya había quedado en desuso desde tiempos lejanos.



La primera corresponde a la costumbre de procesionar, en torno a la parroquia de Nuestra Señora  de la Asunción, a un Cristo Resucitado (imagen de reciente factura) y a la Virgen del Tránsito que oculta su cabeza con una mantilla negra que le cae hasta el torso. Ambas imágenes, una vez que salen al exterior del templo, desfilan en direcciones opuestas en torno a la iglesia para encontrarse Madre e Hijo en el centro de la plaza mayor de la Villa ante la mirada expectante de vecinos y visitantes. Este año, ese gesto se ha desplazado hasta la entrada del Cabildo perdiendo su idiosincrasia al ejecutarse en un espacio ciertamente estrecho, en pendiente y poblado de vehículos, lo que restó vistosidad al acto. Desde luego no es el lugar más apropiado.




Para complementar esta tradición religiosa y darle un aire más solemne se pensó que sería bueno e interesante que todos los vecinos que lo desearan podrían asistir ataviados con la típica capa castellana (también denominada española). La idea de este Día de la Exaltación de la Capa surgió de Agustín Borges, miembro de la Asociación de Tamborileros “Juan de la Encina”, que la propuso a dicha asociación siendo aceptada con ilusión por sus socios. Dicho y hecho, unos desempolvaron algunas piezas guardadas en los armarios procedentes de sus antepasados mientras que otros tiraron de otras algo más actuales, pero todas con un valor incalculable y en un estado de conservación totalmente aceptable. Tanto mujeres como hombres se concentraron a la entrada de la iglesia para recibir al sacerdote que oficiaría la eucaristía. Durante la misma, uno de los tamborileros, gran maestro del acordeón, interpretó unas piezas religiosas.



A la salida de  la procesión los hombres acompañaron al Cristo Resucitado mientras que las mujeres lo hicieron con la Virgen. Ahora sí, los tamborileros pusieron a prueba su buen hacer interpretando canciones procesionales que invitaron a marcar el paso de quienes portaban  ambas imágenes mientras los dobleces de sus capas se descomponían y recomponían al ritmo marcado por lo tocadores.



Finalizado el acto religioso la treintena de capistas se dirigieron hasta la plaza mayor donde los tamborileros sacaron a relucir lo mejor de su repertorio invitando a bailar a los presentes. Mientras esto ocurría el numeroso público tuvo la oportunidad de llevarse en imágenes esta fiesta de la capa que acababa de germinar y que continuará en el tiempo. La Asociación de Tamborileros se encargará de ello.



El uso de esta pieza tan elegante, sobria y de buen paño se mantiene entre los jóvenes fermosellanos que “entran en quinta cada año” coincidiendo con la festividad de los Reyes Magos. Tanto chicos como chicas se encargan de localizarlas entre familiares y vecinos para lucirlas con esbeltez en su recorrido por las calles pidiendo el aguinaldo. A partir de hoy queda institucionalizado el Día de la Exaltación de la Capa Castellana. Quedáis todos invitados para lucirlas el próximo Domingo de Resurrección de 2.023.





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