miércoles, 13 de enero de 2021

 MANUEL VELASCO, MAESTRO BELENISTA

Se cuenta que el ganador de un concurso de belenes celebrado en Fermoselle las pasadas navidades de 2020 es un fermosellano proveniente de Villamuñío, un pueblecito leonés donde reside desde que se casó con una vecina de la localidad que conoció en Barcelona.

Hablo de Manuel Velasco, Cholo para los amigos, que nació en Fermoselle cuando se iniciaba el 1.947. Siendo niño pasó unos años estudiando en un colegio religioso. Parte de su primera juventud trascurrió en el pueblo hasta que “emigró” en busca de trabajo hasta Barcelona. Y desde allí a Villamuñio, donde montó una herrería-taller de carpintería metálica.

¿Y de dónde le viene lo de  “maestro belenista”?

Manuel, como en muchas familias españolas, llegadas las navidades montaba sobre la mesa camilla de casa y posteriormente sobre cajas de frutas de su taller un pequeño belén con piezas de escayola, de plástico y algunas de madera talladas por él mismo. Después de visitar otros belenes mecanizados se autoconvenció de que sería capaz de crear y montar el suyo propio. Y ahí empezó su tarea belenista cuasi profesional que se mantiene en efervescencia hasta nuestros días con la valiosa aportación de una de sus hijas.



Manuel siempre ha conjugado imaginación, creatividad, paciencia, habilidad manual, constancia y el gusto por lo bien hecho. Con estos valores y reutilizando piezas de lavadoras, microondas, batidoras, ordenadores…ha montado los mecanismos que ponen en movimiento las piezas que se distribuyen por los 50 metros cuadrados que aproximadamente ocupa el belén. Tal es su técnica que algunos motores mueven varias figuras simultáneamente.
Muy variados son los temas y oficios que representan las actividades tradicionales y escenas cotidianas de antaño que dieron vida a las zonas rurales, en este caso de Villamuñio: el alfarero, la panadería, el palomar,el herrero, las lavanderas, el matanchín y la matanza, la carnicería, el esquilado de las ovejas, la cuadra con la cerda y sus crías, el gallinero con las gallinas poniendo huevos,  tareas agrícolas, trabajos del hogar, la partida de cartas, los músicos y la pista de baile, una escuela, un parque infantil y hasta un centro de salud.

No faltan las estampas madres de cualquier belén que se precie como es el portal con San José, la Virgen y el Niño; los Reyes Magos, los pastores y el palacio de Herodes.

Recordando su origen aparece la mula con las alforjas en época de vendimia una de las labores más importantes de Fermoselle, una bodega, la recogida de la aceituna, la trilla y el hortelano sacando el agua del pozo con un cigüeñal.

El belén de Manuel en fechas y cifras:

1.997- Utiliza las primeras figuras mecanizadas: el molino, pastores haciendo comida, el labrador arando, la noria, el pescador, la lavandera y el cavador.

2.004- El aumento de las visitas y la falta de espacio hacen necesario  trasladar el conjunto a una ubicación mayor en el garaje trasero de la casa.


2.012- Se inaugura el belén permanente dando lugar a que vean la luz nuevas ideas cargadas de creatividad.
2.013- La necesidad de más espacio se realiza la última ampliación mediante un recorrido circular haciendo.
2.015- Se añade el efecto día-noche.
2.016- Se inician las proyecciones de la luna, estrellas y nieve.
2.019- Cuenta con 80 motores, más de 130 figuras en movimiento y un centenar largo de estáticas.
- 50 metros cuadrados es la superficie que ocupa dispuesta en dos niveles.
- Para elaborar el mural que sirve de fondo, de una sola pieza, tuvo que construir un bastidor de su mismo tamaño.
- La visita es gratuita y no recibe ayudas de ningún organismo.
Lo que no se ve son las incontables horas de trabajo diseñando,  tallando y pintando figuras, probando movimientos con motores reciclados y muchos metros de cables.
-Constituye una verdadera obra de ingeniería a la vez que un museo etnográfico.

Si te acercas por Villamuñío a visitar el belén de Manuel Velasco te encontrarás con la carta de presentación en una gran cartela colgada en una de las paredes. Dice así:


“El  Belén que aquí os mostramos,  como toda obra compleja, es fruto de un proceso de transformación a lo largo de los años, que tiene sus orígenes en una persona de gran imaginación y creatividad y, cómo no, con una afición y  gusto por los belenes que sin duda una obra así requiere.A través de esta exposición os mostramos la evolución experimentada en el Belén de Manuel Velasco a través de más de veinte años de trayectoria, aunque el germen del mismo seguramente se halle muchos más atrás, quizá desde niño, porque ese niño lo iréis descubriendo en muchas de las figuras y escena representadas.Todo el conjunto ha variado tanto en ubicación, fisionomía, así como en la forma de aplicar materiales, técnicas y tecnología, siendo el reciclaje una de las bases en las que se asienta esta obra tan original. Esperamos que disfrutéis de toda ella tanto como el artista que lo ha llevado a cabo.”

Si no tienes la posibilidad de verlo en persona lo puedes hacer a través de este enlace correspondiente al mes de diciembre de 2.020. 
Decir que Cholo, cuando llegan las fiestas agosteñas, se acerca hasta “El Pulijón” donde compartimos un rato  de conversación y amistad.
Manuel Velasco, segundo por la derecha

Se cuenta que Manuel Velasco fue el ganador del primer concurso de belenes 2.020 en Fermoselle. ¡Enhorabuena, amigo Cholo!



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