martes, 11 de marzo de 2014

FERMOSELLE, VERGEL EN FLOR
Con cierto adelanto se ha presentado la primavera con todo su esplendor y ofreciendo sus mejores galas en el arribanzo del Duero y del Tormes, donde Fermoselle se alza enhiesto como último centinela de la provincia zamorana. 
Los colores verdes de las más variadas tonalidades que abrazan todo el entorno, los arboles que invitan a la contemplación de sus llamativas floraciones, los riachuelos que se alfombran con un tupido manto de lambujo, las cascadas con una sinfonía que rompe el silencio de parajes inescrutables y las chumberas que presentan sus frutos semanasanteros vestidos del morado nazareno, son elementos propios de esta zona que embriaga a cuantos se acercan a conocerla, quedando absortos de tanta belleza. Todo esto y más lo atesora en su término municipal esta villa medieval que cada día se levanta orgullosa de sus valores naturales.

Y es que la primavera es única en este territorio fronterizo con Portugal. Los almendros, los granados, los manzanos, los ciruelos  y otras variedades arbóreas motean los bancales hacia el Duero, con sus aguas terrosas producto de las fuertes lluvias del mes de febrero, esperando que las temperaturas no hagan mella en sus incipientes gemas. Por doquier aparecen ejemplares herbáceos invadiendo caminos y senderos que alegran el caminar de quienes se lanzan a patearlos. El mundo animal se despierta y busca los rayos de sol que en estas fechas ya calientan lo suyo.
Fermoselle en primavera es luz, magia, hechizo, flor, amor, sosiego, vida, regalo de la naturaleza… Merece la pena disfrutar de todos esos dones que se nos dan gratuitamente.

No hay comentarios: