sábado, 23 de abril de 2022

 DOMINGO DE RESURRECCIÓN

Y EXALTACIÓN DE LA CAPA CASTELLANA

Nunca antes, desde que tenemos conocimiento e información de ello, se habían hermanado dos tradiciones populares enraizadas en Fermoselle: la procesión del Encuentro el Domingo de Resurrección, dos años suspendida por la pandemia, y el Día de la Exaltación de la Capa, prenda que ya había quedado en desuso desde tiempos lejanos.



La primera corresponde a la costumbre de procesionar, en torno a la parroquia de Nuestra Señora  de la Asunción, a un Cristo Resucitado (imagen de reciente factura) y a la Virgen del Tránsito que oculta su cabeza con una mantilla negra que le cae hasta el torso. Ambas imágenes, una vez que salen al exterior del templo, desfilan en direcciones opuestas en torno a la iglesia para encontrarse Madre e Hijo en el centro de la plaza mayor de la Villa ante la mirada expectante de vecinos y visitantes. Este año, ese gesto se ha desplazado hasta la entrada del Cabildo perdiendo su idiosincrasia al ejecutarse en un espacio ciertamente estrecho, en pendiente y poblado de vehículos, lo que restó vistosidad al acto. Desde luego no es el lugar más apropiado.




Para complementar esta tradición religiosa y darle un aire más solemne se pensó que sería bueno e interesante que todos los vecinos que lo desearan podrían asistir ataviados con la típica capa castellana (también denominada española). La idea de este Día de la Exaltación de la Capa surgió de Agustín Borges, miembro de la Asociación de Tamborileros “Juan de la Encina”, que la propuso a dicha asociación siendo aceptada con ilusión por sus socios. Dicho y hecho, unos desempolvaron algunas piezas guardadas en los armarios procedentes de sus antepasados mientras que otros tiraron de otras algo más actuales, pero todas con un valor incalculable y en un estado de conservación totalmente aceptable. Tanto mujeres como hombres se concentraron a la entrada de la iglesia para recibir al sacerdote que oficiaría la eucaristía. Durante la misma, uno de los tamborileros, gran maestro del acordeón, interpretó unas piezas religiosas.



A la salida de  la procesión los hombres acompañaron al Cristo Resucitado mientras que las mujeres lo hicieron con la Virgen. Ahora sí, los tamborileros pusieron a prueba su buen hacer interpretando canciones procesionales que invitaron a marcar el paso de quienes portaban  ambas imágenes mientras los dobleces de sus capas se descomponían y recomponían al ritmo marcado por lo tocadores.



Finalizado el acto religioso la treintena de capistas se dirigieron hasta la plaza mayor donde los tamborileros sacaron a relucir lo mejor de su repertorio invitando a bailar a los presentes. Mientras esto ocurría el numeroso público tuvo la oportunidad de llevarse en imágenes esta fiesta de la capa que acababa de germinar y que continuará en el tiempo. La Asociación de Tamborileros se encargará de ello.



El uso de esta pieza tan elegante, sobria y de buen paño se mantiene entre los jóvenes fermosellanos que “entran en quinta cada año” coincidiendo con la festividad de los Reyes Magos. Tanto chicos como chicas se encargan de localizarlas entre familiares y vecinos para lucirlas con esbeltez en su recorrido por las calles pidiendo el aguinaldo. A partir de hoy queda institucionalizado el Día de la Exaltación de la Capa Castellana. Quedáis todos invitados para lucirlas el próximo Domingo de Resurrección de 2.023.





jueves, 14 de abril de 2022

 SEMANA SANTA EN FERMOSELLE

 


LA CRUZ

 


Muere Jesús del Gólgota en la cumbre

Con amor perdonando a quien le hería;

Siente deshecho el corazón María

Del amor en la inmensa pesadumbre.

 


Se aleja con pavor la muchedumbre

Cumplida ya la santa profecía;

Tiembla la tierra; el luminar del día,

Cegando a tanto horror, pierde su lumbre.

 


Se abren las tumbas; se desgarra el velo;

Y a impulsos del amor, grande y fecundo,

Perece estar la Cruz, signo de duelo.


 Cerrando augusta con el pie el profundo,

Con la excelsa cabeza abriendo el cielo,

Y con los brazos abarcando el mundo.

martes, 12 de abril de 2022

 PANCARTA DEL PULIJÓN…AGOSTO 1979

Interesante y un tanto suspicaz la leyenda que aparece en la pancarta de este año: “¡Jefe!, dicen que están en huelga y no corren hasta que se les haga una plaza cerrada en condiciones”  le comenta un personaje a otro  (Mortadelo y Filemón) señalando al novillo que parece pretender seguirles. Viene a cuento de que semanas antes de las fiestas se hizo una especie de referendum, solamente para los residentes sobre la posibilidad de construir una plaza cerrada. Nunca estuvo demasiado claro así como su resultado

.


Verdad es que los festejos “serios” celebrados en el coso de madera siempre daban problemas por la cercanía de los espectadores a los novilleros actuantes y eso se recoge en lo escrito por el corresponsal del Correo de Zamora el día 29 de agosto de este año 1.979: “Las fiestas de Fermoselle giran en torno de los toros. Sin embargo, lo más sobresaliente de las mismas no suele ser la lidia seria de los astados, porque unas veces por la condición de los novillos, otras veces por la falta de experiencia y de calidad de los diestros, y siempre por las deficiencias del ruedo, lo que se suele ver es poco más que un remedo de lidia seria. Otra cosa es que los mozos se diviertan de lo lindo corriendo incansables delante, detrás o alrededor de los astados, sean estos novillos o vaquillas.”



Destacamos algunas otras cosas. Como era habitual se celebró en el Club “Conchita Regojo” un almuerzo organizado por la familia Regojo como obsequio a los ancianos acogidos en la institución y al que asistieron autoridades y otras personalidades. En la parte final de las alocuciones intervino el presidente del Pulijón, Alfredo Marcos, quien subrayó “la conveniencia de trabajar día a día por Fermoselle” y recordó que, “al lado de Francisco Galiana, habría que recordar, también, a quienes hicieron posible la instalación del teléfono, la construcción del alcantarillado y la creación de la Cooperativa vinícola, realizaciones estas en las que tuvo decisivas intervenciones José Robles Farizo, el alcalde que sucedió a Galiana.”



Con respecto a los actos programados por el Pulijón destacar el II Certamen de Tamborileros Bajo Duero de Sayago, el II Concurso de Fotografía, el III Concurso infantil de pintura al aire libre, el día dedicado a la Promoción del Deporte, el Desfile del Humor, la tienta de vaquillas en una finca del Campo de Ledesma y el Homenaje y entrega del “Pulijón de Oro” a Cruz Roja de Fermoselle. Además, durante los seis días festivos la charanga “Los Atronadores del Pulijón” recorrieron las calles y plazas del pueblo llevando los bailes y la fiesta a todos los vecinos de la Villa.



Sobre los festejos del Ayuntamiento se basaron especialmente en las numerosas verbenas y los relacionados con el mundo del toro destacando los  encierros y las novilladas que se celebraron sin incidentes reseñables.


jueves, 24 de marzo de 2022

 A VUELAPLUMA

ROBERTO FARIZA GONZÁLEZ

“LA MALDICIÓN DE LA CIGÜEÑA”

Roberto Fariza nació en la localidad asturiana de Novellana aunque se siente fermosellano por los cuatro costados. Durante muchos años ha desarrollado su trabajo en la Guardia Civil en las especialidades de fronteras y seguridad ciudadana. 


En la actualidad se encuentra en la reserva activa. Persona con gran riqueza de aficiones entre las que destaca la de escritor, viticultor, tamborilero, cocinero y gran conocedor de los Arribes del Duero. Ha publicado dos libros: “Historias y leyendas de Fermoselle” y “Diccionario fermosellano”. Ahora prepara otro sobre historias y realidades en torno al contrabando.



Vamos con una de las leyendas, tal vez la más conocida en Fermoselle:

“Viernes Santo, todos los vecinos se acercan a la iglesia parroquial Nuestra Señora de la Asunción para comenzar la procesión hacia la ermita de la Soledad, ensayaban mentalmente el salmo que más tarde cantarían al Cristo Descendido.

Las cigüeñas habían anidado más que nunca, y ya no solo ocupaban el campanario de la iglesia o el de la ermita de Santa Colomba, también sobresalían nidos en muchos tejados de casas, pajares e incluso en árboles altos. Aquel año había vuelto el hijo de Simón, un raterillo que acababa de ser liberado de la cárcel y que también acudía a la llamada para acompañar en procesión al Santo Cristo, a quien tanto se había encomendado en sus largos días encerrado tras los barrotes de la prisión.


Por la mañana, todos habían colaborado para preparar el Calvario donde también, desde tiempo inmemorial se hacía una representación en la que se desclavaba el Cristo de la Bendita Cruz y era conducido por los asistentes en procesión hasta la iglesia parroquial.

Se habían cuidado todos los detalles, se habían sacado y abrillantado los jarrones con sus flores y se había sujetado la Cruz, y colgado de ésta el manto o sudario del Cristo, el mismo que serviría para descender el santo cuerpo una vez que fuera desclavado. Doblaban las campanas lentamente, de forma triste y acompasada, mientras se iban congregando los hombres y mujeres de la tierra, así como amigos y parientes que habían venido de los pueblos cercanos a acompañarlos en día tan señalado. Cuando el sacerdote llegó revestido a la plaza donde se desarrollaba la ceremonia, comprobó con desasosiego, que el manto de la Cruz, que había sido colocado horas antes en la misma, había desaparecido. Todos los presentes, al ver la cara de asombro de su párroco, levantaron la vista anonadados, porque no sabían quién podría haber cometido tal robo. Llegaba Simón por una callejuela que conducía a la plaza, y todos lo miraron con ojos acusadores. Iba satisfecho, preparado para cargar con la imagen y arrodillarse con ella, arrepintiéndose por su vida pasada. Se quedó quieto en una esquina de la plaza, mientras que un ligero murmullo se iba extendiendo y haciendo cada vez más fuerte. El sacerdote, sin saber cómo descubrir al ladrón, mientras iniciaba la plática con la que comienza la función del Descendimiento, maldijo al que había robado el manto del Cristo con estas palabras:


“Quiera Dios Nuestro Señor y el Santo Cristo Descendido, su único Hijo, que aquel que  haya cometido este acto ignominioso no pueda volver al pueblo y quede maldito por siempre jamás.” Todos dijeron amén, y el acto comenzó. Simón fue uno de los que ayudaron a desclavar el cuerpo maltratado de Cristo y ayudó a portar las andas de la Urna.

El pueblo no dejaba de mirarlo con aire acusador, pero él caminaba tranquilo, cantando el salmo que desde pequeño había aprendido de sus padres y que tanto le ayudara a sobrellevar la soledad de su encierro. De pronto, todas las cigüeñas del pueblo comenzaron a sobrevolar la comitiva y desaparecieron por el horizonte, sin que nadie supiera explicar el por qué. Al llegar a la iglesia, comprobaron todos que la tela pendía del nido de la cigüeña en lo alto del campanario. 

Desde aquel año, y de esto hace ya mucho tiempo, no ha vuelto a anidar ninguna cigüeña en Fermoselle. El cura hizo que Simón se situara al lado derecho del Cristo, como el buen ladrón de la historia evangélica y que todos aquellos que hubieran dudado de él pasaran por delante inclinando la cabeza como señal de respeto. Todo el pueblo realizó dicha ceremonia, y desde aquel día nunca volvieron a dudar de ningún hombre por muy oscuro pasado que tuviese.

Estos últimos años la cigüeña visita en el mes de febrero la localidad de Fermoselle, e incluso se atreve a colocar unas vides en lo alto el campanario del santuario Nuestra Señora Virgen de la Bandera, con lo cual parece estar cerca el final de la maldición que el párroco pronunció aquel Viernes Santo”.

viernes, 18 de marzo de 2022

 EL LEGADO DE JOSÉ LUIS “CRISTO”

“IN MEMORIAM”

De forma un tanto inesperada falleció hace unos días, debido al COVID, José Luis “Cristo”.  Desde hace cinco años la figura de José Luis emergió con fuerza entre el vecindario de Fermoselle. José Luis sufrió lo indecible cuando el fuego provocado en agosto de 2017 calcinó una zona de monte en el pago de la Tabanera heredado de su padre. En este suceso no sólo se abrasó gran parte de la flora sino que también desaparecieron muchos de los recuerdos y vivencias infantiles cuando acompañando a su padre se desplazaba hasta ese lugar para cultivar en el huerto parte de los alimentos que serían consumidos en el hogar.



José Luis, ante esa situación, tomó una decisión plausible, pero muy costosa; la de recuperar lo que en una mala hora había perdido. Sin ayuda de nadie y en solitario se puso manos a la obra para ejecutar la idea que había diseñado en su cabeza. Era una persona muy inteligente, con un poder de creación un tanto inusitado, con una capacidad  clarividente para conseguir sus objetivos y con fuerza de voluntad basada en la constancia y la laboriosidad.


Aprovechando su deteriorada furgoneta para realizar los desplazamientos y trasportes de materiales necesarios y utilizando sus propias herramientas provenientes de su última profesión, su primera faena se centró en el  desescombro, desbroce y clareado del camino que le daría acceso hasta su propiedad. Fueron dos kilómetros, aproximadamente, en los que desaparecieron los baches, las piedras, los arbustos y hasta se repararon los paredones.



Posteriormente inició el trabajo más serio y artesanal. Dentro de aquel espacio ennegrecido tuvo que acabar con el arbolado, encinas centenarias principalmente, que había quedado carbonizado. Igualmente acometió el podado y limpiado de las que ofrecían un aspecto de poder ser salvadas. Pateando la gran extensión de metros cuadrados retiró todos los restos de vegetación   para ser quemados de forma controlada en las diferentes hogueras. Apartó todas las piedras que dificultaban el tránsito formando montones en puntos concretos.

Todo este trabajo de recuperación le llevó muchísimas horas uniendo el amanecer con el ocaso, eso sí, con pequeñas pausas pare reponer energías. Poca gente en el pueblo sabía de esa actividad que algunos calificaron como la acción de un chiflado.




Pero José Luis no se conformó con esa acción rehabilitadora y decidió completar la idea que le seguía bullendo en su interior realizando nuevas plantaciones de vegetales autóctonos del pago de la Tabanera. Transportaba agua, minerales y herbicidas para conseguir el crecimiento saludable de las mismas. Sabía el nombre de todas. Las mimaba como si de su familia se tratara. Incluso las señalaba para que nadie las pisara o se las llevaran por delante.

Realizó acciones un tanto novedosas en ese entorno: sobre algunas lastras confeccionó con cuarcita las dedicatorias a su padre, hermano y sobrino Daniel. Trazó perfiles de algunos animales del hábitat. Construyó una “cueva” en la que descansaba y en ocasiones compartía ratos de ocio con sus amigos, y hasta “descubrió” restos de alguna civilización que habitó hace miles de años en estos territorios.



En cierta ocasión eligió agrandar el espacio ya en perfecto estado. Le quedaba pequeño para sus aspiraciones de naturalista. Por ello adquirió parte del monte colindante  suyo dedicando toda su atención para dejarlo como el suyo. Y a fuer que lo consiguió.




Por supuesto que también se preocupó de la fauna, respetando nidos y madrigueras, proporcionando sitios de paso de mamíferos y confeccionando “pajareras”.

En los últimos tiempos llegó el momento de ofrecer al pueblo y turistas su obra ya consolidada  y aquello se convirtió en una romería de personas ávidas de conocer y disfrutar de aquella especie de “jardín botánico” que José Luis había creado en el corazón del Parque Natural de los Arribes.



Con la ausencia de José Luis y su dedicación a la Tabanera me surge una pregunta obvia, ¿y ahora qué? No sería de recibo que esa ardua tarea quede silenciada u olvidada por el pueblo. Que ese espíritu emprendedor y desinteresado finalice liquidado con su muerte. Esperamos y deseamos que el ayuntamiento o los responsables del Parque Natural eviten su deterioro y tomen las medidas oportunas para que ese vergel inmaterial se mantenga tal cual para el bien de Fermoselle y el Parque de Arribes del Duero con la seguridad que revertirá en el deleite de los fermosellanos y visitantes. José Luis, permanecerás siempre en el recuerdo de tus amigos. Descansa en paz, cuñado.


miércoles, 16 de marzo de 2022

 FERMOSELLE EN LOS CUPONES DE LA ONCE

Fermoselle está de enhorabuena. La ONCE ha puesto a la venta un cupón en el que aparece una de las construcciones más emblemáticas de la Villa de los Arribes.  Este cupón, que corresponde al sorteo del próximo lunes, 21 de marzo, lo conforman varios elementos: La leyenda de Fermoselle – Las Casas “Colgadas”, situada a la derecha del anagrama del ayuntamiento y el valor facial de 1,50 €, en la parte superior; mientras que en la inferior se presenta el anagrama de la ONCE, el nombre de la provincia: ZAMORA y la referencia al autor de la fotografía que no es otro que el fotógrafo profesional Emilio Seco, que a su vez es considerado el fotógrafo “oficial” de la localidad. El recuadro de la izquierda recoge datos del tipo de sorteo así como la fecha.



La imagen representa una vista del perfil orográfico, tomada seguramente desde algún punto de la Portilla o cercanía y recoge el tramo que se extiende desde el imponente peñón o promontorio del Castillo de Doña Urraca hasta la zona baja de de Fermoselle. Se divisa con claridad la torre de la iglesia de la Asunción sobresaliendo esbelta entre el caserío. En su parte inferior se observa el trazado de la carretera que circunvala la localidad y en la que se aprecian los “malecones”, lamentablemente desaparecidos hace unos años, dicen, que por el bien de la seguridad de los peatones que pasean por esta zona de solana.

Bonita estampa en la que podemos contemplar lo que en el cupón denomina como LAS CASAS “COLGADAS”. Lo constituyen una serie de viviendas mirando al Duero y a Portugal construidas sobre rocas graníticas dando la sensación de que estuviesen “colgadas” sobre un impresionante vacio que mirando desde sus balconadas causan cierto vahído. Se adornan por exuberante vegetación causando una bucólica imagen que reclama cierta admiración. Esta zona se considera la más soleada y acogedora de Fermoselle, lo que propicia e invita a lugareños y turistas a darse un paseo desde sus pies para contemplar el paisaje paradisíaco de los Arribes.

Aunque el cupón ya está en venta, su presentación oficial se realizó esta mañana en el palacio de la Diputación de Zamora con la asistencia del Diputado Provincial de Turismo, de la Directora de la Agencia de la  ONCE en Zamora y el alcalde de Fermoselle José Manuel Pilo.

No cabe la menor duda de que con esta iniciativa se da un fuerte impulso turístico a la Villa al hacerse presente su imagen en todo el territorio nacional. Seguro que todos los fermosellanos ya han adquirido algún billete por aquello de que si toca que no me quede fuera.



Pues solo nos queda felicitar a todos aquellos que sean agraciados con el número. Estos se acordarán de  Fermoselle durante toda su vida. ¡¡MUCHA SUERTE!!


Video del español.com en este enlace:

https://www.youtube.com/watch?v=ORjU9xuzB7Y&t=3s

martes, 15 de febrero de 2022

 PANCARTA DEL PULIJÓN…AGOSTO 1978

Volvemos a los creadores del Pulijón que idearon y pintaron una pancarta plena de mensajes para aquella especie de caciques, que los hay  en todos los pueblos, y que se creen dueños y señores del feudo fermosellano. En ella, a modo de un perfil de hemiciclo, intervienen varios personajes con slogan a favor y en contra del Pulijón. Nos acusan, por ejemplo, de “no ir a las corridas” y de “espantar los toros durante los encierros”. Como se recoge en el marcador simultáneo ganaron los pulijoneros.


Si tomamos en cuenta el programa festivo presentado por el Pulijón cabe destacar: la celebración del Iº Concurso de Tamborileros de Sayago, Iº Concurso de Tortilla Española, Iº Concurso de Fotografía, Iº Maratón Vuelta “Villa de Fermoselle” y Iª Jinkana Automovilística. Demasiadas novedades que junto al resto de actividades más veteranas sirvieron para entretener a los vecinos de todas las edades.

La Jinkana se celebró el Domingo anterior al de “toros” y exclusivamente para aficionados. La primera prueba de  velocidad se ejecutó desde  la zona baja del Portal del Villar (El Paseo) hasta la entrada a la plaza. Ya en ella hubo que realizar varias pruebas de habilidad. En su conjunto se convirtió en un atractivo espectáculo con elevada participación y con una numerosa concentración de espectadores. Debido a su peligrosidad y la dificultad en su organización no se volvió a repetir.

El Viernes de Toros, en el intermedio del “Festival para Adultos” se hizo entrega del “Pulijón de Oro” a Francisco Galiana que estuvo acompañado por sus amigos  Antonio Regojo (El Coral) y Ángel Ritos (antiguo propietario del chalet “Villa Rita”). El entonces presidente del Pulijón, Alfredo Marcos, escribió para el Correo de Zamora del 30 de agosto de 1978 lo siguiente: “En un intermedio del festival, aprovechando la gran asistencia de público que llenaba la plaza, tuvo lugar el acto homenaje que esta gran peña fermosellana celebra todos los años para nombrar al fermosellano del año. Acto este que revistió la mayor gravedad y solemnidad y en el que fue condecorado con el “pulijón de oro” y entregada la placa conmemorativa, don Francisco Galiana Hernández en virtud a sus desvelos y tesón mostrados hace veinticinco años como alcalde de Fermoselle y en cuyo mandato y bajo su dirección se construyó la gran obra de abastecimiento de agua a la villa desde el río Tormes a 350 metros de desnivel.



Unas breves palabras del presidente de la gran peña fermosellana como preámbulo, la entrega del galardón y una pequeña alocución del homenajeado lleno de emoción,  levantaron los más estrepitosos aplausos y vítores en el público asistente.”


Este momento fue aprovechado por los componente de la peña Los Quinquis para entonar: ¡Queremos alcaldes como Galiana y no como otros que “j…n la marrana”!

En cuanto al programa del Ayuntamiento recordar que ofreció cuatro festejos taurinos. En el del Sábado de Toros participó como colaborador el diestro zamorano Andrés Vázquez y en el celebrado el Martes de Toros  contó con la intervención en solitario de la novillera María del Carmen Zaldívar, “Carmela”. ¡¡Hay que ver lo adelantados que nos mostrábamos en el mundo de la torería!!



Y qué decir de las verbenas…hasta un total de 11 hicieron las delicias de los fermosellanos, contadas las de los barrios. En la del sábado se incluyó la actuación de Mona y Luis, participantes en el Festival de Benidorm de ese año.

miércoles, 9 de febrero de 2022

 NUNCA ES TARDE…

…Si la dicha es buena, dice un popular refrán castellano que el Pulijón se lo aplica para hacer un breve resumen de un año un tanto atípico que se fue con más pena que gloria hace algo más de un mes.


Es verdad que la Gran Peña El Pulijón se quedó en el 2.021 sin la posibilidad de ofrecer a sus socios alguna de las actividades que concitan la fraternidad y la camaradería a la que les tienen acostumbrados. Las reuniones gastronómicas, los pasacalles, la limonada y los chochos, las conversaciones en la sala del bar y en la calle, las partidas de cartas, los cánticos y un largo etcétera quedaron arrinconadas por segundo año consecutivo debido a las restricciones marcadas por las autoridades sanitarias. Solamente se salvaron la Asamblea General, la misa-funeral y el paseo medioambiental al mirador de las Escaleras.


Pero aún más, también quedaron suspendidas aquellas otras abiertas a todo el pueblo y que reúnen a muchos vecinos a los que les gusta participar directamente como son los dos encierros infantiles, la carrera popular, el vermut charanguero y la visita a sus bodegas.


No obstante sí que se pudieron programar y ejecutar otras que pasamos a comentar, todas al aire libre, a excepción de la que se desarrolló en la iglesia parroquial.



Volvimos a la Muestra de Música y Danza Tradicional cumpliendo la XXXVI edición. Esta actividad siempre ha sido muy bien aceptada por un numeroso grupo amante de la cultura tradicional. Como es habitual se realizó en dos jornadas. La primera el 14 de agosto en la plaza mayor con la intervención del grupo ARRAIGO procedente de Salamanca. Ocupando las sillas que se habían colocado en la plaza respetando el aforo y la distancia social (que se llenaron por completo), el público asistente disfrutó de la propuesta de los salmantinos, magníficos conocedores y dominadores de bailes, canciones, ritmos y brindis de nuestra comunidad. La segunda jornada tuvo como protagonistas al dúo vallisoletano ACORDUL que con voz, acordeón, dulzaina y otros instrumentos de viento dejaron la impronta de su buen hacer. El dinero obtenido con las entradas-donativos, un total de 500 €, se destinaron al apoyo de la restauración del órgano de la parroquia.


Dos actos culturales con mucha categoría atrajeron la atención de los vecinos. El día 18 de agosto, la poetisa local Iluminada Ramos presentó en la plazoleta situada al lado del domicilio social del Pulijón su último poemario titulado ENTRE LUNAS. NANAS. Y al día siguiente, en el mismo espacio, los rapsodas, unos veteranos y otros neófitos, llenaron de sentimientos personales el XII ATARDECER POÉTICO.



Y dos actividades un tanto especiales. Tres músicos del Pulijón ofrecieron una tarde folclórica a las personas alojadas en la residencia “Conchita Regojo” que alguna lágrima derramaron, y la participación en la mesa redonda “HISTORIA DE FERMOSELLE Y SUS FIESTAS”, moderada por Alberto Gavilanes, presidente del Pulijón, con la participación de representantes de las peñas más veteranas: Quinquis, Garrocha y Pulijón.


Hemos dado cumplidas cuentas de unas fiestas patronales un tanto descafeinadas aunque con la mirada optimista puesta en las que se celebrarán durante el próximo agosto de 2.022. ¡Hasta entonces, suerte y…al toro!