RAÍCES EN LA CALLE, OJOS EN EL MÓVIL:
LA TRADICIÓN SE
ACTUALIZA
En la
bocacalle de siempre, donde el eco de los encierros resuena desde hace siglos,
un niño permanece sentado sobre la talanquera metálica. Viste con orgullo el
atuendo de la peña el Pulijón: camiseta blanca, chaleco azul, mirada atenta.
Pero no observa el horizonte ni espera el estruendo de los cascos de caballos y
reses. Sus ojos están fijos en la pantalla de su móvil.
La escena, aparentemente sencilla, encierra una poderosa metáfora: la tradición y la tecnología conviven, se entrelazan, se respetan.
En el Pulijón sabemos que la tradición no es estática. Es una llama que se aviva con cada generación, con cada herramienta que la impulsa. Y si hoy esa herramienta es un móvil, bienvenido sea. Porque lo importante no es el medio, sino el mensaje: el amor por lo nuestro, por nuestras calles, por nuestras fiestas.
Ese niño, solo en la talanquera, representa el futuro que no olvida sus raíces. Un futuro que honra el pasado mientras lo proyecta hacia nuevos horizontes.
Como
dice un miembro veterano de peña: “Ver a los más pequeños vivir la fiesta con
el móvil en mano no es perder la tradición, es asegurar que siga viva. El
Pulijón no se detiene: se transforma.”
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