XXVIII MUESTRA DE MÚSICA Y DANZA TRADICIONAL
(1ª parte)

Así es, aunque parezca mentira.
La Asociación el Pulijón, trascurridos 28 años, continúa con su afán de
potenciar las tradiciones, en este caso folclóricas, de Fermoselle. Como cada
año son dos las jornadas dedicadas a este evento. La primera se celebró, el
jueves, 16, a pesar de haberse anunciado para el martes 14, pero debido a
circunstancias ajenas a la organización aconsejaron retrasarla al día de hoy.
Esto produjo una pequeña variación en cuanto a los grupos participantes y así,
el Infantil “Ocellum Durii” de la localidad lo hará el segundo día, junto
a los de Doñinos (Salamanca), debido a que su tamborilero estaba comprometido con un pueblo
del entorno, también en fiestas.

Superados estos avatares, sonaban
las 7,30 de la tarde en el reloj del Ayuntamiento cuando el grupo de bailes y
de tamborileros Juan de la Encina hacían su entrada en la Plaza Mayor
procedentes del domicilio social del Pulijón al son del pasacalles salmantino “la
viudita de Miranda”. Media hora antes la “Campana Torera” convocaba con su
característico “tan,tan,” a fermosellanos y forasteros para disfrutar del
espectáculo folclórico.


Con la máxima autoridad local presente entre los
espectadores se inició la muestra con la presentación de un representante del
Pulijón. Fueron los tamborileros, siete en total, los que trasladaron simbólicamente
al numeroso grupo asistente hasta la ermita del Cristo del Pino con el
pasacalles romero “venimos de Santa Cruz”. Tras una fuerte ovación tomaron el
centro de la plaza las mujeres (nos referimos a ellas porque lamentablemente sólo
son tres los hombres que danzan) interpretando la “Jota de Fermoselle” haciendo
que el ánimo del público comenzase a subir de tono.
Durante hora y media,
alternando las actuaciones de tamborileros con las del grupo de danzantes se ofrecieron algunas de las piezas
más conocidas de la zona sayaguesa y de la sierra de Salamanca. La última
interpretación correspondió a la danza de “la botella” que fue muy aplaudida por
el respetable. Como broche final los tamborileros tocaron y cantaron el himno
taurino de la localidad, conocido como “LA CORONELA”, y muchos espectadores
espontáneos se agarraron de las manos y en forma de corro lo celebraron de lo
lindo.
A las 10 de la noche, se reunieron
con los socios del Pulijón en su asador, compartiendo mesa y mantel a base de
productos de la tierra, regados con vino de los Arribes, dando paso a la fiesta
final con la “puesta de largo” de la charanga fermosellana "LA FUENTONA".
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