MISA, PROCESIÓN Y OFERTORIO EN HONOR
A
LA VIRGEN DE LA ASUNCIÓN
Fermoselle
se ha vestido de gala para celebrar una de las fiestas religiosas remarcada con
letras de oro y tradición en el sentir de sus vecinos. Nuestra Señora de la Asunción,
es la titular de la iglesia parroquial
y a partir de esta festividad los
fermosellanos del exterior llenan las calles y las plazas con ganas de
disfrutar de unos días plenos de hermandad popular.
Como
aparece en la programación oficial “a las 12 de la mañana Santa Misa y
Ofertorio en honor a Ntra. Sra. Virgen de la Asunción. Ofrenda floral a la
Virgen invitando a toda la gente que quiera a vestirse con trajes
tradicionales.” Y así se ha cumplido. La eucaristía ha sido oficiada por el
párroco D. Isaac y presidida por parte del equipo de gobierno con el alcalde a
la cabeza, D. José Manuel Pilo, (en esta ocasión sin lucir su “bastón de
mando”). Durante el ofertorio, un grupo de jóvenes, al ritmo marcado por el
tamborilero, danzaron hasta el altar mayor al son del “Ramo” siendo aplaudidos
por los asistentes al acto religioso.
A
continuación se inició la procesión de la Virgen portada por un grupo de
mujeres ataviadas con trajes regionales. Detrás la comitiva con el oficiante,
las autoridades y un numeroso público que cerraba el cortejo. Se llegó a la
Plaza Mayor donde se colocó a la Virgen
dando frente a la fachada del consistorio hoy complementada con una inmensa pancarta
reivindicativa con la siguiente leyenda: “Fermoselle exige un centro de salud
24 horas 365 días”.
Ahora
comienza el ofertorio. En una especie de semicírculo siguiendo el orden de las
talanqueras y en hilera apretada los
devotos se acercan ante la imagen realizando una doble ofrenda, la de flores,
que se van colocando en un enrejado metálico elaborado al efecto y la económica, a la vez
que el sacerdote da a besar el portapaz. Concluido el ofertorio, el tamborilero
tocó “la Jota de Fermoselle” siendo bailada por parte de las jóvenes que formaban
parte del pasillo central por donde pasaron los oferentes.
Abriéndose
paso entre el gentío la imagen de Nuestra Señora de la Asunción retornó a la
parroquia mientras los fermosellanos buscaron la sombra para degustar las
tapas que llenaban las barras de los
diferentes bares.
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