AL SON DE
TAMBORILES, GAITAS Y PANDERETAS…
Miércoles,
7, 30 de la tarde en Fermoselle. Al son de gaitas, tamboriles y panderetas
iniciaron un pasacalles desde el Arco hasta la Plaza Mayor la Asociación de
Tamborileros Juan de la Encina. Comenzaba, así, la primera parte de la XXV Muestra de Música y Danza Tradicional
organizada y patrocinada por la Asociación Cultural “El Pulijón”.
Por delante
esperaba una hora larga en la que se mostraría el trabajo de esta agrupación
que ensaya desde el año 2.000 para estar a punto ante sus vecinos y visitantes
en estas fechas festivas. Siempre es desbordante la ilusión que ponen sus
componentes para que todo lo programado resulte del gusto de los espectadores.

Para
que la tarde resultase más entretenida para el numeroso público asistente se
fueron intercalando piezas de bailes con las instrumentales de los
tamborileros. No faltaron los brindis, la actuación de un gaitero, los solos de
las pandereteras y la colaboración especial del acordeonista Paco.

Se
abrió la Muestra con interpretación de “El torito cariñoso” una de las
canciones toreras más conocida y cantada por los fermosellanos. La sección de
baile continuó con “los labradores”, “el charro de Mayalde”, “los toritos”, “la
araña” y “la pajera”, entre otras de su amplio repertorio. La maestría en la
ejecución de cada danza caló entre los espectadores que correspondían con
calurosos aplausos.

Los
tamborileros y el grupo de percusión ofrecieron en una mixtura músico-vocal una
buena selección de su trabajo. “El tío Babú”, “los pastores”, “a la luz del
cigarro”, “la molinera” y “cómo dormirás Manolo” resonaron en el coliseo
fermosellano. La voz templada de Agustín
junto a las de sus compañeros arrastró al público haciéndole partícipe de la
fiesta.
A
destacar la interpretación del gaitero con “la Adelaida” y una tarantela del acordeonista junto a las
pandereteras.
Como
broche final, como ya es costumbre, y
con la intervención directa de los espectadores más “atrevidos”, se entonó “la
Coronela”, se danzó en torno a “la botella” y no faltó un pasodoble torero
bailado a la antigua usanza.

El
reloj de la torre del ayuntamiento marcaba las 9 cuando los actuantes se
retiraban a los locales de la peña El Pulijón para degustar unas sopas de ajo,
huevos fritos con choricillos a la cerveza, regados con tinto y clarete de los
Arribes que alegraron el cuerpo para aguantar el tirón de sobremesa nocturna con las típicas canciones
de bodega.
Y el
próximo sábado, a las 8 de la tarde y en el mismo auditorio nos espera la
Asociación Etnográfica “Don Sancho” de Zamora.
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