Asociación Cultural El Pulijón

DÍA DE NUESTRA SEÑORA DE LA ASUNCIÓN

Día pleno de aconteceres este viernes, Día de la Virgen, en Fermoselle. Ya en la antesala de las fiestas, esta festividad, en el caso de Fermoselle Nuestra Señora de la Asunción es la titular y patrona de la parroquia, es muy esperada por los fermosellanos, no en vano aún se sigue manteniendo su salida a las calles.

A las 12,30 como reza en el Programa de Fiestas editado por el Ayuntamiento tuvo lugar la Santa Misa presidida como celebrante por el párroco D. Isaac. Asistieron en lugar preferente el equipo de gobierno encabezado por su alcalde D. Alejandro Fermoselle concejalas. Así mismo fue numeroso el grupo de participantes en la eucaristía de tal manera que, a pesar de la amplitud del templo, algunos tuvieron que asistir a la ceremonia de pie. Este año se echó de menos, no conocemos el motivo, a las mujeres que portando su vestimenta tradicional bailaban el RAMO y ofrecían los productos típico de la zona durante el ofertorio.

La homilía del sacerdote se centró, como no podía ser de otra manera, en la personalidad de la Virgen como Madre de Jesús y Madre también de la Iglesia Universal. Loo con precisión sus valores como mujer y madre. Destacó la devoción que se le tiene y cómo los fermosellanos la sienten como verdadera Madre, lo que se corrobora con la gran cantidad de fieles asistentes a la ceremonia religiosa.

Posteriormente, portada a por cuatro jóvenes mujeres, se procedió a la procesión y al ofertorio popular. El corto tramo que une la parroquia con la Plaza Mayor pareció reducirse de tal forma que se hacía difícil el tránsito de la comitiva. Una vez abierto el paso y tras bordear la circunferencia de la plaza, ahora transformada en obra de artesanía debido al andamiaje para las próximas fechas taurinas, se aposentó a la Virgen sobre unas andas a espera del ofertorio. Durante aproximadamente media hora los fermosellanos, a pesar del calor, pasaron ante la imagen para besar el escapulario metálico portado por el párroco a la vez que depositaron su óbolo. Finalizado el acto, la Virgen retornó a la iglesia acompañada por los cánticos marianos entonados por los asistentes.

El público continuó la jornada a base del típico “tapeo” por los bares y cafés con muchas apreturas a la hora de solicitar las correspondientes consumiciones. Se da la circunstancia que este mismo día de inició el primer concurso de tapas organizado por una de las peñas de la localidad.