LIMONADA
PULIJONERA Y LOS CHOCHOS
Dos componentes básicos que caracterizan y dan un
tinte propio al Pulijón son la elaboración de la limonada y la preparación de
los chochos o altramuces. Emilio con la primera y Antonio Baz con los segundos,
adquiridos a cosecheros de la villa, son expertos maestros desde siempre en esa
dos faenas consiguiendo unos resultados que sería muy difícil igualarlos. Es
tanta la minuciosidad y el orden que se debe mantener en los diferentes pasos
del proceso que no están al alcance de
cualquiera si no han recibido las clases y consejos correspondientes. Ellos
dos, junto a un pequeño grupo de colaboradores, consiguen unos resultados tan
extraordinarios al paladar que llenan de alabanzas cuantos, bien en la bodega
del Pulijón o en la plazoleta de la misma, degustan durante los “días grandes
de las fiestas”. Son muchos los
cántaros de vino que se dedican a
la elaboración de ese “elixir de los dioses” que tanta salud proporciona a
quienes tienen la suerte de refrescar su gaznate con unos cuantos tragos.
Y para que no haga
daño a nadie conviene acompañar la faena
gastronómica-festiva con un buen puñado de chochos, y si hay que repetir se
repite, utilizando la técnica fermosellana para pelarlos, para llegar con temple hasta la Colomba, las
Eras o la Plaza Vieja.
Y al día siguiente a
volver a empezar. Este ritual también forma parte de las fiestas de Fermoselle. En el Pulijón lo podréis
comprobar de forma práctica.
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