APUESTA POR LOS FESTEJOS
TAURINOS
Que nos encontramos en una
situación un tanto dudosa en cuanto a seguir manteniendo los festejos taurinos
populares en nuestros pueblos es una realidad. Aparecen diariamente noticias de
prohibiciones, retirada de subvenciones, sabotajes, enfrentamientos verbales y
físicos contra todo aquello que suene a taurino. Fermoselle no debe ser ajeno a
ello y todas las iniciativas que se realicen para conservar y potenciar
nuestros festejos servirán para que arraiguen entre las generaciones venideras
lo que dificultará las acciones contrarias al mantenimiento de nuestra
tradición.
Nuestro querido y añorado Manuel
Rivera Lozano, maestro, escritor e investigador de todo aquello relacionado con
Fermoselle escribía el 3 de agosto de 2007 en la Opinión de Zamora un artículo
sobre “LOS TOROS EN LA VILLA DE FERMOSELLE”. Asegura, en base a los datos
obtenidos en el Archivo Diocesano, que en el libro de fábrica y visitas de la
parroquia consta que en la visita que el día 23 de enero de 1733 realiza el
canónigo-visitador de la de la Santa
Iglesia Catedral de Zamora a la iglesia parroquial aparece el siguiente
párrafo:”Que en las fiestas de toros que hace esta villa no vayan las mujeres a
verlas al balcón de la casa de la iglesia porque está destinada solamente para
los clérigos”. No entramos en la valoración de esta decisión, pero sí nos
quedamos con la seguridad de que hace casi 300 años en Fermoselle se celebraban
“fiestas de toros”.
Esto nos lleva a tomar decisiones
de apoyo y promoción a nuestras costumbres y tradiciones.
La Peña “El Pulijón” desde hace
una década se tomó muy en serio sembrar el germen del gusto por los encierros,
eje central sobre el que gravitan las fiestas agosteñas, entre los más jóvenes.
Para ello se pensó el fabricar unos “novillos artificiales” que pudiesen hacer
las funciones de los de carne y hueso. El Fari, componente de la sociedad, se
puso manos a la obra y de forma artesanal creó un trío de “toras” que de pies a
cabeza simulan a la perfección a cualquier novillo real. Con este material y un
par de “caballos”, también artificiales, se iniciaron los famosos “encierros
infantiles”. El recorrido se realiza desde el Arco a la Plaza Mayor (y
viceversa) en horario nocturno. Les acompañan durante todo el trayecto el
mayoral y los pastores, que por cierto, lo hacen con toda la formalidad que requiere el acto. Esta
actividad ha calado entre los más pequeños de la localidad que por cientos
muestran sus hechuras de corredores. Algunos son acompañados por abuelos o
padres lo que provoca la hilaridad del gentío que, a pesar del peligro de los
astados, se agolpan en aceras y bocacalles para no perderse semejante
espectáculo. Un verdadero acontecimiento.
Al Pulijón se han añadido los
componentes de la peña los Bravos, que con sus “toras” completan otro par de
días…mientras los niños, incansables y felices, no se cansan de pedir más y
más.
Hace dos años, otra nueva
iniciativa vino a reforzar este desvelo por nuestra fiesta taurina, Se
constituyó la Asociación Cultural Fermoselle Taurino y a pesar de su juventud,
entre sus actividades, figura una sesión de “clases prácticas de toreo” dadas
por profesionales en la plaza de madera.
Son pequeños pasos que estamos
seguros dejarán sus posos entre los pequeños fermosellanos. No nos debemos
dormir en los laureles. Tal vez el ayuntamiento podría ir pensando en
considerar oficialmente los festejos taurinos de “San Agustín” como PATRIMONIO
CULTURAL INMATERIAL DE LA VILLA. Otros consistorios ya han tomado esta decisión
para prevenir, en lo posible, males futuros.
Igualmente se debería insistir ante la administración autonómica para que definitivamente los encierros de Fermoselle sean catalogados como FIESTA DE INTERÉS REGIONAL
Igualmente se debería insistir ante la administración autonómica para que definitivamente los encierros de Fermoselle sean catalogados como FIESTA DE INTERÉS REGIONAL
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