ACEITUNEROS DE FERMOSELLE
Extraordinario fin de semana vivido en Fermoselle con unos días de un tiempo atmosférico magnífico y fechas de apañar la aceituna. El casco urbano de Fermoselle se notaba vaciado de sus gentes; la eucaristía dominical en la parroquia pobrísima en cuanto asistencia de fieles; los bares que han permanecido abiertos repletos de turistas degustando las deliciosas tapas y los vinos de Arribes; las calles en silencio sepulcral solo roto por las aventadoras afanadas en el limpiado de las aceitunas; vehículos de carga y todoterrenos accediendo a la Villa repletos de recipientes de plástico cargados “a tope” después de recoger el fruto del trabajo de olivareros y aceituneros, hombres y mujeres, repartidos por todo el término municipal...
y es que en Fermoselle la almazara, sección dependiente de la Cooperativa Virgen de la Bandera, ha abierto sus puertas a la recogida de las aceitunas. Durante muchos días, una gran parte de vecinos se dedicarán al laboreo de recolectar este producto agrícola que bien triturado proporcionará el llamado “oro líquido” y que denominamos como aceite. Cuadrillas formadas por familiares y amigos comparten las diferentes tareas con el fin común de dejar limpios los olivos de un fruto muy apreciado por los fermosellanos. Con el tiempo se olvidó un trabajo duro y hasta peligroso ante la necesidad de encaramarse en los árboles y a base del ordeño llenar las alforjas. Ahora sigue siendo una tarea algo más suavizada con el uso de las redes y las máquinas vareadoras.
Pero no se puede ir por libre, para ello es la propia almazara quien
marca unas reglas de obligado cumplimiento para los que lleven a sus tolvas la
aceituna. Entre otras aparecen: la prohibición de recoger aceituna del suelo y en caso
de mal tiempo, protegerlas
cubriéndolas con lonas. Hay que entregarla limpia de ramas y hojas. Se
limita la entrega de aceituna a un máximo de 1.500 kilos por día y socio.
Roberto Fariza, productor afamado y experto en el cultivo de la vid y del olivo me comenta que “la variedad principal de aceituna es la “manzanilla”, habiendo como un 1% ó 2% de “cornicabra”. El porcentaje de aceite por cada 100 kilos es de un 7% de aceite, algo bajo, pues al haber abierto la campaña este año algo más pronto aún está algo verde, lo que hace que dé menos cantidad de líquido, pero de mayor calidad. A medida que aparezcan los fríos, la aceituna irá perdiendo agua y peso aumentando su rendimiento. Este año se prevé una gran cosecha, después de dos años muy malos. La aceituna está muy sana y como en Fermoselle generalmente no se utilizan sulfatos ni pesticidas hace que el aceite extraído sea prácticamente “ecológica”. Además, el cultivo se ha visto favorecido por las lluvias en la primavera y el otoño, muy propicias para el ciclo de la aceituna, a diferencia del año pasado que estropearon la floraciónY algo tradicional para los fermosellanos, muchos olivicultores destinan una pequeña parte de la cosecha "al sabroseo". Es la selección más caprichosa de las olivas para disfrutar en la mesa previa preparación con sosa y tras los oportunos cambios de agua, se componen "con ajo, laurel, tomillo, romero, sal y aceite"
Es tanto el interés que despierta esta tarea de la recolección que los medios de comunicación escrita y visual hacen acto de presencia estos días por la Villa para recoger imágenes e información, como es el caso de la cadena 8 de cyltv, cuyo reportaje se puede seguir en este post.
Y para los que en estos días se dedican a varear el olivo ahí va esta antigua letrilla:
“Apañando
aceitunas
se
hacen las bodas,
y
el que no va a aceitunas
no se enamora.”
Ofrezco un video realizado por TV Zamora en 2.016 en el que se muestra a Ricardo Regojo Díez conocido como “El Largo”, fallecido hace varios años, elaborando el aceite a la antigua usanza en su almazara hoy ya desaparecida y transformada en el “museo del aceite” por la empresa DourOliva
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