LAS CIGÜEÑAS Y EL DESCENDIMIENTO
Los días que lleva
entre nosotros esta maldita pandemia producida
por el COVID-19 van transcurriendo lenta y soporíferamente mientras el virus se
ensaña con nuestro pueblo: fallecimientos, contagios, confinación, soledades, temores,
pérdidas económicas…son algunas de las secuelas que permanecerán indelebles en
los anales de su memoria popular.
1 de mayo de 2.020.
Mes de “las flores” y del “Día de la Madre”. Mes dedicado a la virgen María. La
primavera se muestra en su máximo esplendor en el arribanzo. La nueva savia nos
lleva a proclamar las buenas noticias que se producen en la Villa sintiendo que
hay vida más allá de la oscuridad. En esta ocasión queremos reseñar dos
acciones que se encuentran en pleno apogeo en Fermoselle, Se tratan del arreglo
del Descendimiento y del anidamiento de una pareja de cigüeñas blancas.
Presentábamos en este mismo medio a primeros de año, una
carta a los Reyes Magos con algunas peticiones. Entre ellas aparecía la siguiente: “Extrarradios del pueblo, allá junto al cementerio parroquial,
aparece acotada, para evitar desgracias personales, una antigua construcción
conocida como “el descendimiento” que acoge momentos importantes durante la
Semana Santa. Echadnos una manita para que sea reparada, pues las fiestas
semanasanteras llegan pronto.” Pues ahora
se ha hecho realidad. Es el Obispado de Zamora quien se encarga de sufragar la
reparación y consolidación del citado monumento tan emblemático para las gentes
de Fermoselle. Desconocemos si la obra solamente de ciñe a la cubierta. Si así
fuere bien vendría aprovechar el momento para adecentar el entorno de este
espacio con algún tipo de ajardinamiento que invite a los vecinos, incluso a
visitantes, a disfrutar de él. A tener en cuenta que se encuentra a la entrada de
la localidad a través de la carretera procedente de Portugal. No obstante se
agradece la iniciativa.
“Que ya tenemos cigüeñas en el pueblo”, comentaban con voz
potente unas vecinas desde sus balcones mientras aplaudían a los que trabajan estos
días por los enclaustrados. Y es una auténtica verdad. Por enésima vez se
observa que una pareja de estas aves ha decidido instalar su nido sobre la
espadaña de la iglesia de San Francisco,
más conocida como Santuario de la Virgen de la Bandera. Anteriormente nunca lo
consiguieron. Tal vez en esta ocasión se rompa la maldición que, según cuentan
los lugareños, recayó sobre estos alados que fueron castigados por el párroco
al llevarse el sudario que había quedado colgado en la cruz del Descendimiento para
rellenar su nido. Durante estas jornadas el habitáculo va tomando forma y la
pareja parece disfrutar con su nuevo aposento, como se puede ver en el video
grabado por Olvido Peños. Es una buena noticia que nos congratula pues será el único pueblo de Sayago en el que
entre su fauna no aparezca esta especie avícola.
¡Y una curiosidad! En las mismas fechas que se repara el Descendimiento
que alberga la cruz del sudario vuelven las cigüeñas a Fermoselle. ¡Vaya
conjunción! ¿Un buen presagio de cara al futuro?
Fotos cedidas por Begoña García y Olvido Peños.
Fotos cedidas por Begoña García y Olvido Peños.
1 comentario:
Me alegro mucho por el pueblo...ya que se rompe el famoso maleficio y ojalá sirva para reine la paz y felicidad en Fermoselle.
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