¡¡MOMENTOS!!
En
Fermoselle siempre se han celebrado las procesiones de Semana Santa con mucho
fervor, respeto y cariño. Se trata de unas procesiones, 5 en total (la del
Nazareno, la del Silencio, la del Encuentro, la del Santo Entierro y la de la
Resurrección), muy humildes, sin boatos y muy participativas. Se inician en la
parroquia y después de largos recorridos finalizan en el mismo punto de
partida. En cada una se procesionan dos pasos y durante su desarrollo se
alternan las marchas de una banda de música con las canciones tradicionales
semanasanteras entonadas por las gentes participantes dirigidas por el sacerdote,
siempre revestido. Ninguna tiene cofradía propia por lo que todas las tareas que
implican su desarrollo recaen sobre personas voluntarias.
La
procesión del Cristo de la Agonía se diferencia de las demás porque se realiza
a media noche del Jueves Santo después de que los cofrades “juran guardar
silencio”, se procesiona solamente una talla, el recorrido sigue las
principales calles de la Villa y los componentes de la cofradía visten túnica y
capirote de color morado junto a una capa blanca.
Recordemos
varios MOMENTOS que seguro nos traerán
recuerdos que este año no podremos contemplar en directo. Completan las
imágenes unas citas de los Libros Sagrados.
“Porque
de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo
aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”
“El
cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a qué
aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho
semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí
mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz”.
“Jesús
sabía que ya había hecho todo lo que Dios le había ordenado. Por eso, y para
que se cumpliera lo que dice la Biblia, dijo: «Tengo sed». Había allí un jarro
lleno de vinagre. Entonces empaparon una esponja en el vinagre, la ataron a una
rama, y la acercaron a la boca de Jesús. Él probó el vinagre y dijo: «Todo
está cumplido». Luego, inclinó su cabeza y murió”.
“El cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser
igual a Dios como cosa a qué aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando
forma de siervo, hecho semejante a los hombres".
“Jesús le contestó: —Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie puede ir al Padre si no es por medio de mí”.
“Dios amó tanto a la gente de
este mundo, que me entregó a mí, que soy su único Hijo, para que todo el que
crea en mí no muera, sino que tenga vida eterna.”
“Después
de esto, sabiendo Jesús que ya todo estaba consumado, dijo, para que la
Escritura se cumpliese: Tengo sed. Y estaba allí una vasija llena de vinagre;
entonces ellos empaparon en vinagre una esponja, y poniéndola en un hisopo, se
la acercaron a la boca. Cuando Jesús hubo tomado el vinagre,
dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu”.
“Señor Jesús, reconozco que eres Dios y que moriste
por mí, en esta hora te pido perdón por todos mis pecados, te pido perdón por
todo el tiempo que estuve lejos de ti, hoy quiero que me aceptes en tu redil,
¡Si él murió por mí, hoy yo
quiero vivir para Él!
No hay comentarios:
Publicar un comentario