LOS ESTORNINOS
SOBREVUELAN FERMOSELLE
Las bandadas
de estorninos tienen efectos beneficiosos para el medio ambiente puesto que
pueden ayudar a controlar plagas de insectos y aportar fertilizantes -con sus
excrementos- pero también provocan daños importantes en zonas agrícolas y
molestias en zonas habitadas.
La fauna de los Arribes y más concretamente la del término municipal de
Fermoselle es tan abundante, diversa y, a veces, tan poco conocida que a menudo
nos sorprende por su espectacularidad visible solamente en algunas ocasiones.
Un ejemplo de ello es el reportaje que presento debido a la oportunidad de la
cámara de Ángel Marcos recogiendo el vuelo hipnótico de los estorninos (Sturnus
Vulgaris) con la silueta de la villa al fondo como si persiguiesen un intento
de invasión de la fortaleza de Doña Urraca.
Según José María de la Peña “Los impresionantes bandos de estorninos, que se pueden
observar a lo largo del invierno, forman una de las escenas más bellas de la
naturaleza. Pero estos vuelos sincronizados no surgen por estética.
Aunque la Ciencia todavía trata de entenderlos, parece claro que esta especie
emplea los vuelos grupales como estrategia de supervivencia.
Los estorninos son un grupo de aves
muy gregarias que habitan en bosques, terrenos agrícolas, cultivos arbóreos,
parques, jardines y núcleos urbanos. En España existen dos especies: el
estornino negro y el pinto. El primero reside en la península durante todo
el año, mientras que el otro es un invernante.
Al
ser muy gregarias, ambas especies forman enormes bandos durante el invierno,
cuando el alimento escasea. Llegan a ser decenas de miles de ejemplares volando
al unísono y, en muchos casos, de ambas especies. Además de convertir la
búsqueda de alimento en una tarea menos tediosa, los bandos sirven a los
estorninos para evitar o despistar a los posibles depredadores que merodeen por
la zona. Y es que resulta mucho más fácil detectar cualquier amenaza pues son
miles de ojos pendientes de cualquier intruso. Para los depredadores, por otro
lado, estas formaciones reducen su éxito durante la caza: con sus
movimientos y constantes cambios de
dirección, los estorninos logran despistar al depredador –por ejemplo, los
veloces halcones- que no alcanza a fijar la atención en una única presa.
Los enormes bandos solo se forman
durante la época invernal, momento que no tienen que atender a los pollos y
están más pendientes de velar por su supervivencia. Aunque estas hermosas
formaciones solo tienen lugar al atardecer, cuando los estorninos están a punto
de entrar al dormidero. Eso explica por qué vuelan tan cerca de la vegetación.
Para
poder moverse de forma sincronizada y con tantos cambios de dirección, los
estorninos tienen en cuenta varios aspectos. El primero es la comunicación, un
factor muy importante en pleno vuelo. Los estorninos vuelan haciendo mucho
ruido, informando al resto de estorninos de cuál es su posición. De esta forma,
los individuos dentro del bando no se golpean ni se molestan al volar. El otro
factor clave para los estorninos es la luz y oscuridad: durante el vuelo en
grupo siempre tienden a seguir las siluetas oscuras de sus compañeros y evitan
las zonas con claros por donde ven luz. Esto es lo que crea esos movimientos
rápidos y permite los cambios bruscos de dirección.
La
frecuencia de estos vuelos dignos de la medalla de oro en vuelo sincronizado es
relativamente baja y no ocurren en todos lados, ya que su formación depende de
muchos factores. El primero de todos es la densidad de estorninos: si hay muy
pocos en el territorio, los bandos serán de apenas decenas o cientos de
individuos, muy lejos de alcanzar la cifra que puede alcanzar algunos de
decenas de miles de estorninos. Otro de os factores es la cercanía al dormidero
y el hábitat adecuado, aspectos que si son los apropiados nos permitirán
disfrutar de uno de los mejores espectáculos naturales del mundo de las aves”.
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