CON LA TRADICIÓN:
SUENA LA CAMPANA TORERA
SUENA LA CAMPANA TORERA
De forma
escrupulosa se cumple la tradición en Fermoselle de que llegado el primer día
de agosto la Campana Torera debe de repiquetear como adelanto y aviso del
inicio de un mes festivo en su totalidad. Esto ocurre a las doce del mediodía
del citado mes. A esa hora tan angelical se rompe el silencio anual transformándose
en miles de pedazos sonoros que a través del viento y siguiendo los cuatro puntos cardinales se
expanden por los cinco continentes con la mágica intención de refrescar el
corazón de todos los fermosellanos con el anuncio del arranque de sus fiestas.
La última
campanada que marca las 12 de la mañana se une a la enérgica reacción del
campanero, que en estado de atención absoluta, le da una sucesión continua
produciéndose un resonido que enerva especialmente a los que participan de
forma activa desde la zona sombreada del coso maderil intentando frenar los
latidos del corazón que afloran espontáneamente transformándose en un mar de
aplausos dirigidos y ofrecidos a partes iguales para campana y campanero.

Ese mismo
día y a la misma hora se repiten idénticos rituales en el campanario que se encuentra
sobre el edificio del consultorio en la plaza de Santa Colomba. Aquí los vecinos
lo celebran degustando chochos, cacahuetes y limonada al son de la charanga que
da paso a cánticos y bailes tradicionales hasta bien entrado el mediodía. Decir
que este acto se inició en épocas recientes.
Escuchemos
nuestro símbolo taurino y festivo por excelencia, en esta ocasión en horario
nocturno, que le da un aura especial y sobrecogedora. ¡¡A vivirlo con pasión!!