A VUELAPLUMA
JUAN SEISDEDOS ROBLES
“TODOS CON FERMOSELLE”
Hace una fechas fallecía en Zamora, a los 83 años, el fermosellano Juan
Seisdedos Robles. Tal vez, para la mayoría de los vecinos de Fermoselle, fuera
una persona totalmente desconocida, sobre todo al estar retirado de la vida
pública desde hace años, pero para los que peinamos canas, lo tenemos en el
recuerdo por su implicación con la villa mientras ocupaba cargos importantes.
De siempre tuvo presente a su pueblo y no dudaba hacerlo público cuando la
ocasión lo requería. Economista de profesión, Juan se dedicó a la política
provincial en la última época del franquismo y durante la democracia. Así, fue
Subjefe Provincial del Movimiento, presidente de la Diputación Provincial,
presidente de la Caja de Ahorros Provincial de Zamora. En la democracia fue
fundador de Alianza Popular (posteriormente PP) llegando a ser Secretario
General del Partido. Por esa formación fue candidato al Senado y procurador regional
en la primera legislatrura de las Cortes de Castilla y León. Ya con Aznar como
presidente de la Junta de Castilla y León ostentó el cargo de delegado
territorial de la Junta hasta 1.999.
Abandonó la política activa y pasó a
ocupar la jefatura del Servicio de Industria hasta su jubilación.
El pasado 29 de septiembre dejaba esta reflexión en La Opinión de Zamora
con referencia al pavoroso incendio que asoló Fermoselle y Pinilla unos días
antes. Que sirva como un agradecido IN MEMORIAM.
Fermoselle fue la antigua y romana ciudad "Ocila", dentro de la
región de los "Caliacos". De aquí pudo haber salido el apodo con el
que se suele llamar a sus habitantes, "los follacos". Se supone, no obstante,
que la villa es mucho más antigua y que fue fundada por los celtas.
Se encuentra situada cerca de la confluencia del río
Tormes con el Duero, encajados entre enormes roquedales, con una altitud de 690
metros, si bien el pico de Carbellino llega a los 754 metros.
Hablar de estas tierras es introducirse en los Arribes
del Duero, cuyo trayecto total es de algo más de 100 kilómetros, incluyendo la
zona de Salamanca. Toda su extensión es de una gran atracción para el deporte y
el turismo. Antiguamente estaba su suelo repleto de arbustos, sobre todo de
jaras, debido a las características del terreno. También por este motivo los
habitantes de los pueblos limítrofes llamaban a los fermosellanos
"jariegos".
Los fermosellanos con su personalidad, grandes trabajadores,
honrados y luchadores, cambiaron las jaras y arbustos por viñedos, olivos,
almendros y toda clase de frutales, que aumentaron la belleza y la riqueza
agrícola de los Arribes, siendo el sustento económico principal de sus
habitantes. Pero la desgracia apareció en el mes de agosto de este año, cuando
se celebran las fiestas veraniegas, pues alguien, mal nacido y criminal
pirómano, ha querido matar a los Arribes, provocando incendios en plena noche
con diversos focos prendidos en distintos puntos, según las declaraciones de
distintas autoridades de la provincia y de Fermoselle. Los Arribes están
heridos de muerte, muy probablemente, por las manos asesinas de pirómanos. Su
vista es de gran tristeza y desolación. Mi olivo, plantado con mis manos cuando
yo tenía 12 años, está totalmente calcinado, hecho cenizas, al igual que toda
la zona.
Se han quemado más de 3.000 hectáreas. El esfuerzo de
muchísimos años de los fermosellanos se ha venido abajo. Toda su riqueza se ha
perdido en unas horas.
LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA, en su editorial del 16
de este mes de septiembre, expone, de manera magistral, todo lo que ha sucedido
y está sucediendo, y sus consecuencias para la población de las zonas quemadas,
por lo que no es necesario que nosotros reincidamos en el relato de los efectos
de estos incendios. Pero si citaré unas frases del editorial que lo expresan
todo: "espacios tan emblemáticos como los Arribes del Duero han cambiado
el verde estival desvaído y pajizo por el negro de la nada. Municipios como Fermoselle
y Pinilla de Fermoselle han quedado muy tocados".
Pero hemos escrito que los fermosellanos son grandes
luchadores y muy trabajadores. Con la ayuda que esperamos de las diferentes
Administraciones y de todos los zamoranos, veremos otra vez la belleza de sus
viñedos, olivos y toda clase de frutales, pues hay que repoblar todo lo quemado
y mejorar, en la medida de lo posible, las diferentes fincas.
La Junta de Castilla y León trabaja ya en un Plan
Director para reforestar estas tierras tras los fuegos, para actuar lo antes
posible, según ha manifestado el delegado Territorial de la Junta. Los
expertos, juntamente con los agricultores, deben decidir qué se plantará, dónde
y cómo, en la reforestación que se realice.
Sería también necesario que esta parte de los Arribes
se declarara "Zona Catastrófica", y que los agricultores y ganaderos
recibieran ayudas, en forma de subvenciones, por los grandes perjuicios que les
han ocasionado los fuegos, calcinando sus fincas totalmente. Parece ser que el ayuntamiento
está elaborando una base de datos para entregar a la Junta con el fin poner en
marcha, lo antes posible, toda una serie de medidas que ayuden a los
fermosellanos afectados a repoblar sus fincas.
Según ha declarado Ciudadanos, llevará a las Cortes de
Castilla y León una proposición no de Ley" para que se realice la
concentración parcelaria de Fermoselle y Pinilla de Fermoselle a muy corto
plazo. Esto es importante, pues además de todos los beneficios de la
concentración, la construcción de caminos es imprescindible y muy necesaria
para luchar contra los incendios. Portugal tiene su territorio lleno de caminos
que les ha permitido conseguir más rápidamente el control de los fuegos, además
de mejorar la comunicación de las diferentes fincas.
Esperamos que dentro de muy pocos años, estos términos
sean, como han sido en el pasado, una de las zonas más bellas y atractivas de
la Comunidad Autónoma, con características de media montaña, repoblada con toda
clase de árboles que los técnicos y agricultores elijan, con extraordinarias
vistas sobre el Duero y el Tormes, y sus habitantes puedan seguir viviendo de
los productos obtenidos de sus fincas, totalmente mejoradas en todos los
aspectos de la agricultura moderna.