¿POR QUÉ TOCA LA CAMPANA?
1 de agosto
de 2.017. Pedro, un octogenario fermosellanano avanzaba con celeridad por el
Terradillo dirección a la plaza mayor. Asía de la mano a su nieto de 8 años que
no entendía esa forma tan acelerada de caminar de su abuelo. No está
acostumbrado a que así lo haga. Por ello, Jesusín, que así se llama la criatura,
le pregunta al abuelo por el motivo de esa actitud y el abuelo le comenta, casi
con el resuello en la boca :
“Escucha, querido pequeño, hoy es un día único y
excepcional en Fermoselle. Se pierde en la noche de los tiempos desde que se
viene celebrando este acontecimiento. Cada primero de agosto la campana del
ayuntamiento, conocida como la “Campana Torera”, a las 12 en punto de la mañana
se “vuelve loca” para anunciar que comienza el mes festivo. Pero como vamos muy
justo de tiempo quiero que lo veas y disfrutes en directo”.
El niño inició un
trote un tanto desmesurado que a punto estuvo de arrastrar al abuelo. Enfilaron
la Calle Abajo y casi sin darse cuenta se vieron subidos al tendido donde las Marusas.
En ese instante el reloj de la plaza inicia las doce campanadas que anuncian el
mediodía. Por arte de magia, un señor encaramado en lo más alto de la torre, se
une, finalizado el toque del reloj, a la fiesta que se palpa en el ruedo.
Jesusín no pierde detalle del acontecimiento en el que participa por primera
vez. Con la vista clavada al frente y arriba observa cómo el campanero “sacude”
inmisericorde con el badajo a la campana haciéndola sonar a un ritmo tan
frenético que en momentos asemeja a un solo sonido continuo.
Así se tiraron el
abuelo y el nieto varios minutos, en silencio, pero con el corazón tenso por la
emoción que les embarga. De súbito, los aplausos
del público apostado en el albero finalizó con este rito tan ancestral.
Sin moverse
de los asientos el abuelo explica a su nieto el significado y el simbolismo del
acontecimiento en el que acaba de participar como protagonista. Le indica que
desde hace varios años este rito se repite en la plazuela de Santa Colomba. Le
va relatando pausadamente cómo se espera durante el año este día, cómo los
fermosellanos en la distancia están conectados en ese momento con su pueblo aunque
solamente sea con el corazón, la capacidad de convocatoria que tiene esta campana para avisar a los
vecinos del inicio de algún festejo, la tensión que produce en los corredores
durante los encierros, el toque de arrebato cuando es necesario, incluso le
habla de algunos de los campaneros famosos en otros tiempos…
En la Plazuela |
Al abuelo le
resbalaron unas lágrimas por sus mejillas, mientras su nieto, dándole un
abrazo, le agradeció que le hablase de este día y de esas cosas que no conocía pero que a partir de este momento nunca las olvidará. Era el 1 de agosto de 2.017 a las 12 en punto de la mañana.
Lo escribo
como me lo contaron.
Feliz mes de agosto a nuestros lectores y a disfrutar de
las fiestas en Fermoselle. Recordaremos a los que no tengan la oportunidad de
hacerlo.
Gracias a Roberto Fariza por el material audiovisual.
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