A VUELAPLUMA
ALFREDO SILVA ALMEIDA
“Poeta de Fermoselle”
El poeta y humanista Alfredo Silva Almeida nació en
Fermoselle (Zamora). En plena juventud, año de 1.952, marchó a Valladolid donde reside en la
actualidad. Aunque no se ha dedicado de lleno a la vida literaria, desde muy
joven estuvo inmerso en actividades culturales tanto en Fermoselle como
posteriormente en Valladolid. De su curricullum, muy extenso, queremos destacar
los datos siguientes: Fundador de
la Cátedra de Tertulia Poética Literaria 'José Zorrilla', Historiador de Isabel
la Católica, Fundador de la Orden Militar Nobles Caballeros de los Reyes
Católicos, Primer Caballero de Tordesillas (Real Monasterio de Santa Clara),
Caballero de Honor de la Hispanidad, Estrella de Oro del Instituto para la
Excelencia Profesional y promotor del Premio de Poesía de la Villa de
Fermoselle.
De sus obras poéticas publicadas
reseñamos: “Diálogos con Dios”, “Cauces”, “El séptimo laberinto”, “Poemas para
un encuentro”, “De Fermoselle por Nazca al Machupichu” y “Encuentros con la
historia. Fermoselle. Así es mi tierra”.
De una entrevista a La Opinión de
Zamora recogemos estas palabras suyas: “El poeta abarca todo: tragedia,
comedia, drama. Hay que tener un sentimiento que te haga vivir. Puedes jugar
con las palabras. La mente es algo inaudito. El poeta tiene potestad para todo:
para el bien y para el mal, y no te puedes inclinar al mal. La poesía no quiere
fastuosidad, quiere dinamismo. La poesía viene porque te quiere y se acabó. Se
pone en tu regazo, te abraza, te estimula. No entra en otros juegos…”
El poema que
presentamos corresponde a su libro “CAUCES” editado el año 1.981.
Cuando el azul penetra por el alma
Y el verde queda preso en la retina,
Y el aguafuerte fuerza y pluraliza
La sábana encunada en nuestras manos;
Cuando el tamiz solar de los rastrojos
En oceánico trillo pulveriza
Al bálago estelar y casi estepa
Se encarna en la matriz de tu
vivencia;
Cuando el almendro vuela atormentado
Por el fragor del trueno de las rocas
Y parte del madroño hacia la biblia
Y naces por nacer con los majuelos,
Y creces por crecer entre dos ríos,
Y te injertan raíces en la mente
Iniciando la vida en lo bravío,
Del olivar colgado por los montes
A la cretense cepa en los molinos;
Si vives el relámpago del iris
Por la vaguada abierta a la reyerta
Y ves que se desangra a borbotones
El rayo en la inquietud que le
despierta;
Si la floresta agreste se desfonda
Y notas que te elevan los sentidos
Hacia la cresta en alas de los
ignoto;
Si te gestó lo insólito en su tierra
Y te arrancó del viento al dar el
parto,
Mamando de los pechos de las nubes
Lo lácteo de los cielos que la
cubren;
…………………..
Al regresar del fondo del barranco,
Donde se ama el Tormes con el Duero,
Llevaba sin saberlo de la mano
El cáliz de su vientre hacia lo
eterno.
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