¡¡QUE SUENE LA CAMPANA!!
Como manda la tradición, cada 1 de agosto, el campanero subirá hasta lo
alto de la Casa Consistorial para anunciar al mundo de los fermosellanos que el
olor a la fiesta se percibe con toda intensidad. Y lo hace de una forma tan
sencilla y original como es tañendo una campana. Pero…¡claro! No es una campana
cualquiera. Aquí, en Fermoselle, la conocemos como la CAMPANA TORERA, con
mayúsculas.
Una campana que es santo y seña para los fermosellanos. Una campana
que además de señalar las horas diarias y en alguna mala ocasión la desgracia
de un incendio, enerva los ánimos de todos cuantos en algún momento se han
deleitado con su sonido. Una campana que cada año despierta a los vecinos para que
acudan a los encierros, o les arrebata de la siesta para convocarles a los
festejos taurinos en la plaza, o les invita a alargar la noche bailando al son
de alguna orquesta en las verbenas, o les concita a las diferentes actividades
que se organizan durante las fiestas patronales en honor de San Agustín. Esa es
la CAMPANA TORERA. Esa es la campana que el primer día de agosto alborota los
corazones y los sentimientos de los fermosellanos de acá y de allá. La campana
que duerme durante un año completo y espera pacientemente que una mano diestra y maestra la haga
susurrar para el disfrute de propios y extraños. Él y ella, ella y él, campana
y campanero en perfecta simbiosis incitarán desde lo alto a los que se
encuentran en el coso de la plaza maderil para que canten y bailen, coman y
beban, se saluden y se abracen…que el mes es largo y lo merece.
Y a la vez,
desde arriba, otearán el horizonte mandando a los cuatro vientos sones de
amistad y fraternidad invitando a los fermosellanos en la diáspora y a los
simpatizantes de la villa que aquí, en Fermoselle, les esperamos con los brazos
abiertos. Comienzan las fiestas. Las vuestras y las nuestras. Las de todos.
Aquí dejo el poema de Luis Colino, que supo describir como nadie este
símbolo que provoca tantas pasiones.
¡
AY MI CAMPANA TORERA !
En una
esquina de España,
que
alfombran vides y olivos,
el bronce
de una campana
dispara al
éter su aviso.
vibran
rumbos infinitos.
Mensajes
de mil hogares
cabalgan
con el sonido.
¡ Ay mi
Campana Torera,
la de
dispares distintos !
¡ Jamás
empañes tu voz !
¡ No
cambies nunca tu ritmo !
ni limites
regocijos !
¡ Que no
exhale tu garganta
la
amargura de un suspiro !
Para que
surque los mares,
dale a tu
son todo el brío.
No olvides
que eres heraldo
del
Fermoselle taurino.
de un
pueblo fuerte y bravío
sufrido en
la adversidad
y alegre
en el regocijo.
Campana de
mi añoranza,
aldabón de
los bullicios,
hoy te
toca a ti cantar
y yo
cantaré contigo.
Campana de
los encierros.
Campana
cuyo tañido
electriza
el corazón
del pueblo
de mis cariños.
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