LO PRIMERO, LA PLAZA
“Para evitar
que nos pille el toro” es lo que nos decía José “Tarabilla”, componente de
nuestra peña, el pasado día 20, momento en el que iniciaba la construcción de
la plaza de madera como “director” del ensamblaje de las miles de piezas que la
conforman. Y con el dicho “para evitar que nos pille el toro” se refería, de
forma figurada, a que es preferible comenzar pronto para no andar a prisa y
corriendo a última hora; y también indicaba, en sentido real, que el objetivo
de la plaza es evitar que los novillos y vaquillas que correrán por las calles
de Fermoselle en las próximas fiestas agosteñas no produzcan alguna desgracia
al llegar al coso taurino.
La verdad es
que la construcción de esta “obra arquitectónica sin arquitecto” no está al
alcance de cualquiera. Hay que tener una
cabeza bien amueblada para saber cuáles son las primeras piezas que se deben
colocar y así sucesivamente hasta llegar a la última sin que sobre o falte
alguna. José, miembro de una de las familias de carpinteros que siempre se dedicaron
al montaje de la plaza y primo del actual propietario de la madera, colaboró de
forma activa, en sus años más jóvenes, en esta obra arquitectónica que es la admiración
de cuantos, durante estos días, pasan por la localidad follaca. Desde hace
cuatro años ha recuperado esa afición y de forma totalmente desinteresada se ha
puesto a la cabeza de la brigada de obreros proporcionados por el ayuntamiento.
Él, sin necesidad de planos, sabe qué talanquera es la adecuada a cada lugar,
dónde hay que apuntalar cada tablón, los puntos donde conviene reforzar la
seguridad, el calibre de cada punta o tornillo de sujeción, las diferentes
cerchas a repartir milimétricamente repartidas siguiendo la línea poligonal que
delimita la Plaza Mayor. El "Tarabilla" , finalizada esta obra de ingeniería
estructural, acompañará al arquitecto oficial quien revisará con detalle todo
el andamiaje y se encargará de dar el visto bueno para que desempeñe su
objetivo.
Esta antiquísima
plaza, que ha sufrido numerosos cambios en su estructura para dar más comodidad
y seguridad a los usuarios, no solo acoge a los aficionados y amantes de los
festejos taurinos (principalmente en los encierros), sino que en uno de sus
anejos se encuentran los chiqueros o toriles donde permanecen los animales
hasta ser trasladados a la plaza de toros metálica, donde se desarrollan las dos
novilladas y la corrida de rejones.
Además, en esta
misma plaza, se ejecutan prácticamente todos los eventos que conformas las
fiestas patronales: verbenas, concursos, deporte, juegos, folclore, etc. En
ella se reúnen las peñas para el desfile inaugural, aquí de da el pregón de
fiestas, se realiza el ofertorio a la Virgen de la Asunción, las gentes disfrutan de las amplias terrazas
hasta la madrugada, en definitiva, es el epicentro de la villa arribeña…y lo más
típico e íntimo, no hay fermosellano que se precie que no suba a los tendidos
en horas de asueto para disfrutar de la paz que produce el contemplar desde lo
alto el aspecto de este recinto, auténtico e inigualable templo festivo. Y si
se eligen las horas nocturnas el estrés cotidiano desaparece, se purifica el
espíritu recobrando nuevas energías para continuar un día más.
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