¡YA ES AGOSTO EN FERMOSELLE!
Fermoselle
se viste con sus mejores exquisitas galas para recibir al mes de agosto. No se
concibe Fermoselle sin este mes carismático para las gentes de la villa
arribeña. Hablar de agosto en Fermoselle es conjugar fiestas, toros y vaquillas,
bailes, folclore, vinos y tapas, terrazas y amigos, tradiciones, bullicio
permanente, plaza de madera, pulijón, campana torera, coronela, cultura y deporte,
peñas y bodegas, pasacalles, típicos encierros…junto a un conglomerado de
sentimientos que durante este mes se hacen patentes con letras mayúsculas al reencontrarte
en calles y plazas con amigos y conocidos que se despidieron hace exactamente
un año con un “HASTA LOS TOROS” o “HASTA EL PRÓXIMO AGOSTO”.
Y ya
estamos en ello. El montaje de la plaza de madera durante el mes de julio fue
el aperitivo. Ahora es el momento de calentar motores para llegar al cogollo de
las fiestas en plena forma. Esta larga carrera festiva se inicia hoy, uno de
agosto, con el “toque de la Campana Torera”. En la madrugada de este día, los fermosellanos
se preparan para un rito ancestral solamente entendible por las gentes de estas
tierras del arribanzo zamorano. Todo un año esperando este instante en que se funde
la última campanada que marcan las doce del mediodía con el intrépido repicar
de una campana que arrastra y enerva los corazones de los follacos.
Campanero |
Punto de
encuentro la Plaza Mayor reconvertida en coso taurino por unos días. ¡Y qué
días! A la hora habitual del Ángelus autoridades y pueblo en general se
enfrentan cara a cara con la fachada del Ayuntamiento, coronado por una rejería
de filigrana de 1.889 que abraza y da empaque a la campana con su propio badajo
que durante el año pende en el vacío y descansa en un sueño indefinido. De
súbito aparece la figura del campanero, ¡altiva y envidiada figura!, que ase
con energía la maroma que le unirá en una especie de cordón umbilical al
colgante campanil.
Abajo, boquiabiertos y expectantes, los asistentes a tan
mágico acto. Arriba, sin ápice de nerviosismo ante las miradas escrutadoras, el
tocador, con mano maestra, se prepara para iniciar su actuación que se
extenderá por todo el orbe. Son las doce en punto y todo se desborda. El sonido
penetrante y rítmico del carillón en onda expansiva hace mella en el corazón de
cuantos fermosellanos se han reunido en la plaza, mientras se arrancan en
aplausos y vítores. Hasta se reparten felicitaciones y buenos deseos para unos
días plenos de aconteceres agradables. Se ha iniciado el mes festivo como es
tradicional. El 1 de agosto y la campana torera, en perfecta simbiosis y un año
más, ha convocado a fermosellanos y simpatizantes a olvidarse de problemas y disfrutar
con intensidad de unas fiestas que son nuestras y nos merecemos. ¡Que así sea!
En este enlace o vídeo de AgusMIX puedes comprobar esta experiencia única.
https://www.youtube.com/watch?v=TUqRltZEY6U
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