LO QUE TIRA LA TIERRA
Daniel en las talanqueras |
Sabido es
que en los tres últimos años el montaje de la Plaza de Toros de Fermoselle se ha
realizado con el aporte voluntario y gratuito del trabajo de cuantos
fermosellanos lo hayan estimado oportuno. Eso sí, bajo la dirección de los “entendidos”
que hacen posible que esta obra maestra artesanal sea conocida en el mundo
entero. Sabemos de personas que bajan a Fermoselle en exclusiva para contemplar
tan perfecta construcción.
Roberto en el tendido |
En esta
ocasión nos hemos encontrado con dos socios del Pulijón, no nativos pero sí
apegados a la localidad y a sus costumbres, “echando una mano” para que nuestra
plaza salga adelante. Nos referimos a Roberto Fariza, residente en el pueblo y
al joven Daniel Gavilanes que vive en Castellbisbal (Barcelona). Nos dice Gavilanes
que “desde muy niño siempre admiré la perfección en el ensamblaje de tantos
cientos de piezas tan diversas. En cuanto ponía los pies en Fermoselle lo
primero era acercarme a la plaza en la compañía de mi abuelo, darme un paseo
entre las talanqueras palpando los tablones y subirme a los tendidos (aunque no
estuviesen colocadas las escaleras). Ese ritual lo sigo manteniendo cada año. Ahora
me he sentido gratificado con el aporte
de unas horas de mi tiempo de ocio al montaje de esta plaza y la considero como
un poco mía. Me ha llenado de satisfacción y espero en años sucesivos tener la
oportunidad de repetir esta experiencia inolvidable”.
Daniel con otro operario |
Roberto,
fue quien invitó y animó al joven “pulijonero” a enfrentarse a esta tarea. Él
ya es asiduo en esta colaboración, pues cada año, cuando se lo permite su
trabajo se pone a las órdenes del “director de obra” para lo que necesite. A
pesar de no haber nacido en Fermoselle vive con intensidad y pasión todo
aquello que tenga que ver con la idiosincrasia de los fermosellanos y con la
cultura en su máxima expresión y extensión de estas tierras de los Arribes.
Desde el
PULIJÓN, gracias a los dos y por añadidura a todos y cada uno de los que sin
miramientos aportan su tiempo y esfuerzo para que nuestra plaza esté dispuesta
a recibir a cuantos festejos (no solo taurinos) se desarrollan en ella durante
las fiestas patronales de San Agustín. En especial al “jefe de obra” José
Tarabilla, socio del Pulijón con el número uno.
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