Ante la solicitud de algunos socios y simpatizantes de nuestras fiestas agosteñas de disponer del PREGÓN proclamado por "El Pulijón" en este San Agustín 2.013 que acaba de finalizar, lo hacemos público para el conocimiento de los interesados
PREGÓN DE FIESTAS SAN AGUSTÍN 2.013
PEÑA EL PULIJÓN
Hace
unos meses la Peña El Pulijón, como acostumbra cada año, presentó en este consistorio su proyecto de programación para
las fiestas que ya se han iniciado; en esta ocasión un tanto reforzadas con motivo de la celebración de su 40 ANIVERSARIO. Pasados unos días, se recibe
una invitación del Sr. Alcalde para pregonar las Fiestas de San Agustín 2013.
Gracias anticipadas, Sr. Alcalde, por esa deferencia. Se sopesó la
responsabilidad que se contraía y se aceptó con humildad. Es un honor para esta
Peña con tanta solera dirigirse a todos vosotros desde este lugar tan
emblemático. Y aquí está personalizada en algunos de sus miembros, veteranos y
jóvenes, mujeres y hombres. Va por vuestra presencia.
“Señor
corregidor de esta noble y antiquísima villa, señores ediles del consistorio
presentes y también ausentes, hijos y simpatizantes de este histórico municipio
de Fermoselle. Nuestro pueblo está en fiestas. Hemos venido “A LOS TOROS”, con
mayúsculas, como Dios manda. Pero…permitidme que demos un salto en el
tiempo…nos trasladamos al AYER.
Uno de agosto. La Campana Torera y su
campanero José María Zurrapardales, a mucha honra. El “prao” de la Llagonas.
Los encierros a caballo con jinetes de
tronío dominadores de estos intrincados
parajes, como fueron los Borriqueros. El toro de prueba. La charlotada. Las ruedas artificiales y el “temido” toro de
fuego. Los bailes en los salones del Casino y
del Castillo. Manuel Choto y Paco
Marujo portando el pulijón. El tío Muerto y la tía Marandanga. El Dios y su “cuñao” que un toro se los llevó por delante en una misma
“faena” bajo los tablaos de las Taratolas. La merienda torera. Las cañatas de
madera y de caramelo. El Pereira y el
Sardinica. La reina de las Fiestas. Los carros cortando las bocacalles. Los alguaciles Pinto y Porrino con sus bandos
durante las novilladas. El Mortero y el Linos, tamborileros ambos, como lo
fueron el Matilla y el Tronito. Las meriendas en las bodegas a base de
escabeche y latas de sardinas. La montonera de
melones a la venta en el Arco. El banderillero Pavesio maestro de
novilleritos principiantes. Las pepitas del María y los churros de la Petra.
Las verbenas en los barrios. Los Tarabillas, el Tomás Calero y Pedro Aniceto
montando los tablaos… personajes, situaciones e historias que definen el ayer.
La memoria histórica-festiva lejana y cercana a la vez. Memoria que debemos
tener presente si queremos entender las fiestas de hoy. No fueron ni mejores ni
peores, sencillamente fueron diferentes…
Fermosellanos, cerrad los ojos y escuchad
estos versos de otra época…
¡Anda, Sardinica!
¡Anda tú, Cornacho!
¡Métele la pica
A ese toro gacho!
¡Anda, niña bella,
Vamos a subir
Frente del toril!
Volvemos al presente y nos situamos en el… HOY
Mes de agosto. La Semana Grande. La Comisión
de fiestas. El Ofertorio de Nuestra
Señora de la Asunción. El día de la Banderita. La procesión de San Agustín y la Virgen de la Bandera. Los encierros desde San Albín. Las carreras y
emociones. Las verbenas y bailes en la discoteca. De tapas por los bares. El
murmullo de las terrazas. La ocupación total del “mentirote”. Los tendidos y
talanqueras colocados por los descendientes de la familia de los Tarabillas en
la Plaza Mayor. La plaza metálica. Las novilladas y el rejoneo con Montero en
el palco presidencial. El Ángel Palillos en funciones de fiel alguacilillo. Las
vaquillas calle arriba y calle abajo. El campanero y el cohetero. Los libritos
y dípticos de fiestas. Los asaos en las calles junto a las bodegas. Los chochos
y la limonada. Los encierros infantiles con novillos simulados. Las charangas
animando el ambiente. Los hinchables y la fiesta de la espuma para niños. Los
cabezudos del Pulijón. Las actividades deportivas y culturales. Los desfiles y
participación de las peñas…el hoy. Festejos que conforman unas fiestas
aminoradas por la crisis económica y la crisis institucional en nuestro
ayuntamiento, pero festejos al fin y al cabo. Festejos a la carta. Festejos con
un amplio abanico para elegir…
Fiestas de Fermoselle:
Atracción mágica de las gentes que viven o veranean en el entorno
zamorano-salmantino. Toros de Fermoselle: Acontecimiento indeleble que
permanece en el subconsciente de quienes han tenido la suerte de seguir su
recorrido por las angostas calles de esta villa medieval. Peñas y pandas de
Fermoselle: Conglomerado colorista y bullanguero que reparte y comparte
alegría y entusiasmo a raudales con propios y extraños. Pueblo de Fermoselle:
Lugar acogedor donde los haya siempre dispuesto a ofrecer su hospitalidad a
quienes le honran con su visita. Hijos de Fermoselle: del interior y del
exterior, trabajadores ejemplares que domaron la tierra que les circunda y
dejaron huella de su laboriosidad en los cinco continentes. Iconos festivos
de Fermoselle: atributos señeros de nuestras fiestas; días y fechas con
nombre propio que nadie se quiere perder. El Sábado y el Lunes de Toros, La
Campana Torera, los tradicionales encierros, el Ofertorio…son algunos de esos
iconos que hacen grandes y diferentes nuestras fiestas de Fermoselle. Vamos a
por ellos…
Es el primer día de
agosto y suena nuestra Campana Torera…¡TAN,
TAN ,TAN..!
Fermoselle, Fermoselle,
Tu campana suena ya
Anunciando al mundo entero
Que la fiesta va a empezar.
Miro arriba, al campanero
Con qué energía le da
El badajo a la campana
Fermoselle, Fermoselle
Ya te puedes preparar
Que en este mes agosteño
Tus hijos te ensalzarán.
Tradicionalmente aparece en los programas de
las fiestas que “este primer día del mes, a las 12 horas, la Campana Torera
lanzará sus sones a los cuatro vientos para anunciar a todos los fermosellanos y simpatizantes de la villa que comienza el
mes festivo por excelencia, es decir, el mes de agosto”.
Este histórico momento ha tenido lugar días pasados en la Plaza
Mayor, ya convertida en Plaza de Toros,
por “arte y magia” de muchos fermosellanos anónimos que han aportado su
granito desinteresado de arena para que se produjera tal milagro. Minutos antes
de llegada la hora del mediodía, varios centenares de personas se concentraron
frente a la fachada de este ayuntamiento
con sus miradas puestas en la torre de la Campana. También el alcalde y
parte de la corporación esperaban el acontecimiento. A la hora en punto el mazo
golpeaba con contundencia sobre el anillo sonoro escuchándose las doce
campanadas. El campanero, sin tiempo casi para que se apagase el eco de la
última, inició con fuerza y pericia el repiqueteo, esta vez con el badajo, que
mantuvo con intensidad durante cinco minutos. Los asistentes, con la emoción
contenida, aplaudieron largo rato. Comenzaban las fiestas de SAN AGUSTÍN 2013.
Fermosellanos: Dejadme que ponga voz a
nuestra Campana…
Desde esta mi atalaya
Os invito a disfrutar,
A correr nuestros encierros
Y a que bailéis sin parar.
Tened presente aquello
De la hospitalidad.
Ofrecedla al mundo entero
Que os lo agradecerán…
Y ya todo el mundo espera el… SÁBADO Y
LUNES DE TOROS
Junto al tantán de la Torera se escucha el
¡YA,YA,YA! del gentío en los encierros. Es el Sábado de Toros y después el
Lunes, también de Toros. Días taurinos por excelencia porque los toros son los
que acaparan estas dos fechas. Encierros y novilladas. Recortes y Festivales.
Su conjunto entretiene al respetable sin pausa durante las dos jornadas. El
encierro a las 11 de la mañana hasta la plaza de madera. La novillada y los
cortes a las 7 de la tarde en la portátil…¡Qué riqueza y lujo de cosos tiene
nuestro pueblo a pesar de la crisis y el pobre presupuesto del ayuntamiento!
¡Que vienen, que vienen! Esa emoción, ese
instante cuando suena la campana, cuando tiemblan las piernas, cuando se hace
un nudo en la garganta, es el momento cumbre de la fiesta fermosellana: el
encierro.
Imaginemos, en Fermoselle es el “Sábado de
Toros”. En el corazón del fermosellano se barrunta algo. El reloj marca las 9 en
punto de la mañana. Nuestra Campana lanza al viento sus sones para desperezar
los cuerpos cansados de tanto jolgorio. En las casas el trajín de las gentes
aumenta sin límite. Hay que salir pitando para situarse en los lugares
estratégicos, de la emoción, del riesgo, para participar o presenciar el
espectáculo que se avecina. Es la hora del encierro. No hay fermosellano,
ausente o presente, que deje de realizar el recorrido. El presente de forma
activa, el ausente a través del sentimiento. La campana suena en la lejanía en
todos los corazones de los hijos de nuestra villa.
Los minutos pasan y el ritmo se acelera. Este
se va al desenjaule en los corrales de San Albín, aquel prefiere quedarse en la
plaza, otros les esperan en el Terradillo, estos prefieren el tramo del Arco.
Todos visualizan, nerviosos, sus acciones futuras. Las bombas reales anuncian
que ha llegado la hora álgida de la fiesta. La campana se enerva y enerva al
pueblo entero.
Son las once en el reloj. El largo y tortuoso recorrido
se encuentra preñado de ansiedad. Se rompe la tensa calma. Se abre la puerta de
los corrales. Los primeros mozos reciben a los morlacos. La polvareda se hace
visible desde las zonas altas. Se oyen los primeros gritos. Mozos y toros se
confunden en el cruce de la carretera. Cambia el polvo por el golpeteo de las
pezuñas en el cemento. El gentío es numeroso. La carrera continúa aumentando en
velocidad y emoción. Están ya en el Terradillo. Suben un fuerte desnivel para
llegar al Arco. En este punto todo se desborda; el encierro se trasforma en
algo inenarrable. El sonido latigante de la campana, los grito del “ya, ya,
ya”, los resoplidos de los toros y la respiración acelerada de los mozos se
entremezclan calle abajo para desembocar en la plaza de rancio maderamen. La
columna humana que se forma a la entrada para no perderse el último tramo
aprieta lo indecible desmembrándose súbitamente, dando entrada a los novillos
en el redondel. Tras unos recortes y quites de los más atrevidos entre gritos
de ánimo y emoción, el ganado es enchiquerado.
Fermosellanos, D. José Flores escribía en
1965…
De gente que corre y grita.
Todos se sienten toreros
Y en estas fiestas desquitan
La murria de un año entero…”
Esperamos que la iniciativa presentada hace
un tiempo por nuestro ayuntamiento y apoyada por El Pulijón a la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León
para que los ENCIERROS DE FERMOSELLE sean considerados como FIESTA DE INTERÉS
TURISTICO DE CASTILLA Y LEÓN, se haga realidad en fechas no muy lejanas. Al
parecer no están muy por la labor. Desde esta tribuna les pedimos a los
responsables de tal decisión que no sean cicateros, que sopesen con rigor las
razones aportadas, que abran sus puertas a la zona rural y den un SÍ definitivo
al proyecto. Fermoselle y sus encierros se lo merecen…también por ORIGINALES.
Y ha llegado la hora del… TAPEO
Con el sudor en el cuerpo
Y el corazón en un vilo
Nos iremos de tapeo
por recorrido divino.
En el Siglo Veintiuno
A Miguel le pedirás
Que te sirva ese jamón
Que tan bien sabe cortar.
En la esquina de los Andes
Manolo esperando está
con unos bacalaítos
y ancas de rana, ¡Genial!
Don Pedro te ofrecerá
Sus pinchitos de alcachofas
Y un clarete del Ordial.
Nos pasamos al Aníbal
Aquí el morro probarás.
Más abajo en bar la Calle
Sus tubos degustarás.
Mientras pasa El Pulijón
Animando al personal
al Refugio nos metemos
¡Oh, qué tapas tan “variás”.
Ya subimos Calle Arriba
Y al España llegarás
A catar los champiñones
Del fogón de Mary Mar.
Y en lo alto, la Colomba,
Donde puedes disfrutar
De la rana, la tortilla
Y otras muchas cosas más.
Ya se acaba este tapeo
Y nos vamos a mudar
Que mañana es domingo
Día DE FIESTA GUARDAR…
Y así llegamos al DOMINGO DE TOROS
Combinación de lo religioso con lo taurino.
Religiosidad por la mañana y tauromaquia por la tarde. Misa y rejoneo mano a
mano. Combinación de la elegancia del traje recién planchado con la frescura de
la indumentaria deportiva. Y entre la mañana y la tarde, comida familiar para
comentar el discurrir de las fiestas.
Domingo de Toros…¡Qué nominación tan sonora
para un domingo que sólo existe en Fermoselle! Lamentablemente, para algunos es
el “domingo de despedidas”. No hay tiempo para más, se reanuda el trabajo y hay
que presentarse al tajo, a la faena diaria…Mientras, para los demás, el domingo
avanza plácidamente finalizando con noche verbenera y de terrazas, de cafés y
de refrescos, de copas y de jarana…
El tiempo se nos escapa. Nos quedan en el
tintero otros iconos que no desmerecen a los anteriores.
La Coronela, himno taurino donde los
haya, con un origen auténticamente follaco y que se adelantó a los tiempos
contemplando a una torera, la propia Coronela, desafiando a los toritos cuando
dice:
“Ven aquí, torito,
Ven aquí, galán,
Yo soy la torera
Que te ha de matar.
La procesión y el ofertorio en honor a
Nuestra Señora de la Asunción ante la que pasan los fermosellanos para besar su
imagen y dejar su anual óbolo poco después de que un grupo de mujeres hayan
bailado en la parroquial el tradicional “RAMO”.
El domingo de patrones: San Agustín y
la Virgen de la Bandera. Un patrón, San Agustín, que se queda sin día de fiesta
y que acompañará durante varias jornadas a nuestra dama mayor, a la madre que
nos bendice. A la madre adorada sin límites que con su invisible manto nos
protege durante estos días de excesos y peligros. A la Virgen de la Bandera…
“Tú, Virgen, reina de Fermoselle,
Coronada por Tormes y Duero,
Tú, que desde el convento,
Proteges el pueblo entero.
A ti, que tanto queremos,
¡Oh Virgen de la Bandera,
por ser como tú eres,
Todo el pueblo te venera.”
La antorcha señera. El Pulijón. El
tridente con su cántaro de barro donde la pez de odres viejos arde y aromatiza
a la vez. La tea que ilumina calles y rincones…escribía D. Luis Colino…
“Pulijón” de Fermoselle,
Vieja antorcha de las fiestas,
Sin el “Choto” y el “Marujo”
Yo no sé quién te encendiera.
Y las peñas, auténticos pulmones de
las fiestas. Unas recién llegadas y otras ya veteranas. Los Quinquis, Los
Fronterizos, Las Toreras, El Pote, La Albarda, Los Cardos, La Talanquera, El
Desmadre, Los Bravos, Los Desertores, El Descoloke, El Desenfreno, Los
Desfasaos, El Kaos, El Descojone, Los Inconscientes, Los Mamaos, El Embudo, Los Toros Locos, Los Deprabados, Los
Pierdemisas, Juan Cebollas, Follacos SL, Pechotes de Goofy, Los Pillaos, Los
Fenómenos, El Pulijón…y algunas más que no recordamos, ponen el colorido de sus
atuendos y la salsa festiva a su paso por las arterias de la villa. Gracias a
vosotras, Fermoselle mantiene unas
fiestas dignas y admiradas por cuantos por aquí se acercan. Continuad así y trabajad
en común ofreciendo cada una lo mejor de lo que dispone. Siendo así, el éxito
de las fiestas está asegurado.
Y como el tiempo apremia, a modo de DESPEDIDA
os digo:
Amigas y amigos, fermosellanos y
fermosellanas. Olvidaos de la crisis, dejad vuestros problemas por unos
días…son vuestras fiestas. Salid a la calle, invadid las plazas, aferraos a las
talanqueras, apretaos en los tendidos,
soltad amarras y marchaos de
fiesta, vivid a tope respetando a todo el mundo. Estos días son vuestros y
nuestros. Disfrutad en la familia, en las peñas, en los bares, en las bodegas,
en las meriendas. Atended con agrado a los forasteros. Cuidaos de los cuernos
durante los encierros y las vaquillas. Asistid a los festejos taurinos. Saltad
al ritmo del tamboril y la charanga. Entonad con fuerza La Coronela. Empapaos
de los sones de la Campana Torera…al máximo, sin respiro, sin descanso, sin
pausa. Empinad la bota con vino de los Arribes, no temáis al qué dirán, llenaos
de limonada sin que os tiemble el pulso y compartid, como punto final, este
brindis con la Peña El Pulijón.
“La despedida os doy
La que echa el fermosellano
Con una jarra de vino
Y un chuletón en la mano
Para brindar por vosotros
Y volváis “pa” otro año…”
¡Viva San Agustín!
¡Viva la Virgen de la Bandera!
¡Viva Fermoselle!
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