miércoles, 27 de septiembre de 2023

 (RECORDANDO LAS FIESTAS DE 2023)

¡¡ABUELO, QUE SUENA UNA CAMPANA!!

Los sones de la convocatoria a fiestas emitidos por la Campana torera de Fermoselle han cubierto el recinto de la plaza mayor, el pueblo en general y por arte de magia se han expandido por los cuatro puntos cardinales de forma inmediata para comunicar en cada uno de los hogares de fermosellanos en el exterior que están llamados a las fiestas patronales del mes por excelencia: AGOSTO DE 2023.

Para comentar lo que se determina ese día en la Villa de los Arribes, me apropio de un texto ya publicado por mí mismo y que lo adapto a este evento tan enigmático y tradicional en Fermoselle. A modo de cuento real esto es lo que ocurrió años atrás y que muy bien podría repetirse ahora. Para que no pierda la esencia de aquel entonces, lo trascribo tal cual apreció en este blog.


“1 de agosto de 2.017. Pedro, un octogenario fermosellano avanza con celeridad por el Terradillo dirección a la plaza mayor. Asía de la mano a su nieto de 8 años que no entiende esa forma tan acelerada de caminar de su abuelo. No está acostumbrado a que así lo haga. Por ello, Jesusín, que así se llama la criatura, le pregunta al abuelo por el motivo de esa actitud y el abuelo le comenta, casi con el resuello en la boca: “Escucha, querido pequeño, hoy es un día único y excepcional en Fermoselle. Se pierde en la noche de los tiempos desde que se viene celebrando este acontecimiento. Cada primero de agosto la campana del ayuntamiento, conocida como la “Campana Torera”, a las doce en punto de la mañana se “vuelve loca” para anunciar que comienza el mes festivo. Pero como vamos muy justo de tiempo quiero que lo veas y disfrutes en directo”. El niño inicia un trote un tanto desmesurado que a punto estuvo de arrastrar al abuelo. Enfilan la Calle Abajo y casi sin darse cuenta se ven  subidos al tendido donde las Marusas. En ese instante el reloj de la plaza inicia las doce campanadas que anuncian el mediodía. Por arte de magia, un señor encaramado en lo más alto de la torre, se une, finalizado el toque del reloj, a la fiesta que se palpa en el ruedo. Jesusín no pierde detalle del acontecimiento en el que participa por primera vez. Con la vista clavada al frente y arriba, observa cómo el campanero “sacude” inmisericorde con el badajo a la campana haciéndola sonar a un ritmo tan frenético que en momentos asemeja a un solo sonido continuo. Así se tiran el abuelo y el nieto varios minutos, en silencio, pero con el corazón tenso por la emoción que les embarga. De súbito, los  aplausos del público apostado en el albero finalizan con este rito tan ancestral.

Sin moverse de los asientos el abuelo explica a su nieto el significado y el simbolismo del acontecimiento en el que acaba de participar como protagonista. Le indica que desde hace varios años este rito se repite en la plazuela de Santa Colomba. Le va relatando pausadamente cómo se espera durante el año este día; cómo los fermosellanos en la distancia están conectados en ese momento con su pueblo aunque solamente sea con el corazón; la capacidad de convocatoria  que tiene esta campana para avisar a los vecinos del inicio de algún festejo; la tensión que produce en los corredores durante los encierros; el toque de arrebato cuando es necesario, incluso le habla de algunos de los campaneros famosos en otros tiempos… Al abuelo le resbalan unas lágrimas por sus mejillas, mientras su nieto, dándole un abrazo, le agradece que le hable de este día y de esas cosas que nunca  olvidará. Es  el 1 de agosto de 2.017 a las 12 en punto de la mañana.”

Lo escribo como me lo contaron. 

Finalizada la actuación de la Campana Torera fermosellana, se repartieron los libritos editados por el ayuntamiento en los que se recoge la programación general y algunos otros aspectos festivos. Como novedad, el tamborilero Agustín “el Madrileño” nos deleitó con una canción propia y que ha esperado a este día para estrenarla y que la denomina CAMPANA TORERA. Todos los actos fueron muy aplaudidos por los asistentes situados frente al ayuntamiento para liberarse del sol.

Coincidiendo en el tiempo y en la Plazuela, los vecinos de la zona alta de Fermoselle realizaron el mismo rito del toque de campana, pero en este caso en la que corona la torre del reloj. Posteriormente ofrecieron chochos y limonada, acompañados con una charanga que animó a los que allí se encontraban.

Feliz mes de agosto a nuestros lectores y a disfrutar de las fiestas en Fermoselle. Recordaremos a los que no tengan la oportunidad de hacerlo. 

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