PANCARTA DEL PULIJÓN…AGOSTO 1980
Se recoge en la información que ofrece El Correo de Zamora en la página dedicada a Fermoselle el 27 de agosto de 1.980 lo siguiente:”Y hablando de peñas, este año se ha notado demasiado la ausencia en la calle de los de “El Pulijón”, la peña más numerosa, la de más solera y quizá la mejor organizada. Los de “El Pulijón” han estado en las fiestas; han desarrollado actividades sociales, pero no han participado, al menos con la intensidad de otras veces, en la animación callejera y se ha notado bien la falta” y desde “El Pulijón” añadimos que en esa información no se explican las causan, que las hubo, por las que se tomó la decisión de ver las fiestas “desde fuera”, en señal de protesta activa por lo ocurrido el año anterior. Y eso es lo que se plasma en nuestra pancarta de 1980 con meridiana claridad aplicando aquello de…”a buen entendedor pocas palabras bastan”. Aquel año, al igual que en otras ocasiones, la comisión de fiestas se constituyó como una especie de “hombre de paja” al servicio del equipo de gobierno de turno.
En esa misma página el
redactor escribe:
“Ahora, obsesionada la organización con el tema económico, cosa lógica, por otra parte, ha dado con un procedimiento que, por el momento, es una auténtica mina: las “verbenas taurinas” que consisten en que al final de la clásica verbena se sueltan una o dos vacas para que se diviertan los mozos y se cobre a veinte duros la entrada…en Fermoselle las “verbenas taurinas dan para todo. Se organizan sobre la marcha y lo mismo se suelta una vaquilla, que dos, que tres. Siempre hay reservas de reses. Y el público acude en más cantidad que a las novilladas serias. De esta forma se se ha acabado con las verbenas populares y se han degradado los bailes de sociedad”.
En cuanto a las actividades programadas por el ayuntamiento todas gravitaron en torno a las verbenas, los encierros, y algunos detalles deportivos y culturales.
Los festejos taurinos se
concretaron en dos novilladas y un festival cómico-taurino, destacando que en
la novillada del sábado quedó reducida a “dos reses y media” al tener que
apuntillar a un astado durante el encierro y otro que llegó muy disminuido de
poder. En la novillada del lunes actuaron un matador con alternativa (Martín
Marcos) y una mujer torera (Mari Carmen Bouzán) triunfando el primero y pasando
desapercibida la segunda.
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