jueves, 25 de septiembre de 2014

MOMENTO DE EMOCIÓN
Después de unas breves vacaciones blogueras volvemos a la publicación en este blog del PULIJÓN todos aquellos asuntos que consideramos puedan despertar la atención de nuestros socios y simpatizantes.
Presentación del acto
En esta ocasión (vendrán algunos más), concierne a las fiestas del pasado mes de agosto. Ocurrió durante la presentación del libro de Iluminada Ramos “Fermoselle. Arribes Eternos” en el salón de usos múltiples de la asociación fermosellana. Presidía la mesa junto a la poetisa y al presidente del Pulijón, doña Olga María Rivera Esteban,  hija de Manuel Rivera Lozano, prologuista, él,  de dicha publicación y fallecido meses antes de que la obra saliera a la luz. En su intervención mostró un cariñoso agradecimiento a la Peña El Pulijón con estas palabras:
Habla Olga Mª
“Es para mí un honor estar en esta casa, compartir un acto cultural con la Peña del Pulijón, en este caso presentar un libro fermosellano.
Y con el permiso de ustedes luciré el máximo galardón que esta grandiosa peña, grandiosa asociación cultural otorgó a mi padre (Manuel Rivera), el Pulijón de Oro. ¡No saben ustedes con qué satisfacción y orgullo lo llevó siempre en su solapa!
A la palabra Iluminada
Gracias siempre a “El Pulijón”, gracias por la sensibilidad que ustedes demuestran, gracias por su entrega y dedicación a esta villa y gracias por invadir de color nuestras fiestas de ese color azul cielo, de ese color “azul pulijón”. Que la antorcha que encabeza a este grupo de entusiastas fermosellanos mantenga la llama viva muchas generaciones.
Intervención de Alberto, Presidente del Pulijón
¡Viva El Pulijón
Fermoselle, 20 de Agosto de 2014
Olga Mª Rivera Esteban”

Queremos rendir homenaje póstumo, ahora que se cumple el aniversario de su fallecimiento, a un buen amigo del Pulijón,a un personaje que puso a su querido Fermoselle por bandera, a un trabajador infatigable en su profesión de maestro y, cómo no, a un hombre sencillo, cercano, culto, amante de la familia y con un enorme corazón. ¡Descansa en paz, amigo Manolo!


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