LOS ATRONADORES DEL PULIJÓN
En nuestra
peña figuran una serie de principios que consideramos insustituibles para un buen
funcionamiento de la misma. Uno de ellos está unido a la música. Creemos que no
puede haber auténtica fiesta sin el
acompañamiento de algún tipo de elemento que se dedique a animar el “cotarro” ambiental y a su vez el espíritu
bullanguero de los participantes en cada momento de la fiesta.
Por ello, desde el
1974, año en el que la Asociación
Cultural “El Pulijón” inició sus actividades en Fermosellle durante los
festejos patronales del mes de agosto, adquirió el compromiso de acompañarse en
su animación callejera de alguna
charanga o grupo que marcara el ritmo de cuantos intervinieran, fueren socios o
simpatizantes. Así, ese año, dispuso de la aportación del tamborilero de
Fermoselle Ángel Garrote y de la banda de música de Pereruela. Con este
acompañamiento, El Pulijón realizó varios desfiles por calles y rincones de la
localidad llevando la alegría de la fiesta a cuantos salían a las calles
atraídos por la algarabía producida por “aquel fenómeno” desconocido en el
pueblo.
Ya disponíamos de la base del grupo que denominamos como los “ATRONADORES DEL PULIJÓN”, por aquello de la intensa sonoridad que se producía en sus actuaciones.
Inolvidables los pasacalles por las Palomberas, la Plaza Vieja, el Convento, las
Eras, Santa Colomba, el Terradillo y el paso bajo el Arco, siempre espectacular,
las dianas con el aplauso de las gentes asomadas a las ventanas y balcones, las
tamborradas acompañando la llama y el aroma desprendido por el pulijón, la animación
en los tendidos durante los festejos taurinos celebrados en las dos plazas, los
conciertos desde el escenario pétreo que se encuentra en la plazoleta que da
acceso al domicilio social, los bailes en las diferentes plantas que conforman
la casa del Pulijón, e incluso interviniendo en la procesión de la Virgen de la
Bandera (en tres ocasiones) y en el coso taurino (dos años) con el despeje de
la plaza, los toques anunciadores de los cambios de tercio y los pasodobles de
reconocimiento a los novilleros por las faenas bien elaboradas y siempre a las
órdenes del señor alcalde que desde su balcón dirigía y controlaba el
desarrollo del espectáculo.
Ítem más, se atrevieron a tocar en alguna boda, por supuesto en plan altruista, y hasta en el Desfile de Faroles o de Peñas en Tordesillas con la panda “El Niloko” aguantando el tirón de las tres horas que dura ese festejo sin posibilidad de descansos intermedios.
Ahora el futuro está garantizado con la incorporación en el año 2018 de Alberto Gavilanes, presidente de la Asociación, con dulzaina, y su hijo Tadeo a cargo de la percusión. Ambos darán mucho que hablar por su talento y su decisión.
Que tengamos salud, energía, temple y ganas de agradar a tantos fermosellanos y simpatizantes como se ha venido haciendo durante los últimos 47 años por nuestros ATRONADORES. ¡Enhorabuena, maestros!
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